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'Alexis Sánchez Fútbol Club'

Bielsa trata de corregir el individualismo de un extremo maravilloso

J.L. MOÑINO

'Alexis, ahora que tienes fama y dinero dejaste a tu novia de siempre. Eso no se hace'. Medio en serio, medio en broma, Marcelo Bielsa le dedicó ese rapapolvo a Alexis Sánchez, su ojito derecho, el Niño Maravilla surgido de Tocopilla, una ciudad minera al norte de Chile. Con la pelota, como a todos los dribladores empedernidos, el narcisismo se le dispara.

Ese exceso de individualismo le ha valido para que más de una vez bautizara a Chile como el Alexis Sánchez Fútbol Club. Bielsa se ha volcado en pulir las cualidades innatas de este menudo extremo derecho que hace del regate un estilo de vida. Todavía, Bielsa sigue en ello. 'Es pequeñito, rápido y driblador descarado. Es la esencia de Chile', le define Del Bosque.

Sánchez debutó en Primera División con el Cobreola a los 16 años. A los 17 ya le había fichado el Colo-Colo, uno de los grandes de Chile. A los 19 maravillaba en el Monumental de River y a los 20 en el estadio Friuli de Udine, tras marcar un gol en el que sentó a tres defensas, se escuchó la cumbia que le dedicó Tomo Como Rey, uno de las orquestas más populares de Chile: 'El niño maravilla que brilla, que brilla, llegó de toco, toco, Tocopilla, dominando el balón con un fino enganche a lo campeón'.

En Chile llaman la atención sus estrafalarias vestimentas de rey del reggaeton. Vaqueros anchos, chupa de cuero y lentes oscuras y grandes. Nike le ha convertido en su imagen futbolera para toda Suramérica, excepto Brasil, donde reina la imagen de Cristiano Ronaldo. 'No me gusta que me comparen con él. Yo soy Alexis Sánchez'. Para qué más.

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