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Un tiempo y al abismo

El Madrid cae con una primera mitad primorosa en la que no supo rematar la eliminatoria

LADISLAO MOÑINO

Un primer tiempo primoroso, con todos los requisitos que se le exigían, no fue suficiente para el Madrid. Está fuera de la Copa de Europa, su competición. El faro del proyecto, el objetivo sobre el que se desembolsaron 254 millones para tratar de conquistar la décima en el Bernabéu, se ha esfumado. Pudo el Madrid en el primer tiempo haber sentenciado la eliminatoria. Tuvo fútbol y ocasiones, guiado por Guti, pero Higuaín no acertó en dos ocasiones claras.

Con el 1-0, con el viento a favor, no remató la faena. El personal se fue abatido. Le duele el estómago al madridismo pensar en la amenaza de que el Barça gane la Copa de Europa en su casa. Un segundo tiempo vulgar, con ya sólo esfuerzo y poco fútbol, le causó el disgusto y eso que empezó bien liderado por Guti.

A sus 33 años, con la pelota, anda, pero juega mucho, que es de lo que se trata. Ayer, aunque también sudó azuzado por la épica, su manejo del partido recobró el viejo aroma de aquellos dieces que se plantaban en el círculo central para dictar clases imaginarias de geometría. Curvas perfectas al pie de un compañero. A derecha o a izquierda. O frontales como en el primer gol. Todo un manual, desde el primer movimiento que hizo para recibir el balón. Se alejó de Pjanic, que tenía orden de agobiarle cerca del círculo central, como si nada. Cuando recibió cerca del lateral, levantó la cabeza y le dibujó un pase medido al desmarque de Cristiano. Justo al punto ciego entre Cris y Reivellere. A la carrera, Cristiano probó a Lloris y éste suspendió; la pelota se le coló entré los piernas.

Había cumplido con todos los requisitos que demandaba el partido. Convirtió la presión por la obligación de ganar en una descarga en la que todos los que tenían que dar un paso al frente de primeras lo dieron. El primero, Kaká, que pudo ya abrir el marcador a los 18 segundos en un robo de balón que él mismo condujo hasta Lloris y este le sacó el remate. Cristiano también levantó la mano.

El Madrid no supo responder cuando el Lyon le plantó cara

En su caso, se le esperaba y estuvo. También apareció Higuaín, que pudo sentenciar la eliminatoria cuando Granero le dejó frente a Lloris, al que esquivó, pero le faltó afinar el giro de tobillo para mandar, a puerta vacía, el balón dentro y no al poste. Poco después, Lloris también le sacó una mano abajo. El portero francés fue muy exigido porque su equipo no estuvo en el primer tiempo.

El paisaje cambió en el segundo, con la entrada de Kallstrom, para silenciar a Guti, y Gonalons. Ahí empezó otro partido. Con un Lyon más ambicioso. Dando la cara como requería la altura del partido, el Madrid no supo cómo responderle cuando Guti se apagó. El gol del Pjanic ha derribado un proyecto creado para una final que el Bernabéu no contemplará con su equipo en la hierba. A partir de ahí, todo está en el aire. El primero, Pellegrini. Su futuro pende de un hilo.

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