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"Cuanta menos cultura, más manipulación"

La maquilladora y el peluquero ganadores del Goya por su trabajo en 'Blancanieves' valoran el riesgo del proyecto del director, Pablo Berger, y critican los recortes del PP

CRISTINA MORENO/ Fotos: SUSANA F. SERRAN

Ataviados con sus mejores galas, Fermín Galán -con el traje de “todas las bodas”- y Sylvie Imbert -“de prestado”- subieron el pasado domingo a recoger el Goya por su trabajo en Blancanieves. El film de Pablo Berger, que triunfó en la fiesta del cine español con diez estatuillas, dejó claro que el cine es un trabajo en equipo. “Tenemos la sensación de que el público reconoce cada día más nuestro oficio, es impresionante el número de llamadas de felicitación que hemos recibido, incluso de la gente de la calle”, declaran, aún emocionados, el peluquero y la maquilladora del filme, respectivamente.

“Este es el premio al reconocimiento de nuestra carrera, un premio que nos dan los colegas”, detalla, agradecida, Sylvie Imbert, que aún recuerda con emoción el momento en el que Álex González y Ana Wagener abrieron el sobre en el que estaba escrito su nombre junto con el de Fermín Galán. Tras cuatro nominaciones -en el caso de la maquilladora-, al fin, a la quinta fue la vencida. “No era un triunfo anunciado para nada, éramos conscientes de que nuestro trabajo no ha sido superior al de los demás participantes de nuestra categoría', señala. 'Cuando vi que estaban preparando tres Goyas, y sabiendo que el equipo de maquilladores y peluqueros de Lo Imposible (Juan Antonio Bayona) eran tres, pensé que esta vez tampoco nos llevábamos el premio a casa”, recuerda Imbert.

Imbert reconoce que el camino hasta el Goya no ha sido precisamente de rosas. “Llegué sin conocer a nadie y poco a poco me fui abriendo paso, metiendo la cabeza”, explica. Su compañero Fermín Galán también lamenta la dureza de su profesión. El peluquero se considera un pluriempleado y reconoce, con cierta decepción, que 'del cine no se puede vivir'.

Sin embargo, y pese a estos tiempos de vacas flacas, ambos coinciden en el placer que ha supuesto trabajar con el director de Blancanieves, Pablo Berger. “Hicimos en siete semanas lo que teníamos que haber hecho en doce', bromean. 'Trabajar con Pablo es maravilloso, tiene muy claro lo que quiere y te da una información muy completa y válida para hacer tu labor, además de ser una persona abierta a sugerencias”, añade Galán. “Ha sido como un juego, nos lo hemos pasado pipa, hemos tenido muchísimos contrastes de maquillaje y peluquería', sentencian ambos.

'Nos lo hemos pasado pipa trabajando en 'Blancanieves''

'Además, trabajar con Macarena [García] y Maribel [Verdú] ha sido una gozada', añade la maquilladora. 'Ambas lo han llevado con elegancia, lo han hecho muy bien, dentro de lo incómodo que es trabajar con pestañas postizas, trajes muy pesados y con el calor que hacía en el set”, especifica Imbert, que considera que este ha sido su mejor trabajo en el cine por haber podido mostrar, con el añadido del blanco y negro, lo importante del maquillaje y la peluquería en el conjunto global de una película.

Blancanieves es un reto, es un gran logro que en la era del 3D un buen hombre se plantee hacer una película muda, en blanco y negro, con todos los elementos típicos de los años 20, y gane” , opina Galán, que considera que esas son, precisamente, las claves del éxito de la Blancanieves torera de Berger. Una arriesgada apuesta del director, sólo superada en la gala de los Premios Goya por otras películas como Mar Adentro y Ay!Carmela.

'Las disculpas por el error con el premio a la Mejor Canción Original fueron pocas'

Ambos ganadores vivieron desde las butacas del Auditorio Príncipe Felipe los momentos de protesta por los recortes de la presentadora Eva Hache, los discursos más emotivos, y, por supuesto, el lío que se produjo con los sobres, que más que un error fortuito, más bien pareció un guiño al caso de presunta corrupción del extesorero del PP, José Luis Bárcenas. “Fue un horror ver cómo los chicos bajaban la escalera y que, de repente, los paraban. Se llegó a dudar de que el directo de la gala fuera real y las disculpas fueron pocas”, comentan los dos. 

“Me parece escandaloso lo que se está haciendo con la cultura, que se cargue contra los actores por llevar vestidos de Dior en la gala de los Goya, ¡todo es prestado!', se queja Galán, haciendo alusión, entre otras cuestiones, a los ataques del alcalde de Valladolid contra Maribel Verdú y Javier Bardem.'Cuanta menos cultura, más manipulación', opina el peluquero, indignado por el tratamiento que está dando el Gobierno de Mariano Rajoy, con el ministro de Educación, Cultura y Deportes, José Ignacio Wert, encabezando los recortes, a la cultura.

Sylvie Imbert, por su parte, dedicó el premio a su casero: “Si él hubiera sido un banco, yo sería una deshauciada más”. La maquilladora reconoce que, a día de hoy, no puede pagar el alquiler. Y tanto la maquilladora como el peluquero reiteran que, ante todo, y pese al reconocimiento que supone tener un cabezón en casa, sólo quieren seguir haciendo películas.

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