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"Con Raúl, lo mismo me he dejado llevar por lo que he heredado"

Vicente del Bosque. Seleccionador español. Recogió un campeón y lo conduce por la misma senda de eficacia y estética. La Copa Confederaciones es su primer gran reto

JOSÉ MIGUÉLEZ

Quedan dos días para que España se estrene en la Copa Confederaciones, un torneo que sólo concede espacio a los campeones. Antes de partir hacia Suráfrica, Del Bosque atendió a Público poco antes de salir para el país africano.

¿Logrará que la gente se tome en serio el torneo?

Sí. Primero, porque si juega la selección, es lo más importante. Segundo, por la tradición del torneo, que han ganado grandes selecciones (Brasil, Francia, Argentina) y grandes jugadores (Zidane, Kaká, Ronaldo). Y tercero, sin fútbol paralelo, los aficionados se van a enganchar.

Y los jugadores, ¿se lo tomarán en serio?

Nuestra tarea es convencerles. Les viene a trasmano, pero llegan con buena conciencia. Es en lo que debemos focalizar nuestro mensaje.

La reticencia del Barcelona a ceder a sus tocados es una prueba de que no todos se toman en serio este torneo.

Es una historia tan vieja como el propio fútbol. Pero no hubo conflicto como tal. Hubo una opinión de Guardiola, además fundamentada en un hecho cierto, pero los que tenían que determinarlo eran nuestros médicos. Y nuestro crédito era mayor porque no forzamos a Puyol cuando tuvo molestias en el tobillo ni a Iniesta para el segundo partido ante Turquía.

¿Ante un Mundial habrían existido tantas reticencias?

Pues igual. Participar en la selección es un atractivo.

¿La inercia ganadora de España ayuda a que no se produzca relajación?

Sin ninguna duda. El objetivo de seguir ganando es una motivación. Pero es vital que no nos confundamos y pensemos que somos extraordinarios por lo que ganamos. No sería ni sano ni de deportistas.

Además, en los últimos partidos serios, España jugó menos de lo que ganó.

Bueno, sí hubo una ligera contestación a nuestro juego. Puede que tenga razón. Nos tocó una época difícil del calendario. Y luego, una selección, la turca, incómoda. Sobre todo en el Bernabéu. En vez de abrir el campo, lo estrechamos.

¿Se ha encontrado antídoto al fútbol español?

España no juega siempre igual. En la Eurocopa no dominó siempre. La virtud fue jugar cada partido como debía: replegarse cuando tocó, o jugar al contragolpe, o atacar, o meter un gol Villa después de un pelotazo de Capdevila. Supo jugar cada momento. Pensar que una selección va a estar en el campo contrario dominando todo el rato es muy difícil.

¿Lo decide el entrenador?

Lo decide la superioridad. Pero bueno, no vamos a pretender cambiar ahora unos modos instalados. No vamos a cambiar nada porque nos ha dado mucho beneficio. Nuestra gente del medio campo marca el estilo y no vamos a ir en contra de sus características.

Xavi, Iniesta... España ya cuenta con futbolistas reconocidos como cracks, pero sin sus tics propios.

Pues bendito sea Dios. Son ejemplos magníficos para los chavales. Gente normal, sin gilipolleces. Chicos sensatos. Y no es fácil, porque la gente joven se puede confundir. En el campo son estupendos y trasladan una imagen positiva.

Por cierto, conque Capel no jugaba a otra cosa.

No he sido radical. He admitido las opiniones. Pero Capel no choca en esta selección. Es complementario. Mal haríamos si no creyéramos en aquel capaz de crear peligro individualmente. A mí me gusta.

Pues ha desaparecido.

Bueno, porque ha tenido un bajón. No ha tenido una buena temporada ni continuidad. Y vino Riera, apareció Mata, está Silva, teníamos a Iniesta. Capel ha perdido protagonismo, pero cuando le convoqué fue ante selecciones menores que iban a jugar cerca del área.

El caso es que chupar en esta selección es pecado.

Yo creo que no. Hay que tener un equilibrio y un espacio para la acción individual. Y saber elegir dónde y cuándo. No chirría. Salvando las distancias, es como pensar que Messi chirría en el Barça Cuando tiene que asociarse con Xavi o con Iniesta, lo hace, y cuando tiene que buscar la acción individual, la busca. Es el fútbol. Y además es una bendición. En partidos que se amontona gente, que no encuentras espacios para tocar, la acción individual es importantísima. Desgraciadamente está en desuso, pero a mí los de ese corte me encantan.

Una suerte hasta penalizada en el fútbol base.

De lo que yo puedo opinar, no. El entrenador debe potenciar el regate en la etapa de formación. Es una acción que no se entrena ni se mejora: se tiene o no se tiene. Un técnico no puede estar 'pasa, pasa, no dribles, no dribles'. Al driblador hay que potenciarle y animarle.

¿Se ve motivando al equipo con imágenes de Gladiator?

Vi el vídeo al que recurrió Guardiola y me pareció bien. Son técnicas para emocionar, es favorable. También soy partidario de enseñar las cosas mal hechas, con cuidado y sin herir. Y las muy positivas, igual, para ir emocionando a los jugadores. El reloj emocional del grupo maneja todo lo demás: lo físico y lo técnico. Lo primero es que estemos emocionados.

¿Qué piensa como seleccionador del himno silbado, y ocultado, en la final de Copa?

No entusiasma, pero hay que respetar a las regiones de España que A mí no me gusta, sinceramente.

¿Esa repulsa al himno es extensible a la selección?

Habrá gente refractaria a la selección, qué vamos a hacer. ¿Intentar convencerles de que las fronteras y los localismos son una bobada, que se van eliminando? Pero no conecta con los jugadores catalanes o vascos que vienen aquí. Desde pequeños sienten un afecto muy claro a la selección, al escudo nacional, a España.

¿Ha visto los últimos goles que ha recibido Casillas?

No me preocupan. No podemos estar pendiente de si uno comete un error o no. El Madrid ha tenido un extraordinario mérito, capaz de mantener un pulso con el Barça casi hasta el final. Salvo en los últimos partidos, en los que, por cierto, no me parece que se relajaran. Jugaron con bastante dignidad, a pesar del resultado.

A España se la teme pero, a pesar de lo que desatan los triunfos, no se la odia.

Se nota un respeto de los rivales, pero no antipatía. Hay una corriente muy favorable, más de admiración. Y se relaciona con lo que hablamos antes: jugadores con cualidades en el campo, pero también fuera. Han sabido disfrutar y transmitirse limpios. Es la seña de una generación de deportistas que hay que valorar: Contador, Nadal, los bestias del baloncesto. Gente normal que ha sabido transmitir cosas buenas. Como Xavi, Iniesta, Casillas, que aunque no ofrezcan signos externos, no dejan de ser estrellas. Y trasladan normalidad.

Menos Alonso, ¿no?

Bueno, es que es otro deporte.

¿Se puede jugar mejor que lo ha hecho el Barça?

Ha jugado muy bien. Hace seis años, llegó Ronaldinho a un Barça oscurecido por el Madrid. Cambió la tristeza por alegría. Luego llegó un declive. Y ahora, cambiando sólo dos o tres jugadores por otros que no son mejores, se ha revitalizado. Los equipos cuesta mucho hacerlos, pero se van al traste muy pronto. Por eso tenemos que estar atentos aquí. Esta selección funciona, pero debemos ocuparnos en que no se nos vaya de las manos.

Tras ver jugar al Barça o a España, ¿se entiende a los resultadistas?

Cada uno es libre de opinar lo que quiera. Hay adjetivos alrededor del fútbol que parece que sólo pueden usar los que ganan. La realidad es que lo que ha hecho el Barça crea adeptos. Otros estilos lo van a tener más difícil para crear afinidad y simpatía. Al contrario, generan antipatía.

Ahora es usted el que no entierra el debate Raúl. ¿Ya que no está, al menos que se debata sobre su presencia?

Sí, claro. Es que me da casi vergüenza hablar de un tío que ha sido tantas veces internacional, con esa trayectoria y jugando en el Madrid todos los partidos... ¡Que no reconociéramos eso! Además, siempre ha tenido mucho afecto a la selección y en la Federación es un hombre muy querido. A lo mejor no he tenido o no he encontrado el momento para llevarlo, o me he dejado llevar por lo que he heredado.

¿Pero le molestaría más que no le preguntaran por Raúl a que sí lo hagan?

Ah, sí, claro. Que me pregunten, no me molesta.

¿Al perder a Senna estuvo tentado de acudir a un musculoso defensivo?

No. Está Alonso, aunque acostumbrado a jugar con Mascherano, que le da más calidad defensiva al equipo. Busquets, que hace esa labor de manual. Cesc y Xavi, aunque de distintas características y más ofensivos, pueden jugar ahí. Son jugadores universales, que saben hacerlo todo. Y cuando el contrario tiene el balón, ponen el acento en robar.

Los prejuicios sostienen que los bajitos no valen para defender. España y el Barça lo desmienten.

Sin ninguna duda. Si el Barça ha tenido una virtud ha sido que ha sido muy bueno sin el balón. Recuperaron viejas cosas de la época de Rijkaard, esa presión en la pérdida del balón al jugador más cercano. Desde luego, en razón de la altura es imposible valorar a un jugador. Es una bobada.

¿Qué le falta a España?

Hay jugadores de banda, pero necesitamos más. Está Navas, que por las circunstancias que todos sabemos, o que no sabemos, no lo podemos tener. Banda, desborde. Van saliendo, pero me gustarían más.

¿No es demasiado cómodo cruzarse de brazos? ¿España puede permitirse perderse a un jugador como Navas?

A España no le pasa nada. El gran perjudicado es él, que podría codearse con los grandes jugadores. Pero bueno, habría que profundizar mucho, son cosas personales.

Hasta un capitán tira el brazalete... ¿Qué pasa?

Hay reacciones por las que no se debe meter cadena perpetua. Todos hemos cometido errores No son cuestiones edificantes, ni para poner como ejemplos, pero también las cosas malas sirven como ejemplo para que no se repitan.

O para recuperar a Güiza.

Cuando saltó el asunto, me entró una mala leche que no veas. Me dije, 'este tío no vuelve más a la selección'. Pero cuando reflexioné, pensé: 'Pero qué ha hecho, si no ha hecho nada'. Deportivamente es un buen chico, un chaval majo, con nosotros tiene un buen comportamiento. La vida particular es un asunto de él. Y entonces dije: 'No encuentro motivos para no traerle'. Y más con el linchamiento exterior. Tiene que haber un espacio al humanismo. Los grupos se fortalecen con esos gestos.

Luego se queja de que se diga que es buena persona. ¿Aún le molesta?

Es que no lo soy. Lo digo de verdad. Y además, a veces me lo llaman por maldad. Pero tampoco voy a hacer un ejercicio para demostrar que soy malo.

¿Lo de Pepe también merece comprensión?

Pues hombre, se pasó. Pero Míchel también se fue de un campo. O Florentino se fue del Madrid y ahora ha vuelto. Tampoco podemos castigarlos para toda la vida.

Menciona a Florentino.

Hablamos de la selección. Cuanto menos toquemos el Madrid, mejor. Me he ganado la libertad para hablar de lo que quiera y del Madrid, más, porque he estado 36 años. Pero ahora preferiría no tocarlo. Además, no soy hipócrita ni falso, y para decir cuestiones que queden bien y de forma, no. Si el Madrid ha elegido este modelo... Pero no me desentiendo, ni sé si es un modelo que cree muchos adeptos. No lo sé, pero tengo mis dudas.

Su vuelta triunfante le coloca como el gran beneficiado de la irregular gestión de Calderón. ¿Sospecha que por eso estuvo mudo?

Me da la impresión de que aunque hubiera ganado dos copas de Europa, dos Ligas y dos Intercontinentales, Calderón habría salido igual. Desde el primer día han ido a por él sin antecedentes.

¡Defiende a Calderón!

No soy quién para juzgarlo. Sólo digo que hubiera hecho lo que hubiera hecho, lo tenía muy difícil.

¿Le parece decente que Villar le ofrezca la presidencia del centenario?

El presidente cree en él como persona. Y que ha sido bueno para la Federación. Le ha dado el cargo y punto. Me parece bien lo que haga el presidente. Principalmente porque es una persona muy humana y, si lo ha hecho, será porque cree en Calderón.

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