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Los 'chicos de oro' rozan la gesta (107-118)

No hay excusas ni reproches, sólo gracias. La selección española se desfonda, jugando un baloncesto de ensueño, para plantarle cara a EEUU. Los de la NBA necesitaron emplearse a fondo y más para ganar uno de los mejor

JORGE YUSTA/NOELIA ROMÁN

No se les puede poner ningún pero. Los 'chicos de oro', la mejor generación de la historia del baloncesto español, ha deleitado al mundo con un partido magistral ante unos EEUU que han necesitado dar lo mejor de sí mismos para colgarse la medalla de oro (107-118). Once puntos les separaron de la gloria.

Kobe, Lebron y compañía acabaron imponiendo su superioridad cuando España ya había perdido a Rudy Fernández, su mejor hombre, por personales. Así que España se queda con el regusto amargo y un subcampeonato olímpico,  una plata que ahora sabe a poco, después del fantástico partido de los de Aíto, nada que ver con el de la primera fase. Ningún otro equipo en este torneo le había complicado tanto la vida a Estados Unidos, que  recupera el trono olímpico perdido en Atenas, donde ni siquiera disputó la final.

Todos los españoles jugaron al 120%. Navarro, que había estado desaparecido durante el torneo, volvió a surgir. Ricky y Rudy hicieron locuras con su endiablada velocidad. Jiménez y Reyes lucharon bajo los aros como fenómenos. Y los hermanos Gasol fueron los líderes. Y no hay que olvidar la labor de Raúl López, Jorge Garbajosa, Mumbrú y Berni Rodríguez. Todos desplegaron su mejor repertorio, todos se dejaron el alma en el pabellón pekinés.

Hoy era una final olímpica. El nefasto partido de la primera fase quedaba para el olvido. Los de Aíto salieron enchufadísimos desde el primer instante. Pero EEUU nunca falla, tiene recursos inagotables y ayudas arbitrales innecesarias. Bryant, Lebron y compañía creyeron que la final iba a ser un paseo y se equivocaron.

El encuentro quedará grabado en la memoria de todos los aficionados porque España construyó un monumento a la lucha y la resistencia salpicado de generosas dosis de talento y Estados Unidos hizo lo mejor sabe: dar espectáculo. Sin Calderón, lesionado, los de Aíto aguantaron el tipo en los momentos duros, cuando los estadounidenses, amparados en una buena defensa, obligaron a los de Aíto a cometer muchos errores en el pase, lo que facilitó su contraataque y les permitió una generosa ventaja (33-46), pero no definitiva. El técnico español ajustó su defensa y dio entrada a Rudy, que mejoró el perfil ofensivo de la selección.

El ritmo del partido fue trepidante. El acierto anotador de ambas selecciones colocó el final del primer cuarto en un increíble 31-38. EEUU no terminaba de despegarse. España seguía centrada en defensa, complicando mucho la vida a los americanos, y su capacidad ofensiva se superaba al paso de los minutos.

Así discurrió el encuentro, con EEUU teniendo ventajas máximas de 10-12 puntos. Si se descuidaban, los de Aíto estaban con el guadaña al acecho. Pero era necesario frenar la numerosas pérdidas de balón, que propiciaban contraataques letales. España se puso en zona, frenó el acierto de los estadounidenses y fue recortando terreno. Se llegó al final del tercer cuarto con 82-91.

Era el momento. Cuatro puntos de Gasol colocaron el marcador con cinco abajo para España. EEUU se agobiaba, veía escaparse el oro. Y Rudy llevó el grito a las gradas. Un triple dejó la diferencia en sólo dos puntos. El oro era una opción real. Pero Lebron James resurgió para volver a poner tierra de por medio. Quedaban cinco minutos. Howard hacía de las suyas bajo el aro con total impunidad. Chris Paul cogía el balón y arrancaba siempre de forma ilegal. Los árbitros se olvidaron de pitar faltas y pasos. Las reglas FIBA pasaron a un segundo plano.

De ahí hasta el final fue una lucha de titanes. Cargados de faltas los chicos de oro resistieron como pudieron, sin Rudy, eliminado ya, y con Kobe dispuesto a que nadie le quitara el cetro olímpico. Carlos Jiménez sacó la casta y enchufó un triple (104-108). Pero Kobe Bryant apareció en el momento oportuno. Otro triple suyo dio el mazazo definitivo. Calló al público en un mal gesto. Ahí se acabó el partido. El banquillo español, ya cansado de la actuación arbitral,  recibió una técnica y Ricky otra. EEUU remató la faena.  España ha hecho soñar a un país entero durante 40 minutos épicos. Hay que felicitarles. La campeona del mundo y subcampeona de Europa ahora ya es medalla de plata olímpica. EEUU no está tan lejos. ¡¡¡FELICIDADES!!!

 

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