Público
Público

La solución del crimen perfecto

L.A. Noire. Un completo juego de investigación ambientado en el cine negro

ÓSCAR ABOU-KASSEM

Nada más iniciar la partida en L.A. Noire uno tiene la sensación de estar viendo una película de cine negro. Y es que jugar a este título es como estar viviendo dentro de una novela de James Ellroy. La excelente ambientación en Los Ángeles de mediados de los años cuarenta y las constantes referencias a películas como L.A. Confidential o La dalia negra hacen que el traslado a esa época sea automático.

Aunque lo habitual en los últimos años ha sido ser un aspirante a mafioso que emplea su propia justicia, esta vez seremos un agente de policía, Cole Phelps, que intenta resolver una serie de crímenes violentos que llenan las portadas de los periódicos sensacionalistas de la ciudad californiana.

Jugar a 'L.A. Noire' es como estar viviendo en una novela de James Ellroy

El pasado persigue a Phelps a modo de flashbacks, que el protagonista irá recordando cada vez que se encuentre con un periódico. Como en una buena novela negra, la complejidad de los personajes va creciendo al mismo ritmo que lo hace la trama y sus giros inesperados.

L.A. Noire permite al usuario jugar varios tipos de juego a la vez. Se recupera el espíritu de las antiguas aventuras gráficas pero también tiene acción. Y lo bueno es que cada usuario puede elegir a la carta el nivel de acción que se quiere aplicar durante el desarrollo de la trama.

Ante todo, es un juego completo en su concepción. A la jugabilidad que tenía la saga GTA se le ha sumado la libertad de interactuar con el entorno y sus objetos que mostró el año pasado Heavy Rain. Pero es con la columna vertebral del videojuego, la investigación, con la que logra sus notas más altas.

El juego combina el espíritu de las aventuras gráficas con la acción

Al igual que en su día hizo Red Dead Redemption, el juego se apoya en el motor gráfico del GTA IV. Tanto en la posición de las personas y los lugares en los mapas como en los disparos y en el comportamiento general de los coches, de los que hay hasta 90 modelos.

Pese a la libertad general que ofrece el juego, el proceso de la investigación suele ser siempre el mismo. Visita a la escena del crimen, interrogatorio de testigos, registro de nuevos escenarios y acusación formal contra el principal sospechoso.

Hay que ser minucioso en la escena de cada crimen. Se debe seguir un ritual similar al de un cirujano antes de una operación delicada. Hay que examinar todas las pruebas con detenimiento para distinguir el grano de la paja. No todos los objetos tienen relevancia pero hay que rebuscar hasta en el último rincón para contar con todo lo necesario para resolver el caso con garantías.

También hay pistas que ayudan a encontrar el camino correcto. Los cambios bruscos en la música o la vibración en el mando nos indican si estamos ante algo a lo que debamos prestar atención.

La parte mejor parte del juego, por original y conseguida, son los interrogatorios. Ayudados por la libreta, en la que se van apuntando automáticamente los detalles más importantes en las declaraciones de los testigos y las pruebas, debemos fijarnos en el comportamiento de los implicados y los sospechosos. Es aquí donde mejor se aprecia el trabajo realizado por Rockstar. Los gestos, las muecas, los tics, los movimientos faciales, las miradas esquivas y los cambios de voz están tan bien recreados que hacen sentir al usuario que está en una película.

Los implicados en los casos nos darán pistas fundamentales pero también nos pueden mentir porque tengan algo que ocultar. Con los sospechosos el proceso es mucho más simple y buscaremos arrinconarlos apoyados en las pruebas reunidas. Las marcas en la libreta nos irán indicando si el interrogado nos ha mentido.

En caso de duda se puede recurrir a una ayuda, limitada, llamada intuición que eliminará una de las respuestas falsas. Se trata de un comodín del 50% muy útil contra los sospechosos más indescifrables. En cualquier caso, la lógica y el sentido común son más fiables que los comportamientos de los acusados.

Durante la resolución del caso los criminales pueden confesar con más o menos facilidad o resistirse y hasta intentar huir. Esta el parte más GTA del juego. Con persecuciones con coche o las más entretenidas por los tejados. Alguna vez pondrán a prueba nuestra puntería cuando los delincuentes usen a un rehén como escudo humano y tengamos que acabar con él sin herir al inocente.

Entre caso y caso tendremos que ir por unas calles de Los Ángeles que parecen fotocopiadas. No solo los nombres reales y sus edificios más emblemáticos, también los detalles más pequeños como los carteles publicitarios de la época o las cajetillas de tabaco. Durante esos paseos iremos recibiendo avisos por la radio de policía instalada en el coche. Es aquí donde el usuario decide el nivel de violencia que quiere aplicar a L.A. Noire. Si acepta los encargos logrará más ayudas (intuición) y experiencia a costa de resolver crímenes exprés como atracos a bancos o comercios.

Todo esto funciona a la perfección bajo una banda sonora excelente en una ciudad marcada por la corrupción, el machismo, una justicia que funciona mejor para los poderosos y muchos crímenes por resolver.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?