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El retorno de los ultracuerpos

Tras ser rescatada de una cámara de torturas en Corea del Norte Evelyn Salt se ve enfrentada a un reto todavía mayor

EULÁLIA IGLESIAS

'SALT '

Director: Phillip Noyce

Género: acción

Reparto: Angelina Jolie, Liev Schreiber, Chiwetel Ejiofor

Duración: 100 minutos

Quien le iba a decir a Jack Finney, autor de la novela de ciencia ficción ‘Los ladrones de cuerpos' tantas veces adaptada al cine, que años después del final de la Guerra Fría alguien iba a hacer una lectura literal de la interpretación político-conspiranoica de su texto.

Aunque situada en la actualidad, ‘Salt' recupera a los archienemigos de EEUU de toda la vida, los rusos, y los convierte en los ejecutantes de una invasión de ultracuerpos en territorio norteamericano. En este contexto argumental tan inverosímil a estas alturas, se sitúa la nueva película al servicio de una Angelina Jolie en su faceta de estrella del cine de acción del siglo XXI, en un papel previsto en principio para Tom Cruise.

En el cambio, el personaje mantiene los rasgos de cualquier protagonista masculino de una ‘action movie' y adquiere los matices de papeles similares interpretados antes por mujeres como Jennifer Gardner en la serie ‘Alias'. ‘Salt' celebra el impresionante físico de Angelina Jolie. Pero no en un sentido erótico (aunque sus labios se empeñen en recordar lo sensual que es).

Ante un argumento absurdo, pero no lo suficientemente delirante para resultar divertido, y una trama llena de agujeros y giros tópicos, el cuerpo de la actriz se convierte en el verdadero motor del filme, una máquina humana de espléndidas curvas capaz de descender sin ayuda por el hueco de un ascensor, brincar de camión en camión y saltar desde un helicóptero. En puro culto a un cuerpo en acción queda esta película que ni siquiera se acerca a funcionar como la versión femenina de su referente: la serie de Jason Bourne. Porque en el caso de este otro agente de la CIA, también condenado a huir, sí se transmitía el peligro de la huida. 

Tras ser rescatada de una cámara de torturas en Corea del Norte, gracias a la insistencia de su futuro marido, la agente de la CIA Evelyn Salt se ve enfrentada a un reto todavía mayor. De vuelta a su país, un espía soviético la acusa de querer asesinar al presidente de Rusia. ¿Es o no es Salt una agente doble? Mientras la CIA y el FBI se deciden, ella echa a correr...

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