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"El sexo ha condicionado las decisiones de nuestros políticos"

El catedrático de Historia Moderna publica 'El sexo y los políticos', un libro sobre cómo la vida íntima de los dirigentes ha marcado el devenir político de nuestro país

YERAY CALVO

La historia de España narrada a través de la vida sexual de sus gobernantes. Es el recorrido que propone el catedrático de Historia Moderna Fernando Bruquetas de Castro que abre la puerta, con su libro El sexo y los políticos, a las historias íntimas de unos dirigentes que marcaron con sus decisiones el devenir de un país. Un trayecto que se inicia en el reinado de Isabel II y que culmina en la Transición, plagado de infidelidades, mentiras, perversiones y engaños. No es Amar en tiempos revueltos, es la historia de los gobernantes españoles. Y en ella encontramos algo más: instrucciones genéticas del ADN que, en opinión de Bruquetas, conforma la (doble) moral sexual de nuestra sociedad actual.

¿El sexo ha condicionado decisiones políticas en la historia de España?

Sí. No es generalizable pero hay algunos casos en los que ha sido determinante. Por ejemplo, en la salida de España de Isabel II, en su exilio. Viene determinado, primero, por haber pensado que no hay enemigo pequeño, pero también por el conocimiento que tenía la gente de su vida íntima. Es lo que va a determinar que el general Dulce se adhiera a la Revolución Gloriosa, y eso es lo que le va a poner en la calle.

¿Por qué ceñirse a ese período tan concreto, desde el reinado de Isabel II hasta la Transición?

Termino en la Transición porque cuanto más nos acercamos al presente menos datos hay de la vida íntima de los políticos. En la actualidad es casi imposible. Además corría el peligro de no hacer historia sino de describir algo del presente, que tampoco es mi especialidad. 'Cuanto más nos acercamos al presente menos datos hay de la vida íntima de los políticos'

¿Por qué ahora hay menos datos sobre la vida íntima de nuestros gobernantes que en el pasado?

Es la legislación, que prohíbe hablar de estas cuestiones íntimas. Eso no sucedía en el pasado. En el siglo XIX y principios del XX no había nada legislado al respecto y los periodistas podían escribir incluso sobre lo que ellos pensaban.

¿Es necesario conocer la vida íntima de nuestros gobernantes? ¿Se muestra partidario de que haya más transparencia en este sentido? ¿Es relevante o cotilleo?

Lo que uno echa de menos no es sólo la transparencia, que es lo de menos, sino las memorias de nuestros políticos. Siempre se ha dicho que los políticos españoles no tienen tradición de escribir sus memorias, como pasa por ejemplo en el resto de Europa, donde sí es habitual que cualquier político de la categoría que sea termine su vida pública escribiendo sus memorias. Y contando todo o casi todo. Dejando entrever algo que nosotros no tenemos. Eso sí se echa de menos porque la mayor parte de la documentación que yo utilizo, aparte de la prensa diaria, es la memoria de los políticos coetáneos. Casi todos hacen unas memorias en la actualidad muy edulcoradas, que tienen poco que ver con la realidad. 'Lo que más me ha llamado la atención es que los hombres eran muy putañeros'
¿Cuáles han sido los episodios que más le han llamado la atención en la historia de España?

El putañerismo que existía en todos los hombres. Eran muy putañeros. Estaba hasta bien visto. Lo que más me ha llamado la atención es lo de Franco. ¿Por qué Queipo de Llano le llamaba Paca la culona? Eso todavía me tiene intrigado, no tengo ni idea... La culona, vale, porque el hombre tenía el culo gordo, pero ¿y por qué lo de Paca? ¿Por qué no Paco el culón? Me tiene todavía dándole vueltas... no sería que este hombre perdía aceite... pero no tengo ni un solo dato para poder opinar sobre este tema. Por eso utilicé un artículo de Vázquez Montalban en El País para resituar al personaje.


Fernando Bruquetas. EFE

¿Sobre Franco me imagino que sería complicado encontrar información?

No había ninguna. Durante el franquismo no hay ni un solo dato sobre Franco ni su vida íntima y personal. Estuve buscando el expediente personal pero no está ni en el archivo militar.

Bruquetas no ha encontrado 'ni un sólo dato' sobre la supuesta homosexualidad de FrancoDe todo lo que ha estudiado, ¿se puede establecer algún patrón entre dirigentes de la época?

La hipocresía de la moral burguesa, que se adueña de lo que sería una actitud generalizada en España a partir del reinado de Isabel II. Por un lado está la vida privada de los políticos, que eran todos unos calaveras, incluida la reina, que era una golfa, en el mejor sentido de la palabra. Porque hoy no se nos ocurriría criticar una actitud como la de ella. Simplemente sería una actitud liberal y ya está. Pero en aquella época era un escándalo constante que se encargaba de amplificar la prensa. La moral burguesa se impone a partir de esa época y llega hasta la actualidad. Lo que va a primar después en todos estos políticos es la hipocresía de hacernos creer que ellos cumplían el canon de perfecto burgués y luego eran unos crápulas.

¿Cree que esto pasa con los políticos que tenemos actualmente?

Hombre, yo en la intimidad he conocido algunos políticos (risas) pero tampoco sé si eso es extrapolable, ni siquiera si se puede generalizar (más risas).

'Isabel II era una golfa, en el mejor sentido de la palabra'¿Había diferencias según la ideología en dicha moral?

La República duró tan poco que no hay espacio temporal suficiente como para hacer un estudio histórico y comparativo con lo que sería el siglo XIX y el resto del XX, con la dictadura. En cuanto a moral sexual, en los tres años de la II República no hay parámetros que nos permitan hacer una comparación. Faltó tiempo. Sin embargo, por el tipo de legislación, podríamos decir que la tendencia, aunque es un atrevimiento por mi parte como historiador, sería liberalizar ciertos comportamientos. Pero eran igual de intolerantes, como por ejemplo con la homosexualidad. Es una cuestión de mentalidad y la mentalidad no se cambia simplemente por tener una legislación más o menos liberal. Se necesita mucho tiempo para que repercuta luego en la actitud y en el comportamiento. En la misma época, tanto los de una ideología como los de la contraria eran igual de intolerantes. De hecho, esa intolerancia fue la que nos terminó llevando a una guerra.

Una vez dijo que 'si al sexo se le suma la economía tenemos las revoluciones históricas'.

Marx decía que la economía es el motor de la historia, pero también es importantísimo tener en cuenta el sexo. La vida íntima y las relaciones sexuales, las humanas en general, son importantísimas. Porque, si a eso le sumas un condicionante económico, tenemos las revoluciones.'Los de una ideología y los de la contraria eran igual de intolerantes'

Me imagino que una dictadura tan larga como la que hemos padecido en España puede suponer un lastre en la moral sexual de hoy en día, quizás anclada aún en el pasado...

Tenemos el lastre de la doble moral.  En la vida personal cada uno hace de su capa un sayo, porque además eso ha sido muy español. Ya no es una cuestión de la dictadura franquista, esto parece que viene de lo más profundo de nuestro pasado. En lo privado tenemos un comportamiento distinto de lo que aparentamos o de lo que tratamos de aparentar. También es lógico que sea un atavismo histórico, en nuestro caso por el influjo que tuvo una institución tan represiva como  la Inquisición. Acaba en 1823, pero solo estamos 100 años sin Inquisición. Luego viene el franquismo y el comportamiento tenía que adecuarse 100% a esa moral catolicista. En lo íntimo uno hacía de su capa un sayo y en la vida pública trataba de comportarse como si fueran unos santurrones o unos meapilas.

De este modo se puede concluir que el sexo -a través de sus gobernantes- influye en la historia del mismo modo que la historia influye en la moral de la gente. La pescadilla que se muerde la cola.

Eso lo que estamos viviendo. Incluso en nuestra vida particular. Puedes plantearte ‘yo por qué actúo de esta manera': porque estás influenciado por tu educación, por lo que has visto, por lo que tú consideras y por lo que consideran los demás, y cada cual actúa según lo que buenamente cree, pero todos los condicionantes son culturales, sociales, económicos, religiosos, morales... Aparte de los genéticos, que nos llevan a comportarnos de una determinada forma.'Si al sexo le sumas la economía, tenemos las revoluciones'

¿Se puede decir que el reflejo de la vida sexual de los políticos es el de la propia sociedad, o tiene condicionantes particulares?

Sí, porque los políticos no están hechos de una manera distinta. Los políticos somos nosotros cuando nos dedicamos a la política. Es cualquiera. Sí es verdad que la política tiene una particularidad muy especial. La erótica del poder hace que un adefesio se convierta en el tipo más atractivo de mundo, por arte de magia. Porque tiene el poder de cambiar las cosas. Quieras que no, aunque sea horroroso, se le ve como si fuera Marilyn Monroe. El atractivo es simplemente el que se puede expresar moviendo el pulgar con el índice y el corazón, y haciendo así como una especie de masajito, ¿sabes? Las perras [el dinero], ahí es donde está quid de la cuestión. 'La erótica del poder hace que un adefesio se convierta en el tipo más atractivo'

¿Cree que algún día se podrá hacer un libro como el que ha hecho de los gobernantes de la actualidad?

Claro que sí. De hecho, tenía un gran tocho para escribir cosas del presente pero me iba a quedar muy largo y, además, no es un campo que pueda analizar históricamente. Me quedo en la Transición porque encontré un libro genial para mí que es el que escribió Federico Utrera, Los Leones del Congreso, periodista parlamentario durante la Transición. Todo lo que cuenta él lo vivió de primera mano y lo utilicé para el último capítulo. Pero creo que sí, no un libro de historia, pero sí cualquier tipo de ensayo. Y creo que tiene bastante material, solamente con la familia real ya tiene de sobra.

'Tenemos el lastre de la doble moral desde la Inquisión'El historial del rey se antoja bastante jugoso...

Algún periodista me ha preguntado sobre el tema y yo le digo que soy funcionario público. Juramos lealtad al rey, a la Constitución. Además soy también monárquico, creo que la monarquía tiene todavía un papel importante que hacer en este país. Yo no quiero criticarle de ninguna manera, y a lo mejor en el libro puede subyacer esa idea...

'Sólo con la familia real ya habría material de sobra para un libro'¿Lo considera un terreno pantanoso?

Claro, es un jardín lleno de ortigas. A mí el rey, pese a todo los devaneos que tenga y las meteduras de pata, que a veces son tropezones (ríe), me merece respeto, no quería tocar ese aspecto porque podía ser muy criticable.

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