Público
Público

Surrealistas sin saberlo

La Fundación Juan March reúne cerca de 300 obras en una muestra que permite conocer los precursores de este movimiento artístico y literario

J. LOSA

¿Qué conexión existe entre Man Ray y Alberto Durero? ¿Qué puede compartir uno de los máximos exponentes del dadaísmo y el surrealismo con el padre del Renacimiento alemán? En este interrogante podría resumirse la cuestión que plantea la exposición Surrealistas antes del surrealismo. La fantasía y lo fantástico en la estampa, el dibujo y la fotografía.

La Fundación Juan March en colaboración con el Germanisches Nationalmuseum de Núremberg ha logrado reunir una muestra de cerca de 300 obras en diferentes formatos, que abarca desde el Medievo tardío hasta el propio surrealismo del siglo XX y que, a modo de árbol genealógico, permite conocer los parentescos y precedentes de este movimiento artístico y literario. Una mirada 'retroactiva' del surrealismo en la que Picasso dialoga con el grabador barroco Jacques Callot o en la que los aguafuertes de Francisco de Goya y los collages de Max Ernst parecen rivalizar en inquietud y fantasía.

'Cuando ocurre algo importante, la historia de la Cultura no solo crea sucesores, sino precursores y eso es lo que mostramos en esta exposición', ha apuntado Manuel Fontán, director de exposiciones de la fundación, que ha contado con la coopreación como comisaria invitada de Yasmin Doosry, directora de Obra Gráfica del museo de Núremberg.

Las creaciones muestran de manera representativa la enorme riqueza iconográfica que encierra los hallazgos artísticos de la fantasía y el género fantástico. Una mirada, la de los surrealistas, capaz de nutrirse de una larga tradición de arte de la subjetividad y que, tal y como se encargó de subrayar Fontán, 'ha sido la más inclusiva de todas las vanguardias', incorporando a sus disciplinas todo el arte fantásticos desde la Edad Media.

Un viaje de cinco siglos en el que de un total de 300 piezas, más de 160 son estampas, dibujos y fotografías. De estas, 115 pertenecen a los antecedentes surrealistas, autores que, sin saberlo, sirvieron de inspiración a las vanguardias, como si la historia les hubiera dado un protagonismo que ellos nunca buscaron. En palabras de Fontán, 'esta exposición es un gigantesco anacronismo, pero ni la historia del arte, ni la realidad, se puede introducir en archivadores separados'.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?