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La serpiente vs. el encantador

Messi y Ronaldo, los mejores del mundo, centran los focos de la final desde su distinta manera de entender el juego y la vida

LADISLAO JAVIER MOÑINO

Messi contra Ronaldo. La mirada huidiza de pillo de potrero argentino contra el exhibicionismo hedonista del portugués. Messi no vacila con el balón en los calentamientos. Ronaldo busca a los redactores gráficos y hace la foca con el balón en su frente. Uno se crece con los flashes y el otro agacha la cabeza. Los dos dilucidarán en Roma, en medio del escaparate de clubes más atractivo del fútbol mundial, quién es el rey. El glamour contra el perfil tímido y silencioso, pero matador. El encantador contra la serpiente.

Tan iguales y tan distintos. Dos regateadores reinando en un fútbol que tiende a extinguir a los de su estirpe. Dos virgueros. Dos chupones consentidos. Llevados a sus orígenes humildes, serán los dos mejores del barrio cara a cara. Y eso siempre dispara los orgullos. 'Son dos gallos de pelea y tratarán de decidir el partido. Es inevitable cuando se enfrentan dos jugadores con esas condiciones. Ninguno de los dos se arrugará, porque están educados para ser los mejores en cada partido', reflexiona Luis Suárez, único Balón de Oro nacido en España.

Hasta la cima han llegado con la misma facilidad para reventar cinturas, pero con distinto envoltorio. Cuando Cristiano llegó al Manchester, el vestuario aún olía al perfume de Beckham. Y él sabía que tenía que mantenerlo. Heredó el 7 del futbolista-anuncio, y le encomendaron jugar y mantener la hegemonía de mercado que el United tiene en Europa y Asia. Según un estudio de la Universidad de Navarra, el resultado de la final puede ser 'determinante' para ambos jugadores y clubes, ya que se juegan el liderazgo definitivo del mercado mediático.

'El gol determinará quién es el héroe deportivo y mediático de la final', especifica el estudio, así como que 'desde el mes de abril, ambos concentran el 30% de las noticias mundiales generadas por los 50 equipos más poderosos del planeta'.

La ascensión mediática de Messi no tuvo relación con las técnicas de mercadotecnia ni con arabescos forzados de Cristiano que tanto irritan a los contrarios. El mercado publicitario ha tragado con un perfil que sólo engancha con la pelota. Ya sólo le supera Beckham en ingresos por publicidad. Sin ser propietario de un canon apolíneo como Cristiano, sus patrocinadores le meten en caja unos 18 millones de euros, por 12 del portugués. El duelo particular también baja hasta sus pies: Adidas calza al argentino y Nike, al galo.

En la hierba, el duelo habla de dos habilidosos con el valor añadido del gol. 'A Messi le ofrecía salir por su perfil derecho, porque si se va hacia el centro, tira la pared y hace gol. A Cristiano le ofrecía el centro, aunque siempre que supiera que iba a tener ayudas para que no armara el disparo. Uno contra uno, te mata', analiza Capdevila que, 'por desgracia', tuvo que ver los regates de los dos desde muy cerca: 'Cristiano representa la velocidad y Messi, la conducción pegada al pie'.

'A mí dame uno que juegue para la grada, como dicen de Cristiano, y luego que juegue para quien quiera y meta 40 goles. Messi es mejor jugador de posición y el portugués es más de desmarques, necesita más espacio para el desborde', dice Onésimo, un regateador empedernido.

'Leo es más determinante porque él solo te pude ganar un partido y una final. Cristiano tira faltas y hace goles, pero irse de tres o cuatro jugadores sólo lo hace Leo', apunta Piqué.

'Lo he pasado muy mal por el tema de las comparaciones, Leo es ahora mismo el mejor jugador del mundo, por encima de cualquier otro. No son comparables', concluye Xavi.

 

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