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Y Bruce Springsteen perdió la cabeza

Un filme revisa la grabación de uno de sus discos míticos

CARLOS PRIETO

Todos hemos tenido alguna vez ganas de matar a nuestros jefes. Vale, pero ¿qué ocurre cuando tu jefe es El Jefe? No, no es un trabalenguas. Estamos hablando de Bruce Springsteen, The Boss, y de las conflictivas sesiones de grabación del disco Darkness on the Edge of Town (1978), revisadas ahora en el documental The Promise, estrenado ayer en el Festival de Toronto, que alterna entrevistas con los músicos de la E Street Band con imágenes de archivo de la elaboración del LP.

Estaba obcecado y a punto de volver loco a todo el mundo

El cantante atravesaba entonces una aguda crisis de identidad. No había acabado de digerir bien el brutal éxito conseguido en 1975 con Born to Run. '¿Y ahora qué?', se preguntaba. Ahora tocaba volver a las raíces para no olvidarse de quién era (el hijo de un proletario) y de dónde venía (de un barrio de clase obrera). Su nuevo disco debía reflejar este estado mental. Pero, ay, un conflicto retrasó durante meses su entrada en el estudio. Su carrera estaba en el alero. Se subía por las paredes.

Finalmente consiguió el control de su carrera artística. Pero lo más duro estaba por venir. Springsteen y la E Street Band se metieron a grabar y alguien debió cerrar la puerta del estudio por fuera porque no salieron de allí durante un año. Grababan y grababan (unas 70 canciones), pero Bruce nunca estaba contento con el resultado. 'Me sentía como si fuera a ser el último disco que íbamos grabar. Como si no hubiera un mañana. Como si fuera el momento decisivo y hubiera que captarlo a toda costa', explica en la película.

El músico reescribía las letras una y otra vez y discutía hasta el desmayo cada uno de los matices sonoros de las canciones. Un día decidió que la batería no sonaba bien y obligó a uno de sus chicos a estar aporreando el mismo tambor durante varios días. Estaba obcecado y a punto de volver loco a todo el mundo. Era un hombre con una misión: quería que el disco sonara tan visceral y potente como sus directos, que fuera más crudo que su exitoso trabajo anterior y que reflejara sus inquietudes de ese momento.

Pretendía homenajear las raíces obreras de su padre

Tenía tan claro lo que perseguía que hasta renunció a incluir en el disco dos canciones que algunos miembros de la banda consideraban las mejores: Fire y Because the night, tema que acabaría interpretando estupendamente Patti Smith a la que le tocó la lotería gracias a la renuncia de Bruce. Las dos canciones eran demasiado pop y sentimentales para El Jefe. No casaban con su concepto de un álbum en el que, sobre todo, 'pretendía homenajear las raíces obreras' de su padre. Los músicos admiten en el filme que uno de los temás que salen en el disco tardó tres meses en grabarse. Una auténtica pesadilla.

La E Street Band salió fortalecida de la experiencia. Y en la gira de Darkness on the Edge of Town, disco que contenía clásicos de su repertorio como Badlands, Adam Raised a Cain y Prove it All Night, se les vio más fieros que nunca.

The Promise, que se pone a la venta el 16 de noviembre como parte de una caja que incluye la reedición del álbum, es un documental sólo apto para los fans más acérrimos de Springsteen. Posiblemente sólo ellos pueden aguantar una extenuante sesión en la que El Jefe explica todos y cada uno de los detalles, por nimios y absurdos que parezcan, de algunas de sus canciones..

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