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La rendija

JAVIER SÁEZ DE IBARRA

Hay crisis como hay hormigas dijo el padre.

(Dos oraciones impersonales. 'Las crisis' y 'las hormigas' son complementos directos, no sujetos; por eso nadie hay crisis, nadie hay hormigas, nadie las hace disculpe la intromisión.)

Anda no me jodas.

Pasó el ruido de un avión. Atravesó por el corazón del hogar

Me he quedado sin trabajo.

Pasó el ruido de otro avión ganando dinero.

El chico se puso serio; se puso mayor para preguntar:

Y eso ¿qué significa?

La madre estimó.

Pero tenemos ahorros todavía. Los examinaba el chico.

Pasó el mismo ruido de un tercer avión rascando el cielo arrojando su orina de silencio por el culo.

No seremos unos fracasados. Yo necesito las botas porque si no, no hay escalada. Yo necesito a Nuria. Yo necesito la montaña y a mis amigos. Yo necesito estos sábados que vienen. Yo necesito las botas.

Le dices las cosas a lo bruto, Antonio, y el chico no está preparado.

¿Qué te pasa?

¿Has llorado?

Más y más 'rugggiviones' (perdón por la fatiga, el gobierno de 2009 decretó que los habitantes afectados por la 'huella sonora' hermoso, como de san Juan no podrán recurrir nunca por hallarse bajo 'servidumbre de ruido', preciso término casi de poeta urbano).

Vaya caras. Voy a traer unas cocacolas.

¿Papá había llorado?, ¿no? Pero vamos a tener la casa y coche y mi colegio y las vacaciones. Supongo.

Mira, Eduardo, hay que ser responsables y solidarios en esta época difícil.

 

Hay que ser responsable en la política como en la vida, si la caja pública está vacía porque no paga ni dios entonces tenemos que recortar porque no paga ni dios y no se puede gastar porque no paga ni dios y si a dios le pides que pague aquí no se queda ni dios ni el dinero de dios, ¿entiendes? Pues es eso. Así que responsable significa eso: obedecer y te callas.

 

Había que ser. Tú ibas a trabajar, mamá iba a trabajar, yo iba a estudiar yo tenía mis botas.

Ahora debemos recortar gastos en la familia.

Por lo menos para picar algo hay Sentido del humor no le falta a esta.

Pero los padres de Gómez trabajan, y los de Claudia y los de Nuria y los de Marco.

A unos les toca un día; a otros, otro. Es duro pero es así.

La injusticia en el mundo es un avión. Llega y pasa y llega y pasa otra vez y llega mil veces y pasa pero vuelve a llegar otras mil veces y coges una piedra del suelo para tirársela pero llega y vuelve a pasar y llega casi te cae en la cabeza, ni le ha rozado.

Carlos, lo que te pedimos es que seas mayor.

Yo lo que pido es la montaña.

 

Todos tenemos que arrimar el hombro unos que arrimen el cazo, otros que se arrimen al precipicio. Son medidas dolorosas pero necesarias, son medidas olorosas pero decisorias, son medidas cancerosas por urinarias, son memeces cotorrosas pero censarias.

 

Hay cosas que se pueden hacer y cosas que ya no.

Pero la culpa pasa un avión pero la culpa pasa un avión pero la culpa de quién pasa un avión no es culpa de un avión pasa de nadie un avión.

 

Es un plan que para defender arriba España en los mercados evitó un más que probable un más que seguro un más que cierto más que verdad más que dogma más que dios desastre que hubiese arrastrado a la bolsa a la Bolsa a su bolsa encarecido la deuda desconfiando la duda de los mercados desconfiados que piden cariño y sobre todo confianza y autoestima y sobre todo cuidado con los mercaderes INTERNACIONALES SUPRAnacionales CONTRAnacionales contraRRACIONALES y permitió CUMPLIR tenemos que unirnos todos contra ellos, todos, y los banqueros y los empresarios queremos ajuste! Queremos a-juste! ¡Empresarios! y ¡Banqueros! llamando al jefe de la oposición: vota con el gobierno, vota con el gobierno y el de la opo que no que no que yo quiero mi dinerillo y el del gobi haz lo que te dicen estos haz lo que te dicen ¡pero haz lo que te dicen coño!

 

En el Barroco la crisis política, económica y social produjo una gravísima crisis demográfica, sin embargo cultural y literariamente nunca brilló tanto arriba España como entonces. Es cuando surgen los gigantes del así llamado con razón Siglo de Oro: Lope, Góngora, Quevedo, Calderón Señorita, dime Mari Carmen ¿qué significa crisis demográfica?

Así que nosotros vamos a ser unos barrocos unos fracasados. Yo iría a la montaña y me perdería con Nuria por un sendero escondido, nadie nos encontraría, viviríamos lejos de todo alimentándonos con pesca y frutos que hubiera, bajaríamos a pueblos pequeños y silenciosos donde las gentes nos ofrecerían casa castañas cariño cocina carbón.

(Eso si no mato a alguien que pueda.)

 

Ahora ya voy vestido de pobre. Que es la ropa de antes. Con grumos de lana en los jerséis, rajaduras en los bajos del pantalón, nieve en los cuellos. Mi pena mi vergüenza. Pero cómo se lo digo.

 

Y mi madre dijo: pero ¿no podemos hablar de otra cosa?

 

Hay que hacer los deberes hay que apretarse el cinturón hay que ver la luz al final del túnel hay que hacer un esfuerzo mayor porque así son brotes verdes de la prosperidad que asoman para que no caiga de la barrera psicológica de los sesenta mil números puntos, no podemos demorarnos para cumplir las reglas del juego que nos hemos dado y el lucro, estúpidos, el lucro a ver si es que una empresa va a tener que ser ahora las hermanitas de la caridad no si ya no si ya no si ya si ya si ya si ya ya ya ya ya ya.

 

Mamá nos llevó un domingo afuera. Como ya no tenemos coche, fuimos en autobús hasta la última parada, luego andando adonde empieza la tierra, el campo. Madre nos guiaba (no sé por qué quiero llamarla así). Dimos patadas a una pelota. Tomamos tortilla, embutido, unas naranjas. Padre se echó la siesta. Me quedé con madre antes de un paseo yo solo; me lo había pedido ella. No lloraba, yo creo que nunca llora. Mira, me dijo, qué bonitos estos lirios, vestidos de hermosura () Nos trajimos algunos en una bolsa de plástico.

 

Mis tíos vienen más. También vamos nosotros. Yo juego con mi primo Esteban. Y mi cuñada Mari siempre trae alguna cosilla para tomar con el café. Estuvo bien la tarde, Juan, hombre, estas partiditas ya se echaban de menos. ¡Hermano! Nunca había oído esa voz en su boca.

Es verdad que pasan más aviones. En tres meses miles en diez meses cientos de miles. En dos años cientos de miles de cientos. Y ninguno se ha caído de ahí todavía.

 

¿Y desde cuándo tienes esa peca, tú? me preguntó mi padre.

 

¿Qué prefieres, Lengua o Matemáticas?

Tú, papá a qué edad dejaste de estudiar.

¿En qué piensas, que te distraes tantísimo?

Y tú cuando entonces supongo que en ese caso siempre que me imagino que ya os lo habrán dicho que bueno yo no estoy en contra ahora que en ese caso bueno o sea tomarás precauciones.

¿De verdad jugabais al parchís?

Pero bueno, y esa Nuria qué.

 

Había un vaso de agua con gotitas sobre el mármol. Un vaso limpio lleno de agua. Digno.

El agua alma del vaso, poder del vaso. Indistinguibles en una sola esencia.

Aprobé el curso. Como decían mis padres, fui responsable. Luego hice bachillerato. Estudié de verdad.

 

Estamos sólo ocupando una rendija, Mariana. Un día la roca desciende y nos aplasta como a cualquiera.

No no no no no no no no no no no no. No, Antonio. Nuestra grieta inmensidad.

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