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Mercury Rev: "Nos aburríamos de hacer siempre lo mismo"

El grupo de Buffalo presenta nuevo disco hoy en Barcelona y mañana en Madrid

J. M. M.

Los norteamericanos Mercury Rev fueron los reyes del noise-rock psicodélico en los noventa. '¿Y eso es realmente importante?', pensará alguno. Pues sí, porque pergeñaron dos obras maestras a la altura de cualquier otra obra maestra Yerself is steam (1991) y Deserters songs (1998) y, no contentos con ello, todavía redondearon otros tres álbumes muy por encima de la media: Boces (1993), See you on the other side (1995) y All is dream (2001).

Desde entonces, parece que el grupo no atina. La crítica, que siempre los había mimado, los desprecia, declarándolos non gratos con el cambio de siglo. Se han vuelto sinfónicos, dicen para explicar que The secret migration (2005) es un tostón de cuidado.

El grupo publicó en septiembre Snowflake Midnight, un nuevo giro en su estilo, metiéndole mano a los sonidos electrónicos, ambient y sintéticos. Hoy lo presentan en Barcelona (Espacio Movistar) y mañana en Madrid (Joy Eslava). Le han perdido miedo al qué dirán y su cantante, Jonathan Donahue, dice ahora cosas como 'me considero afortunado de formar parte de la humanidad'. ¿Por qué no?

Público habló, sin embargo, con el guitarrista Grasshopper, que conoció a Donahue a los diez años, en un campamento-reformatorio para niños con potencial de delincuentes. 'Este disco es para escuchar conduciendo. Imagínate: atravesar de noche un desierto, con el álbum a todo volumen... Es un disco que genera muchas imágenes', dice el guitarrista.

Grasshopper explica los cambios en el sonido: 'Trabajamos de otra manera. Primero con la electrónica, luego con las guitarras, bajos y demás. Eso lo cambia todo'. Según él, 'estábamos contentos con nuestros últimos trabajos, pero era necesario avanzar en otra dirección. Nos aburríamos de hacer siempre lo mismo'.

¿Y el ruido? ¿Se han olvidado del ruido unos músicos que tienen canciones que sonaban como un taladro perforando el coche blindado de Zapatero? 'No, los últimos conciertos son bastante ruidosos. Estoy recuperando el gusto por las estridencias. No sé qué pasará en el siguiente álbum...', aventura.

Sobre el rechazo que han causado sus últimos trabajos, Grasshopper cree que 'la gente intenta ponernos en una categoría, pero nosotros siempre nos hemos salido fuera de esa caja. Siempre estamos solos'.

 

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