MADRID.- "Cuando era pequeña quería ser como Marie Curie". Así ha expresado la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, su admiración hacia la científica, Marie Curie, en la presentación de la edición española del libro Marie Curie y sus hijas. Cartas.

La traducción de este "magnífico libro" —ha asegurado Carmena—, fue impulsada por ella, ya que "cuando leí este libro en la edición francesa me pareció una joya de la que había que sacar partido". 

El acto de presentación que ha tenido lugar este lunes en el Institut Français, ha sido promovido por Lourdes Lucía Aguirre, directora de la editorial Clave Intelectual. Además, a la presentación se han sumado Carmen Castresana, vicedirectora del Centro Nacional de Biotecnología, (CSIC); y Esperanza Jubera, joven investigadora en neurociencia, residente en Bruselas.

En acto, la alcaldesa ha asegurado que desde que era pequeña le "ha apasionado la figura de Marie Curie, pues ha sido la primera mujer de muchas cosas importantes para la ciencia y para la humanidad: primera mujer en ganar un Premio Nobel y primera en ganarlo dos veces —física y química—, entre otras cosas".

El libro, que combina la vida profesional de Curie con su vida privada, muestra las cartas que enviaba a sus hijas y las respuestas que recibía. De esta forma "lo cotidiano está presente en todo momento; cosa muy típica de las mujeres, ya que además de nuestras labores profesionales, estamos siempre pensando en la vida cotidiana", ha comentado la alcaldesa.

Asimismo, en el libro se pueden leer las turbulencias de la vida de la científica, que tuvo que sufrir el rechazo de la sociedad "por ser distinta, valiente y proponer nuevos modelos para la sociedad", ha señalado Carmena al final de su intervención.

Conciliación "perfecta" entre la vida profesional y personal

Carmen Castresana, vicedirectora del Centro Nacional de Biotecnología, ha detallado los logros más importantes de la científica polaca, desde que abandonó su tierra natal cuando tenía 25 años hasta que murió, pasando por los años en los que tuvo que cuidar a sus dos hijas en solitario y desde la distancia, pues su marido murió al poco tiempo de ver el nacimiento de la segunda hija.

"Marie Curie concilió a la perfección su vida profesional con la personal, ya que si vemos los logros de sus hijas, podemos saber que hizo una buena labor", ha comentado Castresana, ya que la primera hija, Iréne siguió los pasos de su madre y ganó un Premio Nobel junto a su marido, mientras que la segunda, Éve se dedicó al Periodismo y tuvo una labor importante durante la Segunda Guerra Mundial.

Asimismo, "sus hijas lucharon por la inserción laboral de las mujeres, por la paz y el bienestar social... sus hijas supieron aprender lo mejor de su madre, que no fue poco", ha apuntado la vicedirectora de CSIC.

Volver y no poder

Esperanza Jubera, joven investigadora en neurociencia, ha destacado "el sentimiento de querer regresar a su tierra y no poder", lo cual permite que se sienta "muy identificada" con ella porque "a mí me pasa algo parecido, ya que me fui porque quise, pero ahora veo muy difícil regresar".

La investigadora residente en Bruselas ha resaltado además el papel de las mujeres en la ciencia, "un papel vital para el mundo, pues somos muchas las que nos dedicamos a esto, pero necesitamos más".