Los premiados no fueron los únicos que se llevaron algo de la 31ª gala de los Goya: la Academia de Cine ha denunciado el robo de joyas por valor de 30.000 euros el sábado por la noche mientras se celebraba la fiesta del cine español. 

Según adelantan El Mundo, el valor del robo asciende a unos 30.000 euros y se trataba de joyas de la marca Suárez. Los objetos sustraídos, entre los que se encontraban una sortija, unos pendientes, un par de relojes y cuatro juegos de gemelos, se encontraban en una habitación del Hotel Auditórium de la capital, el lugar donde se celebró la gala. En dicha habitación se guardaba además ropa y complementos utilizados durante la gala, que marcas de joyas y de moda prestan para que sean lucidas por las actrices y los actores

Las joyas sustraídas estaban depositadas en cajas en dependencias correspondientes al departamento de vestuario y supuestamente no se guardaban bajo especiales medidas de seguridad ni dentro de cajas fuertes.

"Es normal no disponer de un vigilante de seguridad específico cuando las joyas no superan una cierta cantidad de valor o no tienes ninguna pieza exclusiva. Lo habitual es contar con una póliza de seguros con determinada cobertura ante este tipo de sucesos", ha señalado el secretario general del Gremio de Joyeros y Relojeros de Madrid, Armando Rodríguez.

El hallazgo del robo se produjo el lunes por la mañana, cuando los encargados de la academia avisaron a las marcas de joyería que podían pasar a recogerlas. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que faltaban las joyas de la marca Suárez.

La denuncia del robo fue interpuesta a primera hora de la tarde del lunes por el jefe de seguridad del hotel y el jefe de producción. Según esta denuncia, numerosas personas entraron y salieron de la habitación donde estaban depositadas las joyas.

La investigación ya está en manos de la Policía, que ya ha pedido la grabación de las cámaras de seguridad al hotel. 

Además de joyas por valor de 30.000 euros, también ha sido denunciado en la Comisaría de San Blas el robo de material audiovisual de varios fotógrafos, como dos objetivos, un flash y dos baterías de cámara. Los objetos fueron depositados en una parte del escenario y cuando los trabajadores fueron a recogerlos ya no estaban allí, según han confirmado fuentes policiales.

Los agentes encargados del caso barajan como principal hipótesis que la sustracción se produjo durante la celebración de la ceremonia anual de la Academia de Cine por algún empleado por esta institución que conocía cuál era la habitación del hotel donde se guardaban las joyas sustraídas, concretamente relojes, una sortija, unos pendientes y unos gemelos, además de material fotográfico.