Entre las fábricas y almacenes del límite oriental de Barcelona, en el deprimido barrio de La Pau, ha surgido una de las experiencias integradoras más interesantes de la Ciudad Condal: Guinarecords, una entidad cultural que usa la música como herramienta de integración social.

En su sede se dan cita inmigrantes de los cinco continentes. Y la mayoría con una situación irregular. Se comunican, sin más, a través del ritmo y la melodía. Algunos de los músicos participantes intentan abrirse un camino en el mundo de la música; otros, como Bino Baros o Kwame Mensah, ya disfrutan de cierta atención y ofrecen conciertos con regularidad.

Marta Costa, una de las responsables de Guinarecords, explica que muchos vecinos de La Pau 'han recuperado sus guitarras y se han acercado al local para compartir su pasión por la música'.

La asociación inició su camino hace dos años, aunque muchos de sus colaboradores atesoran una larga trayectoria en movimientos de apoyo a diferentes colectivos de inmigrantes. Tal vez por esa experiencia, decidieron abrir otra línea de trabajo: crear un espacio de ocio para el recién llegado, un espacio que acoge, recupera y da salida a las inquietudes culturales de quienes llegan a nosotros. ¿Y cómo lo hacen? 'En la asociación tienen lugar nuestras actividades y también otras acciones con entidades afines', explica Nedong Abaga, otro de los responsables.

Entre otras propuestas de Guinarecords, destacan las clases de instrumentos, ensayos diarios de los músicos residentes y audiciones. Pero está claro que una de las actividades que ha logrado mayor éxito ha sido (y es) la jam session de reggae que se organiza cada sábado. El sin papeles sound de La Pau tiene cuerda para rato.