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¿Quién teme al gigante Amazon?

El sector editorial independiente no tiene miedo a la librería online y busca nuevas fórmulas de negocio con el ebook

P. C.

El sector independiente del libro lo tiene claro con respecto al ebook: menos histerismo y más valentía para crear nuevas líneas de negocio que permitan la adaptación de la industria a este soporte. Este es, al menos, el pensamiento que se manejó en el I Encuentro de Librerías y Editoriales Independientes Iberoamericanas que se clausuró ayer en Zaragoza.

Porque todos saben que el libro electrónico ya está aquí y que en muy pocos meses desembarcará en España el gigante Amazon, la librería online que copa prácticamente todo el mercado norteamericano. También que las propuestas españolas hasta la fecha como Libranda o Publidisa no han funcionado: la cuota de facturación del libro digital no llega al 3%. Y lo más negativo: la consecuencia de la política practicada hasta hoy (precios altos y poca oferta) ha sido un aumento de la piratería.

¿Qué hacer ante este panorama? Lo primero, no perder los nervios. No caer, como muchos argumentan, en suicidios como los que cometió la industria discográfica hace unos años. 'Se está hablando de este tema de una forma desproporcionada. No hemos notado nada con el ebook y creo que nos queda todavía suficiente negocio como para seguir adelante', manifiesta Margrit Lömker, de la distribuidora Les Punxes. Su colega Javier Cambronero, de la distribuidora UDL, mantiene una posición parecida: '¿Quién nos ha metido en este debate? Las empresas tecnológicas. No sé por qué hemos entrado cuando no lo hicimos con el audiolibro', lamenta. No obstante, su sector es uno de los más afectados por el libro digital. De ahí que Lömker no obvie la relevancia de la llegada del monstruo Amazon: 'Es evidente que en este terreno nosotros nos quedamos fuera. No veo la posibilidad de negocio. Habrá que tener otras estrategias', dice Lömker. ¿Cuáles? 'No las voy a desvelar. No quiero que se conozcan', zanja la distribuidora.

Desde las librerías, otro de los sectores más damnificados, Michelle Chevalier, directora de CEGAL (Confederación Española de Libreros) también llama a la calma. Según ella, que conoce bien la industria francesa, en el país galo la tienda norteamericana no ha arrasado como se suponía en un principio. La razón es que el mercado francés tiene los precios regulados, como España. Impera la ley del precio fijo. 'Y si Amazon quiere implantarse, tendrá que adecuarse a la regulación española. Nosotros, como CEGAL, estaremos vigilantes para que esto se cumpla', avisa.

'Debemos dar con una fórmula que no mate al librero', dice otro editor

Para Chevalier, el cierre de librerías en los últimos tiempos no es atribuible en ningún modo al libro digital, como, por ejemplo, han señalado desde la cadena norteamericana Borders, que acaba de despedir a buena parte de sus 19.500 empleados. 'Las bajas en las librerías se deben más a jubilaciones, a la crisis económica y al daño que está haciendo la gratuidad de los libros de texto, que al libro electrónico. Amazon entrará con fuerza, pero ya veremos', indica.

A este intento por templar armas se suma, por otra parte, la necesidad de promover nuevas estrategias en el marco del negocio digital. Por esta razón, los editores independientes ya se han empezado a mover al margen de las plataformas digitales actuales. Un movimiento que, según este sector, pasa por solucionar los dos grandes problemas del mercado digital: el precio de los ebooks y el difícil acceso a los contenidos por la falta de formatos estándar.

Así, dentro de un mes comenzará a funcionar librosinlibro.com, una librería virtual compuesta por los fondos de las editoriales Libros del Viento, Menoscuarto y Rey Lear, a la que se pueden sumar otros sellos. Su gran baza: llevar a cabo lo que Eduardo Riestra, editor de Libros del Viento, denomina 'comercio amable'. Según él, 'la mayor parte de la piratería procede de la hostilidad. La web 2.0 también debe dar un precio amable, es decir, un 40% de su precio en papel. Si el libro te vale 22 euros, que en la red te cueste 8'.

'Si el libro te vale 22 euros, que en la red te cueste 8', afirma Riestra

Esta propuesta, sin embargo, choca con los intereses de las librerías, que no quieren quedarse fuera de la venta digital. 'Este es un debate interesante. Yo creo que debemos dar con una fórmula que acoja a todos. No podemos matar al cómplice, que es el librero', manifiesta Juan Casamayor, editor de Páginas de Espuma.

Pero ¿qué ocurrirá mientras tanto? ¿Cómo pueden adaptarse las librerías? Ester Madroñero, de Kirikú y la Bruja, de Madrid, sostiene que la verdadera fórmula es implementar el contacto directo. 'Para vender ebooks, tendría que invertir muchísimo tiempo. Voy a seguir promocionando el libro en papel', admite. Ella, como el resto de libreros consultados, apuestan por las actividades extracomerciales: más presentaciones de libros, más clubes de lectura y más talleres.

Nadie tiene miedo al lobo feroz llamado Amazon. Pero todos están alerta.

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