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Reincidentes: "El poder pone muros, pero no podemos dejar de empujar"

La banda sevillana, santo y seña del punk rock estatal, presenta estos días 'Aniversario', la obra con que celebra su 30 aniversario poniendo música a multitud de luchas sociales

JUAN E. TUR

Cuenta Fernando Madina que, cuando después de tres días de retención policial en Miami, el juez que evaluó su detención y decidió liberarle al considerar el arresto injustificado, añadió un apunte: 'le felicito por tener 47 años y una banda de rock'. Viéndolo en perspectiva, el magistrado estadounidense, que según Madina fue la primera persona en darle los buenos días durante los tres días en que estuvo incomunicado, fue también la primera institución en felicitar al cantante de Reincidentes por su longeva carrera musical poniendo voz a las canciones de uno de los principales referentes del punk rock estatal.

Y eso que este año la excusa para felicitar a Madina y sus compañeros es obvia: celebran su trigésimo cumpleaños como banda y acaban de publicar un nuevo disco llamado, precisamente, Aniversario. 'Es muy curioso que estando celebrando nuestro 30 aniversario como grupo, después de que varias generaciones nos hayan seguido y hayan comprado nuestros discos, Reincidentes no tengan ninguna repercusión en prensa hasta que pasa una cosa como ésta. Pero los medios de comunicación, los de masas, cumplen una labor que está marcada desde fuera de ellos. Son buenos siervos de quien les da de comer', señala el cantante a Público.

'Aquí, el que hace arte, el que hace cultura, y especialmente el que hace rock, si hace unos contenidos fácilmente comprensibles y no especialmente cómodos para los que mandan, siempre va a ser arrinconado', dice Madina para tratar de explicar este silencio sobre los méritos de la banda sevillana, impensable en otros países de nuestro entorno respecto a sus propios iconos de su escena contracultural.

Y al tiempo que lo hace, define el estilo que caracterizó a Reincidentes desde sus inicios: la denuncia constante de las múltiples batallas sociales que se han ido librando en las últimas décadas en el estado español. Unas batallas e inquietudes -el antimilitarismo, el antiimperialismo, el anticapitalismo, la lucha contra el maltrato animal, la vivienda y el trabajo dignos, la denuncia  del patriarcado y el machismo...- con los que muchas generaciones de jóvenes tuvieron contacto por primera vez a través del grupo.

No obstante, Madina resta mérito al papel de la banda. 'Nosotros somos un altavoz. Decidimos ser músicos, hacer rock y también optamos -porque es una opción- por dedicar las letras a nuestras inquietudes, por no separar nuestra creación artística de aquello por lo que luchábamos codo con codo junto a muchísima gente. Pero los colectivos sociales son los grandes responsables de los logros obtenidos en cada lucha concreta. Nosotros solo hemos puesto nuestro escenario al servicio de toda esa gente. La gente es el motor del cambio'.

Y es siguiendo ese pensamiento como en Reincidentes. Erre que erre, el documental que incluye el DVD que acompaña los dos CDs de Aniversario, la música y andadura del grupo es una excusa para repasar las luchas sociales de las últimas tres décadas. 'Nosotros no queríamos ser los protagonistas de la obra, sino simplemente el hilo conductor', reconoce el cantante sobre un documental que en poco más de una hora y con los testimonios de antropólogos, músicos como Fermín Muguruza o Javi Chispes y protagonistas repasa las más destacadas de esas luchas, algunas de las cuáles fueron ganadas.

'Hemos ganado pequeñas y grandes batallas, como la de la insumisión contra la obligatoriedad de hacer el servicio militar, que si no recuerdo mal databa del siglo XVIII, o la de conseguir un estatuto no franquista para la Universidad de Sevilla (en cuya facultad de Historia germinó la banda, n.d.r.). El poder te pone un muro para no alcanzar a los nuevos tiempos, a las nuevas ideas de paz, solidaridad, la plenitud de los derechos sociales que se han ido consiguiendo a lo largo de años de lucha, pero eso no quita que esos muros se pueden poco a poco derribar. Lo que no se puede es parar de empujar'.

Y Reincidentes no paran ni en este último Aniversario, en el que además del documental y nueve temas nuevos, incluyen un CD con canciones de autores como Aute, Serrat o Lluis Llach que llevaron la bandera de la lucha política y social en las difíciles décadas de los 60 y los 70 en España. Madina habla de un disco de 'homenaje', de 'reconocimiento' a unos autores que llevaron primero una llama que ellos han recogido y llevado a otro punto. Preguntado por lo que siente porque el reconocimiento no sea recíproco, aunque es común en otras latitudes, Madina evita la polémica: 'Es verdad que en Francia, en Alemania, e incluso en Latinoamérica, hay más contacto intergeneracional entre artistas unidos por las mismas luchas, aunque de estilos diferentes. Ojalá ocurriera aquí, pero a estos artistas nadie se lo va a pedir porque bastante han hecho ya jugándosela cuando se la jugaron'.

Por otro lado y dentro del rock, el star system estatal tampoco parece haberse movido sustancialmente en la última década, desde que grupos como Marea o La Fuga se sumaron a los Barricada, Extremoduro, Suaves o Reincidentes. Sin embargo, para eso Madina sí encuentra culpables: 'Yo señalo a las discográficas, que en su momento optaron por el rock, como un valor, y poco después dejaron de hacerlo, a pesar de haber dado grandes pelotazos. Cuando las discográficas pararon con el rock, también lo hicieron las radios, que dejaron de pincharlo y si pinchaban algo eran clásicos y de fuera. Y finalmente los grandes festivales tampoco contribuyeron, porque han tardado mucho en reconocer a los grupos de chavales que venían detrás, tocando en muchos casos muchísimo mejor que nosotros y con ideas nuevas. Afortunadamente esta última situación se está revirtiendo y los festivales si están abriendo su puerta a nuevos grupos, o al menos a unos cuantos. Pero la labor discográfica y de difusión radiofónica está fatal. Es como si el rock español siguieran siendo Fito, Barricada y Rosendo, cuando en cada pueblo de España hay tres grupos buenos'.

Frente a ello, los músicos se encuentran ante un nuevo escenario, el de internet, al que Fernando Madina no es reacio. 'Ahora hay unas nuevas reglas del juego, según las cuales un archivo que yo tengo aquí en menos de un minuto está en la otra parte del mundo. No obstante, salvo algunas megaestrellas excepcionales, el resto siempre hemos vivido de tocar y que la gente viniera a vernos o no, no dependía de los discos que vendíamos. Siempre ha existido la promoción, con o sin internet, y es la promoción la que va a hacer que la gente vaya a verte tocar, que conozca tus canciones, bajadas o compradas. El objetivo ahora es que se conozcan tus canciones, que se conozca tu grupo, y que a partir de ahí la gente se decida a ir a verte tocar. A mí me da igual que una persona se compre o se baje nuestro disco. A mí lo que me interesa es que vengan a vernos tocar por han visto algo en esas canciones'.

La banda que hizo de Jartos d'aguantá un himno transversal y multigeneracional, juega ahora en ese escenario tras treinta años en la carretera. '27 de Reincidentes y tres de la banda seminal Incidente Local, en la que tocábamos Manuel (Batería), Barea (guitarra) y yo (bajo y voz), aclara Madina, para redondear una cifra cargada de años que reconoce que pesan. 'Hay que cuidarse un poquito, en concreto físicamente, pero en lo mental sucede todo lo contrario. Yo veo más lucidez, más ganas de trabajar, e incluso que ponemos el foco con más precisión de lo que lo hacíamos antes. Que igual tenemos más canas, hemos ganado algún kilo y las resacas nos duran dos días, bueno, eso le pasa a todas las personas, pero no le pesa al grupo', apunta Madina.

Reincidentes, operando autogestionados y asamblearios (Madina pone el bajo y la voz en el centro del escenario, pero - como se explica en Erre que erre- es solo uno más de un grupo en el que cuenta lo mismo el voto del batería o el del técnico de sonido o el de escenario, que son tan Reincidentes como los músicos) no tienen marcada una fecha de caducidad, asegura el cantante, ubicado hoy en su epicentro empujado por las circunstancias.

¿Con qué se quedaría de todos estos años? 'Hay tanto. Pero la primera vez que tocas con tus ídolos... La primera vez que tocamos con La Polla, que fue muy al principio, o con Rosendo o Barricada, que fue más tarde... la sensación que te invade es abrumadora. No crees que te esté pasando a ti. Y lo mismo sucede cuando vamos a Latinoamérica: tampoco puedes creer que tu música pueda haber hecho crecer algo dentro de gente que está a miles de kilómetros. O cuando tocamos en festivales aquí, donde hemos llegado a tener a 60.000 personas delante. Lo ves y dices: ¡uf!' apunta Madina, con una gran sonrisa y visiblemente emocionado. '¿Cómo parar? Si aún vivimos los sueños que teníamos de adolescentes?'.

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