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La prima no juega

El Getafe, con una exhibición de Granero, Albín y Gavilán, ridiculiza al Madrid. Víctor le dio un baño a Schuster, cuyo equipo sigue sin saber ni a qué juega ni cómo colocarse

LADISLAO JAVIER MOÑINO

Tres futbolistas con las ideas claras y una técnica punzante desarmaron al Madrid. Entre Gavilán, Albín y Granero dejaron al campeón con todos sus males al descubierto. Lo que le prima al Madrid es un repaso de lo que ha hecho para llegar a ese caos que le invade, aparte del futbolístico que le dieron ayer. Empezó Gavilán el festín. A la primera que intentó descubrió el agujero crónico que tiene el Madrid en la derecha. Rompió a Ramos y la rosca la reventó con la cabeza Albín.

El Madrid es el equipo que más goles encaja de Primera desde la banda izquierda. Es decir, desde su diestra defensiva. El primero del sábado fue el séptimo en lo que va de campeonato. El dato es escalofriante y pone en entredicho la asimetría con la que juega desde el inicio de la campaña. Por ese mismo costado Albín condujo la contra que supuso el 2-0. No había nadie allí. Sólo Gago, que hab ía echo la cobertura y falló en el corte. Albín recorrió más de 40 metros sin que nadie le saliera al paso ni le derribara. Allí le esperaba Casillas en penitencia y con resignación. No le perdonó Albín, que le castigó con un zurdazo a su palo. Lo pudo meter por ahí y por donde hubiera querido porque tiempo tuvo para pensaar la ejecución.

El tercer futbolista en fundir al Madrid fue Granero. Con 20 años y esa pinta de jugador holandés de los años 70, gobierna el Getafe. Juega en largo, en corto, saca los córners con veneno y crea fútbol. Nada como la ceguera del Madrid con este futbolista que da el perfil que encandila al Bernabéu para explicar lo que le sucede al equipo. La planificación de la plantilla en los despachos ha sido ruinosa y la gestión de los recursos desde el banquillo caótica.

No se explica que un futbolista de ese calado no haya tenido una ficha blanca esta temporada. A medida que el partido avanzaba se creció y esgrimió todos los argumentos necesarios para justificar que es jugador para el Madrid. Uno de ellos en una carrera a la par con Drenthe. Se frenó, recortó con el talón y desparramó al holandés. El agravio comparativo daña los ojos. Un atleta contra uno de los centrocampsitas más completos que ha parido la cantera del Madrid en los últimos 20 años. Granero es futbolista por donde se le mida.


Ya lo había demostrado y este sábado despejó todas las dudas. Se dio un festín cuando el Madrid se desnudó por completo para buscar un empate desesperado. Delante del presidente, el director deportivo y por supuesto de Schuster. Viéndole como se despliega por el campo, con esa zancada, con esa elegancia y con ese sentido del juego, se puede decir que el Madrid ha perdido un año con él. Nadie del club se ha atrevido a mojarse con con él. Y eso habla muy mal de los que están al frente de lo deportivo porque no están calibrando bien el fútbol.

El Madrid se cae a escombrazos. Se le rompen los jugadores, no tiene una idea mínima de cómo tiene que jugar en ataque y la plantilla es la que es. Le da para ganar sufriendo al Rrecreativo o al BATE, pero en cuanto se cruza con un equipo ordenado y un plan lógico, este grupo se derrumba. El Madrid funciona a espasmos de sus individualides, que cada vez tienen menos frecuencia de acción. Un día le toca a Raúl, otro a Sneijder o a Higuaín.

No está Van Nistelrooy y tampoco Robben. Pero cuando ellos estaban tan poco apareció la excelencia buscada y prometida. Hay un problema serio de fútbol e ideológico. Lo que sucede en el terreno de juego no es más que la consecuencia de todo lo que se ha hecho mal. Lo peor es que se sabía desde abril del año pasado y no se ha hecho nada para remediarlo. Guti, Raúl, Ramos Gago, Casillas y Pepe, que tienen el peso de la ligereza del dibujo se pasan el partido corrigiendo y hablando entre ellos. Lo que no tiene remedio con el balón intentan sanearlo con la colocación, pero tampoco resulta.

Guti, ejerció de lateral izquierdo, Raúl de extremo, Ramos de central y de lateral, Gago de mediocentro y de mediapunta. Nada es normal en el Madrid, salvo la pobreza de su juego. La prima, ofrecida tan a destiempo, no juega al fútbol. Ni iba lograr que Drenthe calmara su interior del pie, ni que Sneijder o Van der Vaart leyeran el juego o Saviola fuera el que fue. Ha sido una carga innecesaria para un equipo ya demasiado atormentado. La contra que ejecutó el Getafe en el 3-1, un pase de 40 metros de Gavilán a Albín, la asistencia de Albín y la aparición de Uche ahora mismo es iviable para el equipo de Schuster.

Esa jugada es fruto de un trabajo diario, de un paln y de una idea. Nada de eso tiene el Madrid, que acabó corriendo detrás de la pelota. Humillado y tambaléandose, sus jugadores tuvieron que soportar los olés que salían desde la grada. También el “adiós a la prima adiós”. Entre otrasn cosas, porque las primas no juegan al fútbol.

Getafe: Abbondanzieri; Contra (Cortes, Cata Díaz, Mario, Licht; Granero, Casqueró, Polanski (Celestini, m. 72), Gavilán; Albín y Soldado (Uche, m. 61).

Real Madrid: Casillas; Torres (Salgado, m. 35), Ramos, Pepe, Marcelo (Bueno, m74).; Guti, Gago, Sneijder (Van der Vaart, m.20); Raúl, Saviola y Drenthe.

Goles: 1-0. M. 2. Gavilan se va de Ramos y su centro templado lo remacha de cabeza Albín. 2-0. M. 47. Albín culmina una galopada desde el centro del campo con un fuerte zurdazo. 2-1. M.54. Saviola fusila a Abbondanzieri desde cerca y por alto. 3-1. M. 83. Uche culmina una contra perfecta del Getafe.

Árbitro: Burrull. Amonestó a Albín, Pepe, Van der Vaart, Salgado, Ramos, Guti, Cata.

Alfonso Pérez: 8. 000 espectadores.

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