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Piel de látex

Este material se deshace de sus connotaciones más oscuras para salir a la calle combinado con prendas cotidianas// Los encargos a medida se abren paso

ISABEL REPISO

La demanda de prendas de látex a medida en las boutiques de sexo no supone un gran filón de ventas comparada con los juguetes sexuales pero representa una demanda incipiente. “Con el tiempo, este material se ha abierto a otros colores y ha abandonado ese rincón oscuro ligado al juego sexual de la sumisión y la dominación”, explica Max, de La Juguetería.


El perfil del comprador es diverso. Por una parte, verlo en espectáculos de striptease es inusual porque el látex conlleva un aparatoso ritual para calzarlo, pero hay bailarines que terminan su número rasgándose la prenda o quitándoselo a golpe de cremallera. “Lo piden fetichistas en general y mucha chica joven que empieza a mezclar estas prendas en fiestas y ambientes donde la gente lo aprecia como algo exótico”, explican desde la boutique madrileña.


Madame S es un proveedor de parafernalia erótica radicado en San Francisco. De sus talleres salen auténticas joyas para vestir a fetish dolls, pin-ups y gente corriente ajena al sector pero con ciertos caprichos en la alcoba. La particularidad de estas prendas radica en que no se cosen sino que las distintas partes se encolan y se pegan por calor mediante termo sellado. Por ello, es indispensable pasar por el metro del modisto antes de realizar el encargo. Las boutiques sexuales suelen ofrecer este servicio al cliente y son quienes contactan con el proveedor que más se ajuste al pedido. Ciertos talleres de Reino Unido, Alemania, Brasil y Holanda son interlocutores experimentados en el tema.


Artilugios extremos
Pero no sólo de vestidos vive el ser humano. En una línea más sado se sitúa el látex aplicado a inventos un tanto inquietantes. Así, Madame S dispone de saunas portátiles con un solo orificio –ideales para inmovilizar al partner– y camas del mismo material que se prestan a todo tipo de prácticas con fluidos: sean lluvias doradas o juegos con comida. En el armario de los más fetichistas tampoco faltan los catsuits, con cremalleras dobles para facilitar el contacto con el exterior y sus asfixiantes máscaras. ¿Quién se atreve?.

Istrucciones de uso 

Póntelo: Aplicarse una base de lubricante sobre la piel es imprescindible para que el látex se deslice y se adhiera sin bolsas de aire. Para que brilles date otra capa de lubricante con el traje puesto.2mantenimientoLas prendas de látex precisan de cuidados extremos. Para limpiarlas, usa un jabón neutro, ponles talco y después envuélvelas en una bolsita de tela.


Prohibido: Es un material incompatible con el uso de aceites y con las prisas. Calzarse un traje de gata puede llevar 20 minutos. Cuando te lo quites, asegúrate de no dejarlo expuesto a una fuente de calor.

Ojo al desnudarse: El látex no permite que la piel transpire, por lo que si lo llevas durante horas el interior de la prenda se impregnará de sudor.  secretos.

Secretos: Los adictos al fetichismo envasan sus prendas al vacío para que no pierdan un ápice de su elasticidad original. También usan trajes incoloros  (del tono de los condones) que permiten ver las bolsas de sudor generadas. 

Placer: El calor del látex y la necesaria ayuda de otra persona para ponértelo suben la temperatura. 

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