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La región salvaje Amat Escalante: “La represión sexual puede provocar homofobia y maltrato”

El cineasta mexicano advierte de las consecuencias de la represión sexual en 'La región salvaje', cine social y al tiempo de terror y fantástico, con el que ganó el Premio a la Mejor Dirección en Venecia. Un alienígena tentacular que provoca placer sexual absoluto resuelve sus incógnitas.

Fotograma de la película 'La región salvaje'.

“No he encontrado en la realidad una explicación a la oleada de asesinatos a mujeres en México. Tampoco la he encontrado para comportamientos de los que quería hablar como la homofobia, la misoginia o el maltrato”. Fue la confesión del cineasta mexicano Amat Escalante, poco después de ganar en el Festival de Venecia el Premio a la Mejor Dirección por La región salvaje. Incapaz de aclarar estos asuntos que tanto le alarman, buscó respuestas en los géneros del cine y las encontró en un alienígena tentacular.

Se trata de un ente venido del espacio exterior capaz de provocar place sexual absoluto y liberador. Sensual, atrayente y al mismo tiempo grotesco, tanto como algunos individuos perciben su propia sexualidad, este ser es la clave que ha dado a Escalante todos los razonamientos que necesitaba. “Las cuestiones morales y religiosas pueden obligar, por ejemplo, a un hombre a ocultar su homosexualidad y estar con una mujer. Esa represión de uno mismo puede terminar deformándose y generar homofobia y maltrato. Sí, un homosexual reprimido puede convertirse en un maltratador de mujeres”, sentenció en Venecia. 

La esencia de la verdad humana

La región salvaje es una reflexión acerca del machismo, la homofobia y el maltrato desde un punto diferente al del cine social, espejo de una dura realidad, que ha marcado las películas anteriores del cineasta (Sangre, Heli...) Aquí, Amat Escalante se adentra en el género del terror, la fantasía y la ciencia-ficción sin dejar de lado su verdadera intención, “llegar a la esencia de la verdad humana, que es la que trato de mostrar en el cine”. 

La película, interpretada como es su costumbre por actores debutantes, presenta una pareja de clase media de una ciudad de provincias. Ella es ama de casa y soporta a duras penas a la madre de su marido, una mujer reaccionaria y autoritaria. Él, un reprimido sexual, agobiado por la presión social y por la imposibilidad en su ambiente de declarar su homosexualidad, tiene una relación secreta con su cuñado, un enfermero del hospital. La llegada de un ente del espacio exterior, al que una pareja mantiene en una cabaña apartada en el bosque, desatará los verdaderos instintos sexuales de los personajes… para bien y para mal. 

"Maricón ahogado"

Dos noticias aparecidas en la prensa de su ciudad Guanajuato, donde está ambientada la película, fueron el motor de esta película, que fascinó e irritó a parte iguales a la crítica del festival italiano. La primera relataba cómo una mujer que había sido violada en el bosque por un conocido terminó señalada y acusada “de ser una puta”. Cuando el hombre huyó de la ciudad, corroboró su culpabilidad. “Fue encarcelado, pero la joven ya había sufrido mucho”. 

La segunda noticia local se refería al descubrimiento del cuerpo de un hombre flotando en un arroyo. Sobre la imagen, el periódico había escrito “fagot se encuentra drowned” (“Maricón ahogado”). “Esto me impresionó y me indignó mucho. Ese hombre era un enfermero que trabajaba en una institución sanitaria financiada por el gobierno. Y a pesar de dedicar su vida al servicio del público, los que leen el periódico solo le recordarán como un ‘maricón’. Traté de buscar una razón para reunir las dos historias, pero no pude. Por eso terminé aprovechando algo que no es sólo de este mundo”. 

Fotograma de la película 'La región salvaje'.

Fotograma de la película 'La región salvaje'.

El estado más católico de México

No es casualidad que Amat Escalante haya rodado también esta película en Guanajuato, el estado más católico de México. En las notas de producción de la película, el cineasta recuerda cómo hace un tiempo hubo una gran polémica porque uno de los libros de texto que se empleaban en las escuelas incluía un capítulo explicando los órganos sexuales y el sexo seguro. “Un grupo de ciudadanos luchó para que se quitara ese capítulo del libro y llegaron incluso a hacer hogueras con algunos ejemplares”. Sin embargo, a pesar de la personalidad reaccionaria de la ciudad, el rodaje de la película no encontró ninguna resistencia. 

En ese espacio es donde Amat Escalante deja aterrizar a su alienígena tentacular. “Para mí representaba el anhelo, la sensualidad, lo grotesco; todo lo que los personajes sentían hacia su propia sexualidad, hacia el sexo”, explicó durante su estancia en el Festival de Cine de Barcelona. La criatura de la película solo es puro sexo para los humanos, que no tienen más remedio que entregarse por completo. Con ella experimentan el placer más puro y más intensamente que nunca”, dice el cineasta que señala con el dedo acusador a los seres humanos con una magnífica secuencia en la que parejas de animales de muy distintas especies copulan sin complejos unas al lado de otras. 

La región salvaje es la repuesta a aquellas preguntas que se hizo el director cuando comenzó a trabajar en este proyecto y que le llevaron a advertir de las consecuencias de la represión sexual en nuestra sociedad. Amat Escalante, ahora, explica con absoluta claridad cómo hay ciertos aspectos básicos en la vida, “como comer, defecar y reproducir. Son necesarios para el ser humano para seguir viviendo. La recompensa por esto es el placer que nos trae el sexo, de lo contrario probablemente no existiría. Pero los seres humanos son tan contradictorios: vemos el sexo como algo perverso e incluso antinatural. Crecemos con esta contradicción y con una poderosa lucha interna dentro de cada uno de nosotros”.

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