La aparición en San Sebastián del actor estadounidense John Travolta ha sido una de las más sonadas de los últimos años del festival. Más de un millar de personas esperaron al actor a su llegada y éste no decepcionó. Dio la mano a todos los que pudo, se dejó hacer fotografías, sonrió, saludó… Hizo, en definitiva, lo que se espera de cualquier estrella de cine que aparezca.

No fue lo mismo a la hora de contestar a las preguntas de los periodistas. El inolvidable Tony Manero de Fiebre del sábado noche, que  recibirá esta noche uno de los Premios Donostia de esta edición, puso la nota excéntrica en la conferencia de prensa. Mientras Oliver Stone hablaba de política internacional, se mostraba partidario de la legalización de la marihuana –“es un regalo de los dioses y puede ser algo bueno para la humanidad”- y de cualquier combinación amorosa, Travolta  se olvidaba de las preguntas, hacía el último chiste a las respuestas de sus compañeros o preguntaba a las mujeres de la sala: “¿Señoritas, creen que es una fantasía tener dos hombres a la vez?”

“Quentin (Tarantino) es un gran fan mío –dijo-, escribió un papel delicioso para mí en Pulp Fiction y eso fue una oportunidad fantástica para mí. Me hizo nacer de nuevo en mi carrera”. Travolta reconoció también su agradecimiento a Brian de Palma, con quien empezó y que “luego me tomó en serio como actor que es lo que yo quiero”.

Benicio del Toro, que entrega esta noche las medallas a ambos, está presente en el festival como actor en Savages y como uno de los directores de la película colectiva 7 días en La Habana. De la primera destacó la posibilidad de trabajar con Oliver Stone, “un maestro”, del que dijo que es uno de los pocos que se salen de la fórmula de la industria de Hollywood. “Es triste que no pongan el mismo empeño en hacer un cine con un poco de conciencia”. En cuanto a la experiencia de dirigir, confesó que le gustaría seguir por ese camino, “aunque a mí no me van a dar plata por hacer eso, me la darán por actuar”. Por interpretar papeles de latinos, para los que “hoy hay más oportunidades, aunque el tipo de personajes siguen siendo los mismos. Lo que pasa es que en Hollywood no hay un director latino que hable de la situación de estas personas en Estados Unidos”.