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Tristán Ulloa: "El Gobierno quiere aniquilar la cultura en represalia"

El actor dirige 'En construcción', una obra sobre la emigración y el desarraigo

BEGOÑA PIÑA

'Lo que está haciendo el Gobierno es una clara represalia, quiere aniquilar la cultura de este país'. Así de rotundo lo dice Tristán Ulloa, una de las víctimas de la situación que vive hoy el cine y el teatro en España. 'Ahora trabajo el doble, pero por la mitad de la mitad. La taquilla nos machaca a todos. La situación es insostenible'. Sin embargo, él mismo insiste en que ante esto hay dos opciones: quedarse en casa o intentar hacer algo.

Él ha apostado por lo segundo y, un par de semanas antes de meterse en la piel de Bruto, en un montaje de Julio César, estrena como director En Construcción en la madrileña sala de Lavapiés Teatro del Arte. Y, entre tanto, ya prepara su segundo largo como director, que hará también con su hermano David, y que podrá arrancar gracias a las ayudas de Francia.

corralito

Carolina Román y Nelson Dante, autores y actores de la obra, se han puesto en manos de Tristán Ulloa para poner en escena su texto, relato de una historia de amor y desamor, de una pareja que abandona Argentina con su bebé huyendo del corralito y que, años después, encuentra en España aquello mismo de lo que escapaba. Es evidente el efecto espejo que tiene esta obra en los espectadores españoles hoy, y sería ridículo no ver el baño de humildad que supondrá para los que miraron por encima del hombro a Argentina y pensaron que aquello jamás pasaría aquí.

La obra supone un baño de humildad para los que despreciaron a Argentina y pensaron que aquí jamás habría un 'corralito'

'No se trata de echar en cara nada a nadie, pero ahora aquí nos podemos sentir reflejados en esta historia y con este trabajo no vamos a evitar eso. Es un trabajo nada complaciente, sin concesiones', afirma Tristán Ulloa, que reconoce que el texto ha ido cambiando, adaptándose, a medida que se deterioraba la situación socioeconómica en España.

Muchos de sus amigos, argentinos como los personajes de la función, han regresado ahora a su país o lo harán pronto. 'Hemos tirado de historias conocidas, de gente cercana que está pasando por esto'.

'Uno se va de su país muy a pesar suyo, dejando una vida atrás. Y cuando en el nuevo sitio se ponen feas las cosas y te vuelve a echar, sientes un enorme desarraigo', añade el actor y director, que reconoce que en España, donde hoy se viven las circunstancias que otros vivieron antes, hay gente que sigue sin querer ver las cosas como son. 'Y hay una perversión del lenguaje, a nosotros nos quitan el trabajo los que vienen de fuera, mientras que los españoles nos vamos a buscar la vida al extranjero'.

'Todos aspiramos a una vida digna, si no aquí, en otro sitio. El problema es que cuando llegas al otro sitio, no es oro todo lo que reluce', sentencia Tristán Ulloa que, por supuesto, se refiere a las condiciones que viven hoy los inmigrantes en España, donde se han convertido en desamparados sociales sin derecho muchos de ellos a servicios sanitarios.

Los dos personajes de En construcción dicen todo esto en voz alta y desde una pequeña historia de amor. 'Desde lo micro, una historia de amor, hablamos de lo macro'. Al mismo tiempo, la obra, que recorre ese camino de vida, esa experiencia vital, se convierte ella misma en un producto de estos tiempos. 'La forma en que se ha hecho este montaje tiene que ver con el momento que estamos pasando', reconoce el director, que dirige a dos actores, en un escenario donde se proyectan algunos vídeos -imágenes de archivo o rodadas por él y su hermano-, y que ha trabajado con un equipo de primera que, como él, no puede cobrar lo que merece.

En construcción no tiene ayudas públicas y, como el propio Ulloa reconoce, 'ni llenando todos los días esta sala durante dos meses, podré amortizar el espectáculo, pero confío en la vida de él más allá de esto. A mí, desde luego, las cuentas no me salen. A los del cine y el teatro nos acusan de subvencionados cuando el PP recibe tres veces más subvenciones que toda la industria audiovisual de este país'.

'Tanta precariedad tiene que estimular algo y por suerte nuestro oficio es contestatario y no se conforma. Por lo menos estamos vivos, que ya es algo', declara el actor y director, especialmente empeñado ahora en derribar obstáculos levantados contra la cultura y en denunciar desde ésta los abusos e injusticias que sufrimos hoy. Y ¿qué mejor que los clásicos para contestar al maltrato de los poderosos? En unas semanas, Tristán Ulloa se meterá en la piel de Bruto y dirá a Casio: 'Tu nombre dignifica la corrupción haciéndole inmune al castigo'.

Y, tal vez, esté pensando en otros que no son Casio... tribunos corruptos de hoy.

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