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2 TEQUILAS

Vuelve tras 25 años el grupo que puso un ‘riff’ rockero a la Transición.

JESÚS MIGUEL MARCOS

Otro trago de Tequila. ¿Será dulce? ¿Será amargo? En principio, será. El grupo hispanoargentino, probablemente la banda que mejor leyó las coordenadas de los Rolling Stones en la Península Ibérica, regresa 30 años después de su fundación en el Madrid de la Transición. El próximo 6 de julio, Ariel Rot, Alejo Stivel y Felipe Lipe, junto con otros tres músicos que sustituyen a los desaparecidos Julián Infante y Manolo Iglesias, inician gira en Bilbao. Stivel y Rot, el núcleo duro del grupo, explican las claves de este reencuentro.

¿Por qué esta reunión?
Alejo Stivel: Básicamente ganas. Las señales que hemos ido teniendo apuntaban a que era el momento más indicado. Hubo posibilidades de volver bastantes veces, pero no cuajaron... Esta vez fue algo que salió de nosotros, fue tomando forma y no se bloqueó en ningún momento. Debe ser que se alinearon los astros para que ocurriera.
Ariel Rot: También porque estamos buscando motivaciones nuevas para salir adelante. Después de tantos años metidos en esto, siempre tiene que haber un nuevo desafío, un nuevo reto, algo distinto. Y para mí, es la idea más excitante que podía haber surgido en este momento. Rescatar el repertorio de Tequila ahora es rejuvenecedor. Todo el mundo necesita una excitación y esto cumple con todos los requisitos.

Muchos grupos han reconocido sin complejos que se reunían por dinero. ¿Es su caso?
A. R.: Mira, es tan importante para nosotros juntar Tequila que tendríamos que estar muy, muy necesitados para tomar una decisión así. Afortunadamente, ninguno de los dos estamos en esa posición.
Este tipo de reuniones, ¿no tienen mucho de representación teatral, de jugar a lo que uno fue pero ya no es?
A. S.: En el mundo del espectáculo, todo tiene su parte de teatro. En nosotros y en cualquiera que se suba a un escenario.
A. R.: Está claro que no vamos a repetir pasos ni posturas, vamos a tratar de revivir la energía que desprendía Tequila sobre el escenario y que esa energía sea la que mande.

¿Quién fue el primero en sugerir la reunión?
A. R.: El primero fue Alejo. Y fue hace relativamente poco. No ha habido una gran planificación, algo bastante habitual en la historia de Tequila.
¿Hubo un día concreto en que se prendió la chispa?
A. S.: No, la verdad es que no. Fueron varias señales que fui recibiendo. La primera, en el concierto de The Police en Barcelona. Siempre me había parecido que lo de la vuelta de los grupos era algo un poco...
A. R.: Sospechoso.
A. S.: Sí, sospechoso, patético... Pero viendo a Police me dije, ¡uau!, puede que haya una vuelta en condiciones.
A. R.: Durante mucho tiempo, mucha gente nos había preguntado por qué no volvíamos a tocar juntos.
A. S.: Pero nunca esa pregunta provocó el hecho.
A. R.: Cada uno lo vive de una manera muy distinta. Para él, es volver a los escenarios, volver a ser un frontman, es bastante radical el cambio.

¿Qué ocurrió tras la disolución de Tequila?
A. R.: Aterrizar después de lo que nos pasó fue difícil. Cuando ocurrió la explosión ni siquiera nos habíamos formado como personas. Al acabarse, todos buscamos nuestros métodos para volver a tocar tierra, y no fue fácil.
¿Y por qué se terminó?
A. S.: Por lo que se acaban los matrimonios. Saturación, divergencias...
A. R.: Con un componente creativo. Empezamos a tener diferentes planteamientos creativos. Y en esa época las cosas eran muy drásticas. Si estábamos saturados, podíamos haber tomado un descanso de un par de años, pero no había nadie con la cabeza fría para aconsejarnos. Estábamos muy solos.
A. S.: El rock era como una religión. Tú no podías ser amigo de alguien al que no le gustara cómo tocaba Charlie Watts. Todo era o blanco o negro. Hay gente a la que no volví a hablar más porque no le gustaba un disco concreto.

Convivisteis con la Movida, pero nunca se os incluye en ella. ¿Cómo la vivisteis?
A. R.: Nos hacían sentir un poco carcas, a pesar de que teníamos 21 años.
A. S.: De hecho, éramos más jóvenes que muchos de ellos.
A. R.: Nosotros veníamos de Argentina y la gente de la Movida estaba descubriendo algo que nosotros descubrimos mucho antes. Pero éramos espectadores y disfrutábamos de la Movida.

¿Cómo ha sido su relación desde 1982?
A. R.: Ha habido de todo. Incluso seis años en los que no nos dirigimos la palabra.
A. S.: Nos seguíamos viendo por la familia. Ariel y yo somos amigos desde que éramos muy pequeños en Argentina. Sus padres son como mis tíos.
A. R.: Nos conocemos desde los diez años. Alejo era el amiguito mayor que me empujaba a hacer locuras. Pero realmente, el reencuentro desde que terminó Tequila está ocurriendo en el último mes.

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