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Riesgo, crisis y el ojo comercial

Los diseñadores Elisa Palomino e Ion Fiz analizan las posibilidades del diseño español en el mercado actual

ROCÍO PONCE

Cibeles abría este sábado la jornada con una de las debutantes en la pasarela madrileña, pero no en el mundo de la moda. La valenciana Elisa Palomino volvía, cual hija pródiga, a presentar su colección Eternal Spring. Tras pasar por pasarelas de primera línea, como Milán y Roma, las diferencias con la semana de la moda madrileña son, según Palomino, considerables: 'Aquí los desfiles son comedidos y no hay un excesivo número de diseñadores por día. En cambio, en Nueva York es impresionante por el número de desfiles a los que tienes que salir corriendo para poder llegar. Eso hace a Cibeles más accesible'. Además, desde el punto de vista económico, presentar una colección en Madrid es mucho más barato que en el resto de pasarelas gracias a la ayuda estatal. 'En EEUU tienes que desembolsarlo todo tú y es carísimo', explicó la diseñadora afincada en Nueva York.

Ion Fiz, que también presentó ayer su colección Love at first sight o su amor por los macarons (pequeños dulces franceses), opina que a la semana de la moda de Madrid lo que le falta es 'repercusión internacional y un aforo más grande'. Entre ambos diseñadores se produce un genial cruce, ya que mientras Palomino vuelve de la Gran Manzana, Fiz sueña con volar hacia ella. 'Probar suerte en Nueva York es un proyecto que tengo en mente', asegura el diseñador vasco. Para Palomino el hecho de que el mercado americano sea 'tan comercial' permite que el público disfrute de la llegada de 'piezas distintas o desfiles más teatrales' como el suyo. 'Se sorprenden con ellos porque están acostumbrados a desfiles muy fríos y nunca innovan', indica.

«Ahora todos tienen miedo a hacer cosas distintas», señala Palomino

Marcados por la crisis, los diseñadores ven cómo evolucionan no sólo las colecciones buscando la complicada fórmula que mezcla originalidad y ventas, sino también sus formas de trabajar y comercializar. Ion Fiz, como tantos otros, está a punto de lanzar su tienda online, el obligado paso digital hacia nuevas formas de comprar, pero las circunstancias le han convertido en un diseñador a la vieja usanza. 'El tipo de consumo está cambiando, ya no se distribuye tanto a tiendas multimarca porque la clienta se ha transformado.

Ahora la que paga, quiere un producto especial y personal. Algo muy de capricho que viene por la crisis', explica el diseñador. Ha sido esta reciente faceta la que incluso le ha inspirado para su nuevo trabajo: 'tras un año haciendo vestidos a medida y con atención personalizada he sentido el desarrollo del vestido de forma artesanal y por eso mi colección tiene un perfil que atrae a ese público'.

«He hecho una colección especial que no será fácil de vender», dice Fiz

Elisa Palomino combate la adversa situación económica con la imaginación multidisciplinar, 'ante esta situación hay que ser polivalente'. La demostración son las películas que su marido y ella realizan: Algunas sirven de inspiración y otras nacen de los propios diseños. 'Intentamos hacer todas las cosas posibles porque si no la moda sería demasiado aburrida', explica. Inspirada por el mito de Perséfone, Monet y los mantones de manila de su bisabuela que no se los quita de encima, Palomino se siente a gusto entre artistas y movimientos culturales: 'No quiero que mi producto sea un vestido sin más, tiene que haber arte detrás de él'.

¿No asusta arriesgar en épocas donde si no vendes, desapareces? 'En la moda ahora todo el mundo tiene miedo a hacer cosas distintas, pero hay que hacerlas para que el público tenga donde elegir', explica. Por su parte, Ion Fiz no cree que haya que hacer necesariamente cosas extravagantes para la pasarela: 'Yo he hecho una colección especial que no creo que sea fácil de vender'. Palomino tampoco conoce el miedo, 'en otras circunstancias sí, pero en el trabajo me siento libre'. Además, presume de su 'ojo comercial', que le hace equilibrar las colecciones con piezas de desfile y otras más comerciales: 'Es la clave del éxito', señala convencida.

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