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El Madrid ya huele la presa

El equipo blanco se coloca a siete puntos del Barça y empieza a pensar que hay motivos para creer después de las dos últimas goleadas

LADISLAO JAVIER MOÑINO

A tres días de recibir al Liverpool, el Madrid apisonó al Betis. Y se ha metido de lleno en la pelea por la Liga. A siete puntos del Barça, el Bernabéu vuelve a sonreír por resultados y por fútbol. Después de la vergüenza que ha tenido que pasar por las patochadas de los despachos y el aburrido fútbol con el que su equipo despachaba los partidos, la grada se ha vuelto a entusiasma.

El Madrid ya huele la presa de esa caza imposible que inició desde la derrota en el Camp Nou. Su mística se nutre de esa clase de sinrazones, que acaban en realidad a medida que los rivales le van dando argumentos o empiezan a caerse. El Madrid olisquea el reguero de puntos que se va dejando el Barça y ahí es temible porque la tesitura entronca con su leyenda.

Desde su derrota en Barcelona ha cosechado nueve victorias. Las dos últimas acompañadas de un fútbol brillante, lo que le refuerza su intentona de gesta histórica. Antes sólo había orden y resultados. Desde Gijón parece que hay un estilo que defender. En El Molinón gobernó el juego desde el principio y contra el Betis igual. Eso demanda el Bernabéu por historia y por orgullo. La hinchada madridista estaba descreída con esas victorias al contragolpe que proliferaron con Capello, con Schuster y también con Juande. Cualquier equipo le tocaba la cara en casa y eso no le gusta nada al madridismo. Al personal le va más el embotellamiento desde el primer minuto. Que el contrario doble la rodilla sobrecogido por unos cuantos ataques en oleada y sus rugidos.

Con la máxima de que un equipo es una suma equilibrada de virtudes, el Madrid machacó al Betis. La de Raúl es la inteligencia directamente aplicada al sentido del juego. La traducción es que cada una de sus acciones tiene una intención afilada. Ahora le ha dado por ejercer de peluquero y peina balones que revientan partidos. El sábado, su prolongación tuvo el mismo destinatario que ante el Racing: Higuaín. Un simple toque hacia atrás cargado de gol lo embocó el argentino tras un juego de cintura que tiró a Ricardo por los suelos. Tres balones limpios tocó Raúl ayer. Ese, el del zurdazo ajustado de su primer tanto y el de la palanca, un gesto que ha hecho tan suyo y merece que sea rebautizado como la Raulina. Tres cuchilladas y el melón abierto y licuado.

Antes de las dos delicadezas sutiles de Raúl ante Ricardo apareció Huntelaar. Su virtud está va inscrita en su ADN: es nueve y es holandés. Así que todo lo que hace suena a témpano del gol y a academia. No le tembló la pierna en el rechace palomitero de Ricardo. Luego, le fundió con un cabezazo y volvió a aprovechar el rechace con una volea contundente. Tres goles en media hora pusieron al Bernabéu en pie y al Betis de rodillas.

El efecto Lass es incuestionable en esa suma de virtudes que han compuesto un equipo demoledor en los dos últimos partidos. Ramos se descuelga sin necesidad de mirar al retrovisor, porque el francés no sopló fotocopia a Makelele en los robos y en los kilómetros. Tiene mecanizadas las coberturas y atornilladas en su cerebro la importancia de no faltar a una. Eso hace más libre a Ramos y a Marcelo y asienta a Pepe y a Cannavaro.

La 'solución Marcelo' acaba con la asimetría crónica que conducía al Madrid hacia la Robbendependencia. Sin Huntelaar, ante el Liverpool lo normal es que Robben entre a la derecha. Pierde juego aéreo el Madrid, pero no pegada tal y como se presentan Raúl e Higuaín a la cita del miércoles. A cambio, el Madrid será menos previsible y obligará a Benítez a contemplar la defensa de las dos bandas. La amplitud de recursos es el estigma de los grandes equipos. Hasta que Juande ha optado por esa solución, los rivales vivían muy cómodos, sólo alterados por los culebreos del extremo holandés. Ahora tienen que bascular de izquierda a derecha y viceversa y en ese balanceo se generan dudas y espacios; los caminos del gol.

Juande tiene ahora al equipo donde se le demandaba. Ha alimentado la esperanza en la Liga, en los dos últimos partidos ha desplegado un juego convincente y ni el Barça ni el Liverpool tienen la cara de ogro que lucían cuando llegó al banquillo. Ahora es el Madrid el que asoma el colmillo. Y ya huele a su presa... .

Real Madrid (6): Casillas; Ramos, Pepe, Cannavaro (Guti, m. 46), Heinze; Gago, Lass; Higuaín (Sneijder, m. 46), Raúl (Robben, m. 46), Marcelo; y Huntelaar.

Betis (1): Ricardo; Nelson, Melli, Arzu, Vega; Mehmet, Juande (Monzón, m. 52); Damía, Emaná, Mark González; y Oliveira.

Goles: 1-0. M. 7. Centro desde la izquierda de Heinze, Raúl prolonga de cabeza en la frontal del área para Higuaín y este marca a placer tras driblar a Ricardo. 2-0. Ricardo despeja hacia el centro del área un pase de Heinze que Huntelaar remacha con la derecha. 3-0. M. 24. Huntelaar remta de cabeza un centro de Ramos y él mismo recoge el rechace de Ricardo. 3-1. M. 29. Oliveira sorprende a Casillas con un derechazo ajustado desde fuera del área. 4-1. M. 36. Raúl, desde la frontal del área, con un toque preciso con la izquierda. 5-1. M. 42. Raúl, de palanca. 6-1. M. 45. Ramos remata en plancha un saque de falta de Marcelo.

Árbitro: Undiano. Amonestó a Emaná, Oliveira, Arzu.

Santiago Bernabéu: 68.000 espectadores.

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