“Las limitaciones impulsan la creatividad. No sabría cómo hacer mejor la película con 100 millones”. Manuel Benito de Valle es el director de No te supe perder, una cinta que comienza a rodarse hoy en Sevilla y Cádiz con un equipo de 50 personas que trabajarán por “amor al arte”. Por el momento, el presupuesto para la película asciende a 4.505 euros recaudados a través de la página web www.lanzanos.com, en la que cualquiera puede aportar a cambio de recompensas como participar en los beneficios del proyecto,  y otros 15.000 aportados por Benito de Valle y por Salvador Navarro, autor de la novela que ahora se adapta al cine. También han pedido una subvención al Ministerio de Cultura, pero por el momento no la han obtenido. “Se puede hacer todo más barato sin renunciar a la calidad máxima. Se trata de amar cada fotograma que se esté lanzando. El entusiasmo es contagioso”, afirma Benito de Valle.

Ambos, según contaron ayer en una rueda de prensa, trabajaron codo con codo para acercarse a la esencia de una historia coral que Navarro contó en 424 páginas y que plantea preguntas sobre la amistad y el amor. ¿Hasta qué punto has perdido los papeles por no sentirte abandonado? ¿Cuánto te ha costado desembarazarte de amistades moribundas? ¿Desde qué momento empieza uno a enterrar relaciones que creíamos indestructibles? “Hay que ser humilde. Estaba dispuesto a matar personajes para la película”, dice Navarro sobre su colaboración con Benito de Valle. Se escribieron, se conocieron y comenzaron con el proyecto. “Para toda creación hace falta un poquito de locura. El que sufre es el director. La novela tenía puntos de suspense maravillosos y los personajes ya estaban tan bien creados que la información ya estaba dosificada perfectamente, por lo que sólo ha habido que adaptar el ritmo de las páginas del libro al lenguaje cinematográfico”, asegura Benito de Valle. “Aunque aparece la violencia de género, no es el tema de la película, que está dirigida a espectadores inteligentes que quieran reflexionar”, señala Navarro.

Robert y el filete de su abuela

El director, autor del documental Knockoutkuba (2009), sobre la vida de once glorias del boxeo cubano que renunciaron al exilio y decidieron quedarse en la tierra de Fidel Castro, recurre al ejemplo del director mexicano Robert Rodríguez, autor de largometrajes de calidad rodados con pocos medios, para relativizar los asuntos económicos: “Su abuela hacía los filetes en una sartén y los cortaba por los extremos. Cuando Robert le preguntó a su madre por qué, esta le dijo que le preguntase a su abuela. Lo hacía así porque la sartén era así de pequeña”.

¿Y a los actores, andaluces y profesionales, dirigidos por Carmen Tamayo, qué les supone trabajar por amor al arte? “El dinero lo necesita todo el mundo. Estamos ilusionados y centrados en la parte artística y no en la técnica”, resume Hieman Casado, que comparte reparto con, entre otros, con Elena Rodríguez y Rubén Carballés.