MADRID.- El periodista y escritor alicantino José Manuel Carcasés (Aigües, 1966) publica Nunca volveré cuando me haya ido, una novela que le ha llevado dos años de trabajo y en la que a medio camino entre la realidad y la ficción, hilvana una aguda crítica política, económica, social, y cultural de la mano de la mano de la pequeña Séfora.

“Ahí estaba ella, en una ruta en la que era necesario despojarse de ataduras, convencionalismos y pasados, donde no había billetes de ida y vuelta en ese viaje sin retorno”. Así es como relata el autor la búsqueda de Séfora; un camino hacia la felicidad de la que se sirve Carcasés para reflexionar en torno a la infancia, el placer por la lectura y, cómo no, la religión.

En dicha búsqueda interviene Moisés, un viejo desaliñado abuelo de Séfora que le marca humildemente el camino y este no es otro que la lectura. En sus manos está pues la posibilidad de alcanzar la dicha, y la clave debe buscarla en los textos, en las historias que otros contaron para contarse. Pero, azares del destino, se topa con la Biblia y Séfora siente miedo al leer muchas de las historias que allí se desgranan.

Con esta novela, el periodista José Manuel Carcasés se prueba también en la distancia larga de la novela, tras su incursión en el relato corto con la publicación de Remedios para los dos escándalos del pueblo Cualquiera, volumen que fue galardonado con el segundo premio de Relatos por la Igualdad del Ayuntamiento de Burgos. Pero si por algo es conocido Carcasés es por su gran aportación al estudio del gran poeta oriolano Miguel Hernández, tal es así que su obra Miguel Hernández, periodista le hizo merecedor del Premio de la Crítica Literaria de la Comunidad Valenciana en 2010.