Público
Público

La última puntada de Jesús del Pozo

El emotivo desfile del diseñador madrileño marca la primera jornada de Cibeles

ROCÍO PONCE

La 54 edición de Cibeles Madrid Fashion Week está marcada por el reciente fallecimiento de Jesús del Pozo, que dejó una última colección preparada. Ver los 33 looks de New Classics sobre la pasarela era el momento más esperado del día. A la fiesta de la elegancia femenina y pequeño homenaje a Jesús del Pozo no han faltado la ministra de Cultura Ángeles González-Sinde, Carmen Alborch, Pilar del Castillo, Ana Botella, Iñaki Gabilondo y su mujer, la periodista Lola Carretero, la escritora Espido Freire, la actriz Ana Fernández, y diseñadores como Agatha Ruiz de la Prada, Juan Duyos, Modesto Lomba y Roberto Torretta. Con el taller de costura del diseñador como escenario, el público se ha entregado con aplausos, algunas lágrimas y poniéndose en pie ante el trabajo del madrileño.

¿Es New Classics una vuelta consciente a los setenta para cerrar un círculo?

'Nunca de forma consciente... Siempre en sus colecciones retomaba cosas de su trayectoria', explica Ainhoa García, directora de la firma. Conseguía así un estilo 'que trascendía frente a tendencias pasajeras'. Más que cerrar un círculo, Del Pozo con este desfile quería realizar un retorno a la esencia de la moda 'donde las protagonistas son las piezas más que el concepto de la colección', recordó García.

Además del desfile de Jesús del Pozo, han presentado sus colecciones los diseñadores Roberto Verino, Andrés Sardá, Adolfo Domínguez, Ángel Schlesser, Juan Duyos, Victorio & Lucchino y Miguel Palacio. Las tendencias que más se han repetido han sido las líneas setenteras, los monos, los turbantes, detalles y piezas doradas, y largo midi (media pierna).

Roberto Verino: Propone un viaje ecológico para la primavera-verano 2012. Un estilo 'eco-chic' que abarca tejidos como el lino, la gasa y la seda. Un hombre sin complicaciones, que viste cómodo y con aires bohemios. La mujer Verino utiliza colores que van del beige al marrón y se viste más sensual -y de negro- por la noche, cuando deja a un lado el look exploradora.

Andrés Sardá: Mare Nostrum también se va de España para trasladarse a lugares secretos y culturas milenarias bañadas por el Mediterráneo. Egipto, Grecia y Roma han dado alas a una ropa de baño colorista y alegre, plagada de capas, transparencias y cortes retro en bañadores y bikinis.

Duyos: Cóctel es para el diseñador Juan Duyos un 'reflejo de la pluralidad del presente con vocación integradora, que bebe del pasado perfecto'. Piezas atemporales, fieles a su estilo, con tonos que van del hueso al gris marengo.

Adolfo Domínguez: desde el frontrow, el diseñador gallego veía cómo su hija Tiziana toma las riendas de la firma (bajo su constante supervisión). Para el invierno proponían colores flúor y los estampados de hormigas -pinturas de la propia Tiziana-, y para el verano 2012 han pasado a las libélulas. Eso sí, en un grado mucho menor, sólo en algunos estampados y detalles de accesorios. Los bolsos y los zapatos, como es habitual, han sido de lo mejor de la colección. La ropa de hombre se mantiene fresca y desenfadada, dando un giro al chaqué (haciéndolo de lino) y recortando los trajes de chaqueta (cuellos mao, cremalleras, en tejido de chándal). La mujer que viste de Adolfo Domínguez sigue siendo coqueta, con vestidos vaporosos a media pierna y colores alegres.

Victorio & Lucchino: Los diseñadores sevillanos hacen guiños a África en una colección en la que, puede que por primera vez, los diseños para hombre hayan destacado por encima de los looks femeninos. Mantener a ese hombre sin miedo a los estampados y colores vivos y a blazers entalladas es un acierto, forma parte de la idiosincrasia de la firma y es lo que les mantiene en primera línea.

Ángel Schlesser: Print animal y floral para el día y el blanco y negro reinan en la noche. La 'elegancia fácil', como la define el diseñador, se sube a la pasarela en una colección inspirada en los años setenta Palm Springs.

Miguel Palacio: Si algo caracteriza a su propuesta de primavera-verano 2012 es el contraste. Colores y tejidos se mezclan sin parar buscando una mujer urbana y femenina. Apuesta por una silueta donde se pone el acento en bieses entrelazados. Y el vestido, como es habitual en él, es el protagonista. A veces va suelto, otras deja la pierna al desnudo, otras se ajusta a la silueta. No olvida tampoco sus cinturones de pasamanería.

 

¿Te ha resultado interesante esta noticia?