Al compás del I will survive (sobreviviré) de Gloria Gaynor, los 12 campeones de Europa botaron pletóricos de felicidad. Después de aquel comienzo tan desangelador, de aquel cara o cruz con Gran Bretaña que pudo suponer una debacle mayor que la del angolazo de Barcelona 92, si algo ha hecho España ha sido sobrevivir. Con Pau Gasol a la cabeza, se levantó cuando estaba al borde del batacazo.

El pivot de los Lakers se va de Polonia con la reafirmación de que es el mejor jugador de Europa. Deja este campeonato como MVP del torneo, máximo anotador (18,7), segundo reboteador (8,3) y líder en tapones (2,2). También fue incluido en el quinteto inicial del torneo junto al serbio Teodosic, el griego Spanoulis, Rudy y el esloveno Lorvek.

Ha culminado un año espectacular. Es el primer jugador europeo que en el mismo curso ha conquistado el anillo de la NBA y el oro en el Eurobasket. Su grandeza iguala ya a la de Kukoc. El croata, hasta ayer, era él unico baloncestista continental que había logrado un campeonato de la NBA, un Mundial y un Euopeo. Gasol, ya tiene también ese triplete. Y su hermano, el balón con el que se disputó la final. Rudy, como marca el protocolo de esta selección ganadora, se encargó de darle tijeretazos históricos a las redes. No pudo contener las lágrimas el mayor de los Gasol cuando se enteró de que era el MVP. Tampoco cuando cogió las manos de Navarro y Cabezas para subirse a lo más alto del cajón.

Gasol y toda su generación, a la que hay que añadir a Claver, Ricky y Llull, se emocionaron cuando Navarro recogió el trofeo y sonó el himno español con el logo de Madrid 2016 de fondo. Calderón, en la distancia, disfrutaba como uno más y a él se acercaron todos para hacerle partícipe. El baloncesto le debía a España este oro. Y los jugadores lo celebraron con el grito de guerra vigente: 'yo soy español, español...'.