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Guti engrandece al Madrid

A diferencia del ausente CR9, el 14 da criterio, hace mejor a Kaká y hasta asiste de tacón a Benzema (1-3)

 

ENRIQUE MARÍN

Obligado por las circunstancias, cautelar denegada a Cristiano incluida, esta vez Pellegrini lo tuvo más fácil que nunca para confeccionar su once. Sin posibles y molestas injerencias, el chileno alineó todo lo que tenía, Raúl y Benzema incluidos. El capitán fue titularísimo, aunque poco o nada aportó en las dos ocasiones que tuvo, y el francés hasta se reencontró con el gol. Ambos aprovecharon las ausencias de Higuaín y Cristiano para colarse en el once.

Sin Lass, Granero tuvo una buena oportunidad para reivindicarse personalmente e imponer el rombo en el centro del campo, con Xabi Alonso como único soporte y Kaká donde mejor se desenvuelve: por detrás de los puntas. Además, Pellegrini se llevó a A Coruña a cuatro canteranos, aunque sólo para rellenar su banquillo.

Sin embargo, el gran protagonista del Madrid y, valga la redundancia, del partido, fue Guti. El 14, un genio incomprendido y, sobre todo, un canterano al que el Madrid nunca ha valorado y cuidado como se merece, volvió a engrandecer a un equipo carente de lo que él aporta: criterio. El Gutismo, un movimiento que se creó hace muchos años y que siempre ha ido contracorriente, está de enhorabuena.

Mientras la incidencia de Cristiano tiene que ver más con el gol que con el juego, de ahí su búsqueda del lucimiento personal, la de Guti es más solidaria, pues aúna ambas. De hecho, da la sensación de que el Madrid juega mejor sin CR9. Y con el 14, claro, quien hace mejor a sus compañeros.

Lotina, que presume de ver muy bien los partidos tácticamente y que alardea de tener un buen sistema defensivo, planteó un partido triste, sin la mínima ambición. La primera aproximación del Madrid no se hizo esperar y tuvo como protagonista a Benzema, quien empalmó un balón que Raúl estuvo a punto. El francés ya se quejó en más de una ocasión del 7. Anoche les volvió a tocar jugar juntos y no congeniaron.

El Madrid tenía el balón, aunque en gran parte porque el Depor, salvo que llegue a pies de Valerón, no sabe qué hacer con él. Los gallegos viven de los errores ajenos

El gol de Granero llegó de una manera estrambótica, tras un mal despeje de la defensa del Depor, un centro con la cabeza de Albiol y un despeje hacia atrás de Lacen que dejó solo a El Pirata para que batiese a Aranzubía también con la cabeza.

El Depor de Lotina salió al campo derrotado y nunca fue un digno rival

Verse por detrás en el marcador, y aún más tan pronto, obligó al Depor a disimular y dar un pasito al frente. Al más puro estilo Lotina, el conjunto gallego aparentó algo que no es: un equipo atrevido. El Madrid, más a gusto que en brazos, se dejó querer y esperó. Así, a los blancos les bastó una contra bien gestionada por Kaká, un genio en estas lides, a la que Guti sacó brillo con una dejada de tacón a Benzema. 19 años llevaba el Madrid sin ganar en Riazor y si esta presión no era suficiente la victoria del Barça en El Molinón le obligaba a romper esta racha si no quería quedarse a ocho o siete puntos.

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