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Los Lakers y Gasol conquistan la NBA por segundo año consecutivo

Los Lakers se imponen por 83-79 a los Boston Celtics en un partido intenso en el que les tocó remontar. Gasol, con 19 puntos y 18 rebotes, logra su segundo anillo

PÚBLICO / AGENCIAS

Pau Gasol sigue escribiendo páginas gloriosas en su trayectoria y en la historia del baloncesto español. Esta pasada madrugada ha alcanzado otra cota difícil de igualar: por segundo año consecutivo, Los Ángeles Lakers ganan la NBA —es el decimosexto título en su palmarés— y el español se pone en el dedo su segundo anillo de campeón de la NBA.

Los Lakers vencieron a Boston Celtics por 83-79 en un intenso y vibrante partido, el último de la serie final al mejor final de siete. Llegaban ambos equipos igualados a tres victorias y el choque se preveía histórico y electrizante: todo el campeonato —casi cien partidos y siete meses de larga y dura temporada— se decidía en un solo encuentro a vida o muerte. Y así fue: el final fue de infarto, espectacular, glorioso para las huestes de Gasol y Bryant.

 Es el undécimo anillo de campeón para Phil Jackson, el quinto para Bryant y el segundo para Gasol

El partido en sí fue malo, espeso y trabado: lo dice su baja puntuación, pero la emoción estuvo por las nubes. Los Lakers estuvieron muertos en un momento del encuentro: llegaron a estar 13 abajo en el tercer cuarto. Sólo Gasol les mantuvo con vida a su equipo en alguna fase del encuentro. El español estuvo inconmesurable, genial.  Autor de 19 tantos y 18 rebotes, con acciones clave a ambos lados de la cancha, Gasol fue el sostén del equipo cuando Kobe Bryant parecía no estar.

Pero Bryant—23 puntos y 15 rebotes—, pésimo en el tiro durante casi todo el duelo (acabó con 6/24), resurgió de sus cenizas en la recta final para liderar con 10 tantos el último empujón de los californianos, ese que les llevó a la gloria.

Por los Celtics, que acusaron un bajón de energía en el último cuarto, destacaron Paul Pierce con 18 puntos y 10 rebotes, y Rajon Rondo con 14 tantos y 10 asistencias.

El arranque dejó al público angelino algo helado. A pesar de que Derek Fisher encestó su primer triple en toda la serie, la experiencia de Rasheed Wallace dio calma a Boston y contrarrestó el imponente ambiente que se vivía en el Staples Center.

Rajon Rondo recogió el guante y tomó el mando. Asistió a Allen, imprimió velocidad al ataque e insufló carácter a la defensa, claves que llevaron a los Celtics a gozar del primer colchón importante al término del primer periodo (14-23), con buenos minutos de Glen Davis.

Esos 14 puntos fueron la anotación más baja en un cuarto de una Final desde 1955.

Los Lakers empezaron mal y llegaron a perder de 13 puntos al inicio del tercer cuarto

Los Lakers acusaban los nervios y se mostraban muy precipitados. Acabaron el primer cuarto con un paupérrimo 6/27 en el tiro (22,2%), en el que Bryant tuvo mucho que ver, y Gasol se fue al banquillo a los diez minutos con dos personales.

Sin embargo, un parcial de 11-0 comandado por el inefable Ron Artest dio la vuelta a la situación (25-23) parecía resucitar a los Lakers a pesar de los malos porcentajes de Bryant y Gasol.

En un constante toma y daca, lastrado por la falta de brillantez en el juego y la imposición de las defensas, los Celtics reaccionaron de nuevo (31-38) con Allen y Paul Pierce dando rienda suelta a sus muñecas justo antes del descanso.

El equipo de Doc Rivers sobrepasó la barrera de los diez puntos al comienzo de la segunda parte (36-49). Eran momentos de gran zozobra para los californianos, colapsados en ataque e impasibles ante el despertar de Kevin Garnett.

Bryant seguía intentándolo a pesar de su 3/17 en lanzamientos y Gasol no recibía el balón. Rondo era amo y señor del partido, y sólo pequeños impulsos a favor de los Lakers, con apariciones clave de Lamar Odom, fueron limando la diferencia, que se quedó en cuatro (53-57) a falta de un cuarto. Gasol dio primero. Garnett contestó. El Staples comenzó a gritar el nombre de Kobe. 

Los angelinos confiaban en él a toda costa. Entonces se sacó tres tiros libres de la chistera y Artest se encargó con un dos más uno de empatar el duelo (61-61). Sonaban tambores de guerra. Habían pasado 42 minutos y todo seguía en tablas. Bryant, con cuatro puntos seguidos, puso por delante a los Lakers por primera vez desde el primer cuarto (68-64), mientras los Celtics, absolutamente bloqueados, se daban de bruces una y otra vez con el entramado defensivo de Phil Jackson. 

Bryant resurgió de sus cenizas para liderar a los Lakers en el tramo final

El 'Big-Three' mantenía a flote a duras penas a los Celtics, hasta que Gasol, con un movimiento sideral en el interior de la zona, ahogó a Boston (76-70) a falta de 1:30. Después llegaron tres triples seguidos, obra de Wallace, Artest y Allen, que echaron más leña al fuego, sofocado por dos tiros libres de Bryant y, en los instantes finales, por Sasha Vujacic.

La gloria era Laker. Por segundo año seguido. Y por primera vez batiendo a su eterno rival desde la temporada 1986-87, cuando el MVP fue para Magic Johnson. La derrota de la final de 2008 ante Boston escocía desde entonces. Pero la venganza aguardaba hoy a los Lakers.

Es el undécimo anillo de campeón para Phil Jackson, el quinto para Bryant y el segundo para Gasol.

83 - Los Ángeles Lakers (14+20+19+30): Fisher (10), Bryant (23), Artest (20), Gasol (19), Bynum (2) -cinco inicial-, Odom (7), Brown (-), Vujacic (2), Farmar (-) y Powell (-).

79 - Boston Celtics (23+17+17+22): Rondo (14), Ray Allen (13), Pierce (18), Garnett (17), Wallace (11) -cinco inicial-, Tony Allen (-), Davis (6), Finley (-), Robinson (-) y Scalabrine (-).

Árbitros: Joe Crawford, Dan Crawford y Scott Foster. Eliminaron por personales a Wallace.

 

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