Madrid
Barra libre a las imprudencias

El último fin de semana de abril, la Federación regional organizó el Rally Villa de Madrid en el sureste de la Comunidad. Los tramos no sobrepasan los diez kilómetros y recorren las localidades de Chinchón, Morata de Tajuña, Villarejo de Salvanés, Valdelaguna y Tielmes. La organización vende una seguridad que no se aprecia en ninguno de los tramos. No existe señalización para el público. Sólo se corta el acceso en los cruces con caminos adyacentes al recorrido. Dada la proximidad de los municipios, en el rally hubo una gran cantidad de menores que campaban a sus anchas por el tramo sin la atención de ningún adulto. Un padre se situó en una de las curvas con su bebé en la silla. Tras ver pasar el coche de seguridad, cambió de zona. 

Alicante
La lluvia le dio más peligrosidad

La sierra de Alcoi acoge esta tradicional competición y, curiosamente, la dificultad para acceder al recorrido, con desfiladeros en varios tramos, hace que el público se concentre en un kilómetro. Hay más zonas acotadas que en el Rally Villa de Madrid, pero en las zonas de gran concentración de público no se aprecian. Hay aficionados que invaden la calzada cuando pasan los vehículos. El rally se disputó el pasado 9 de mayo y, tras una etapa nocturna por los alrededores de Alcoy, la jornada matinal fue deslucida por la intensa lluvia que se dio en los tramos. Los organizadores ponen bastante énfasis entre los aficionados y los coches de seguridad avisan del peligro de situarse en la zona exterior. Pero una vez pasa la seguridad, los aficionados vuelven a la zona de peligro.

Cádiz
Ausencia de comisarios en los tramos

La web que organiza en Rally Ruta del Aceite proporcionó a ‘Público’ un extenso plan de seguridad y en su web da instrucciones al espectador sobre la correcta ubicación para presenciar la prueba. Sin embargo, a pie de tramo no apareció ningún voluntario u organizador de la carrera que informara a los aficionados de los lugares más seguros. El novato sólo puede echar mano de su precaución y su sentido común para elegir la posición más adecuada. Paco Galera, uno de los organizadores del rally, reconoce que “el asunto de la seguridad es prioritario para la organización de este tipo de eventos”. La impresión es que los espectadores más veteranos e imprudentes hacen de su capa un sayo para disfrutar de la prueba a pesar del posible riesgo.

Pontevedra
Botellón matinal en cada curva

La longitud del recorrido del Rally del Albariño (15 y 16 de mayo) hace que los aficionados se sitúen en cada tramo con horas de antelación. Así, es fácil ver a jóvenes con sus coches tuneados llegando prácticamente sin dormir con botellas de cerveza y neveras por doquier para conservar el líquido a un grado bebible. Las calzadas de este rally son las más estrechas de todos los analizados. No hay arcén ni guardarraíles, las precarias cintas que sitúa la organización no son respetadas y se invade continuamente el recorrido. Las carreras se producen, con el peligro de la lluvia, cuando se escuchan los motores de los coches. La prueba es puntuable para el campeonato gallego y varias localidades son contrarias a ella porque cortan sus accesos durante todo un día.

Asturias
Seguridad bajo vigilancia de la FIA

La XXXVIII Subida al Fito (16 y 17 de mayo) se jugaba su presencia en el campeonato de Europa de montaña. Tras los enorme problemas de seguridad de la edición del 2008, cuando la presencia de más de 60.000 espectadores provocó incluso un plante de varios pilotos, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) llegó a sacar a la tradicional cita de Arriondas (Asturias) del calendario oficial de 2009. Reuniones, promesas y presiones de todo tipo hicieron recapacitar a la FIA, eso sí, a cambio de un ultimátum. Los organizadores echaron el resto en la señalización de zonas prohibidas y permitidas, cortaron el acceso principal incluso para peatones y, bajo la atenta mirada de un comisario internacional, salvaron el compromiso.