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La excelencia tranquila

El Barça gana, pasa a octavos sin exprimirse y llegará en perfecto estado al clásico

GERMÁN ARANDA

Acostumbrado a morder con furia hasta el final, a buscar la victoria con intensidad casi romántica, el Barça demostró ayer que también sabe ganar con la armonía formal que sugirieron los clásicos, por ejemplo griegos. Aplicando su mismo ideario pero sin esfuerzos vanos, con lucidez tranquila, superó al Panathinaikos y se plantó como líder en octavos de final de la Liga de Campeones una jornada antes de que acabe la primera fase.

Ni el retraso del inicio del encuentro porque las redes de una portería estaban rotas, ni el espontáneo que saltó al césped y le hizo un feo a Messi, ni tampoco las bengalas que se encendieron en la grada, consiguieron desviar al Barça de esa paz virtuosa que le condujo a la victoria.

Era la forma idónea de vencer, con contundencia pero sin un excesivo desgaste que se pueda pagar en el cada vez más próximo duelo de colosos ante el Madrid. Todo lo que se llevó de Atenas el Barça fueron buenas noticias.

Para empezar, Pedro llegará al clásico no sólo como el futbolista más maduro y útil que viene demostrando ser en la actual campaña, sino también habiendo rescatado el olfato de gol de la pasada temporada. Él abrió y cerró el marcador, culminando en ambas ocasiones momentos de inspiración de Alves, que revivió su versión más cómoda y libre correteando y repartiendo juego a lo ancho y largo del campo.

Pero fue su gran amigo Adriano, en el flanco opuesto del terreno de juego, la novedad más sugerente que aportó el encuentro. En sus primeros minutos en la Liga de Campeones con el Barcelona, probó en tres ocasiones suerte con disparos lejanos envenenados con ambos pies y acuchilló a la defensa local con peligrosas internadas. De una de ellas, sacó una asistencia para Messi.

Inició el partido el Panathinaikos con toda la intensidad que parecía no tener el conjunto visitante, que a punto estuvo de pagar caras algunas imprecisiones defensivas de Piqué. En la primera de ellas, el central rompió la estrategia del fuera de juego al quedarse atrás y Cissé lo aprovechó con una carrera al final de la cual se encontró con una mano prodigiosa de Valdés.

Las galopadas del francés en solitario fueron el único recurso del conjunto de Ferreira, pero no con tanto peligro como en la primera ocasión. En parte, porque el Panathinaikos reculó y se empequeñeció en cuanto se adelantó el Barça por medio de Pedro, aprovechando un gran pase en profundidad de Alves. Messi despertó en la recta final de la primera mitad y no tardó en marcar tras la reanudación.

En siete minutos, el Barça acabó de empaquetar su pase con el segundo tanto de Pedro, a pase de Iniesta pero fruto de una combinación prodigiosa. Los deberes estaban hechos. Guardiola, sin embargo, sustituyó a Piqué aunque tenía dos tarjetas amarillas y podría haber aplicado la misma lógica que Mourinho cuando diseñó las autoexpulsiones. Sin duda, son dos estilos diferentes. 

0 - Panathinaikos: Tzorvas; Vyntra, Boumsong, Kanté, Spyropoulos; Katsouranis (Plessis, m.67), Gilberto Silva; Marinos (Dimoutsos, m.46), Luis García (Petropoulos, m.63), Christodopoulos; y Cissé.

3 - FC Barcelona: Valdés, Dani Alves, Piqué (Abidal, m.71), Puyol, Adriano (Maxwell, m.76), Mascherano, Xavi (Keita, m.71), Iniesta, Pedro, Villa y Messi.

Goles: 0-1, m.27: Pedro. 0-2, m.62: Messi. 0-3, m.69: Pedro.

Árbitro: Gianluca Rocchi (ITA). Mostro cartulina amarilla a Piqué (m.31) y a Dimoutsos (m.66).

Incidencias: Asistieron al encuentro unos 68.000 espectadores en partido de la quinta jornada, de la primera fase de la Liga de Campeones, grupo D, disputado en el estadio OACA Spyros Louis. El partido dio comienzo con unos minutos de retraso, debido a que la red de la portería de Valdés estaba agujereada y tuvo que ser reparada. En el minuto 79, el árbitro paró el juego debido a que un espontáneo saltó al césped y fue interceptado por las fuerzas de seguridad cuando se dirigía a Leo Messi haciéndole un gesto despectivo. Dos minutos más tarde, volvió a parar el partido, después del lanzamiento de cohetes, petardos y bengalas desde uno de los fondos.

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