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Capello y su Inglaterra, tal para cual

El italiano es fiel a la tradición del fútbol inglés: poca combinación y mucho balón aéreo

MARCOS LÓPEZ

Capello es fiel a su origen en Milanello y a la tradición inglesa. El sistema al servicio de un estilo que pretende que Inglaterra vuelva a la élite del fútbol. El amistoso contra España será una buena piedra de toque. El último enfrentamiento supuso un punto de arranque para una selección española sin crédito alguno. Fue hace dos años, en Old Trafford. De aquella noche se escribió que España había recuperado la dignidad.

Toca devolver visita. Hoy se juega en Sevilla y las urgencias corren del lado inglés. Lejos queda la espectacular noche de Lineker en el Bernabéu. El presente manda y Capello necesita crédito. Nada mejor que ganar al campeón en su feudo para certificar la victoria en Berlín. Del Bosque juega con ventaja, nadie quiere perder el sitio en la roja. Capello es especialista en apretar a los suyos.

La Inglaterra de Fabio Capello quiere presionar arriba, dominar las transiciones y tirar la línea defensiva al mediocampo. Otro detalle que desenmascara el plan del técnico italiano es la escasa elaboración que exhibe el combinado inglés. Cuando tienen la posesión, les cuesta mucha romper la defensa rival. Por detalles como este, Capello apuesta por recuperar rápido lo más arriba posible y llegar en pocos toques a la portería adversaria.

En la portería, Calamity James es el titular. Cada saque de inicio, busca al delantero centro. Crouch es la referencia, aunque bien podrían ser Carlton Cole, que ha sido citado por primera vez, o Heskey. El objetivo es balón al 9 y que este prolongue para el jugador que busca el espacio.

El elegido para esta labor es Agbonlahor, un jugador que, junto a Ashley Young, marca las diferencias para un Aston Villa que es el equipo revelación de la Premier y que sueña con entrar en la Champions.

Si el punta no puede prolongar, toca jugar el rechace y la segunda jugada: ahí Capello ordena a su medio campo presionar el rechace. Esta línea de cuatro es la gran fortaleza de los ingleses, con jugadores muy competitivos. No estará Gerrard, ausente por lesión y fijo para la Champions contra el Madrid. Pero sí Beckham, que ha vuelto al Milan para jugar el Mundial 2010. A su lado, una legión de jugadores de gran nivel: Carrick, Barry o Lampard.

Inglaterra no es una selección para muchos pases. Le falta primer toque y juego por dentro, y busca jugar muy directo, apoyarse en el punta para abrir balón a banda y encontrar el área para que un centro desde banda marque las diferencias. La nueva generación tiene jugadores con calidad diferencial para apostar por el 1x1 en bandas, el último pase al espacio y una mayor mezcla en el juego que hagan de Inglaterra un equipo menos previsible.

Centros y remates, juego directo y segunda jugada, así como convertir cada estrategia en una ocasión de gol son los puntos fuertes tradicionales del fútbol de las Islas. El lanzador será Beckham (o Lampard) con la derecha, siendo Downing, el zurdo del Boro, quien tenga opciones si Capello decide que los lanzadores sean a pierna cambiada. Inglaterra tiene estatura, tradición y costumbre para que los balones parados sean un problema para los adversarios. Los rematadores ingleses son referentes en sus equipos. Desde Terry, primera opción histórica del Chelsea, a Ferdinand, pasando por Crouch o Agbonlahor.

Se le puede ver en mil sitios diferente. Capello sigue a los jugadores y es un habitual en los palcos. Está ilusionado con hacer de Inglaterra una selección que vuelva a ser ganadora. No es tarea fácil, pero sigue el día a día, visita a los entrenadores y tiene un seguimiento puntual de sus jugadores. Su objetivo es mezclar a los jóvenes con los habituales. Agbonlahor y Young tienen que ser referentes. Rooney debe dar el paso, aunque no viaje a Sevilla, junto con un Gerrard que debe ser el del Liverpool para que toda Inglaterra pueda empezar a soñar.

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