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Y así nació el culto a Vader

Un libro repasa la consolidación popular del 'ángel caído' de 'Star Wars'

JESÚS ROCAMORA

Atlanta. Diciembre de 1977, seis meses después del estreno de La guerra de las galaxias en Estados Unidos. Kermit Eller, un tipo de más de dos metros, es contratado por uno de los publicistas de George Lucas para hacer de 'maniquí humano'. Su función: enfundarse el traje de Vader y firmar ejemplares del libro Star Wars en las librerías, además de hacer publicidad del filme durante la gira de promoción.

'Tu respiración me pone', dijo una mujer en la sesión de firmas.

¿Qué significa eso?, contestó Vader.

Significa que qué haces cuando termines de firmar, aclaró ella.

Luchar contra la Alianza Rebelde, contestó Vader con un suspiro.

Esta situación es real. Lo fue en los meses siguientes al estreno de Star Wars, en los que Darth Vader fue el protagonista absoluto de cualquier campaña publicitaria de la saga, en cualquier lugar, desde jugueterías a la ceremonia de los Oscar. Y lo cuentan Ryder Windham y Peter Vilmur en Vader (Timun Mas; a la venta desde la semana que viene), un colosal volumen que bien podría funcionar como biblia del Señor Oscuro, como relato histórico del nacimiento del culto al 'peor antihéroe de ficción de nuestra generación', 'el demonio vestido de negro', 'un ángel caído cuya naturaleza se descubre al final', como lo describen algunos testimonios recogidos por estos dos expertos, autores de varios libros sobre la franquicia y colaboradores de la página oficial StarWars.com.

Vader repasa el ciclo vital de un personaje que aún sigue cambiando de piel, desde su concepción y aparición en el primer borrador del guión en julio de 1974 cuando aún se llamaba Dark Water, prestando especial atención a su amenazadora imagen, obra de tres personas (George Lucas, el diseñador artístico Ralph McQuarrie y John Mollo, diseñador de vestuario). Entre las inspiraciones, el kabuto del Japón feudal y las capas de los beduinos, pero también los cascos y uniformes nazis. De ahí, hasta el diseño de Anakin para la serie de animación 3D The Clone Wars, ya en el siglo XXI, con parada en toda la cultura pop, desde Los Simpson a los videojuegos de LEGO.

En medio, y gracias a una cantidad abrumadora de material (bocetos, maquetas, carteles, ilustraciones, materiales de productos paralelos, documentos de la época), Vader no deja hueco por llenar: el porqué de su respiración metálica, los actores bajo el traje, el éxito del asfixiante merchandising y, claro, la relación con su hijo.

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