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Feminicidio "La misoginia y la violencia permean el arte y la vida en Guatemala"  

La artista Regina José Galindo denuncia en Madrid a través de una 'performance' el feminicidio y la impunidad en su país.

La artista guatemalteca Regina José Galindo.- RODRIGO MAULEN

"La violencia en Guatemala está desbordada y las mujeres tenemos el riesgo de que no sólo nos van a matar, sino que nos van a violar antes". Con estas palabras denuncia la artista Regina José Galindo el feminicidio que sufren las mujeres de su país. Una lacra contra la que se revuelve en Presencia, performance en la que, ataviada con los vestidos que portaban algunas de esas víctimas, trata de evidenciar la gravedad de este problema. "Cada vez que me pongo uno de sus vestidos, lo que pretendo hacer es honrarlas, invocar su energía y traer de vuelta su memoria a través de un objeto cercano a ellas".  

Es así como Galindo (Ciudad de Guatemala, 1974) busca ahondar en una problemática que afecta a 700 mujeres cada año y que en el 98% de los casos, según datos de las Naciones Unidas, quedan impunes. "Quería ir más allá de la historia terrible de su muerte, esa historia de cuerpos mutilados y fragmentados que pueblan los diarios del país, quería centrarme en lo que eran en vida, traerlas como lo que de verdad fueron, mujeres integrales". Trece vidas truncadas de forma salvaje a través de trece vestidos; la fetichización al servicio de la memoria y la denuncia de la barbarie.

La Casa Encendida acogerá la sesión en memoria de Mindy Celeni Rodas Donis, gravemente mutilada por su marido cuando tan sólo contaba con 21 años de edad. Labios, nariz, barbilla y parte de la frente fueron cercenados de la cara de Mindy a mediados de 2009. Tras varias rehabilitaciones y algún que otro intento de suicidio, el cuerpo de Rodas apareció a finales de 2010 torturado y estrangulado. Como ven son vestidos con historia, una historia atroz en la que Galindo se envuelve con tal de visibilizar esta lacra social. "Las familias que me han prestado estos vestidos no han descansado en su búsqueda de justicia y entienden que, a través de canales como el arte, se puede dar visibilidad y aportar luz a casos que todavía hoy día siguen sin resolverse".

Ni puta ni activista

"Se sigue diciendo de mí en Guatemala que soy famosa porque soy puta y me desnudo. También hay quien dice que lo que hago no es arte, es protesta", confiesa Galindo visiblemente molesta ante el etiquetaje autóctono y foráneo al que se somete a su obra. En concreto la artista carga contra aquellos que le acusan de estetizar la violencia. "Cuando creces en un contexto como el de Guatemala, donde la violencia es el pan de cada día, no es que la naturalices, sino que tienes una postura muy distinta a quien la ve desde el privilegio del primer mundo". 

Así es, normalizar lo que produce la periferia bajo epígrafes como "activista" o "arte protesta" no deja de ser un aproximación prejuiciosa que encasilla una forma de ver y sentir la realidad. "Un artista trabaja con la forma y la estética, de modo que no estás estetizando la violencia, simplemente le estás dando forma para poder comunicar tus ideas y en esas ideas la violencia está implícita porque, nos guste o no, la misoginia y la violencia permean el arte y la vida en Guatemala", explica Galindo.

Activista, feminista, reivindicativa... Regina José Galindo no renuncia a ningún cuño pero lo hace a título personal, ella es, por encima de todo, artista. "Me molesta que se le pongan todos esos apellidos a mi arte, por supuesto que soy feminista, cómo no iba a serlo, pero soy consciente de que con esos apelativos voy a tener las puertas abiertas no por mi arte, sino porque pertenezco a dicha corriente. El feminismo es una batalla constante, una forma de vida con la que despiertas, con la que duermes y con la que mueres, pero me molesta la utilización perversa que se hace de ello para encasillar el arte". 

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