No va más. Superada la fase de grupos, desigual en su nivel y un punto aburrida en el tramo final, la primera eliminatoria anuncia emociones fuertes. El sorteo de octavos de final de la Liga de Campeones celebrado ayer en Nyon (Suiza) deparó un puñado de enfrentamientos entre equipos o futbolistas con cuentas pendientes de distinto calibre.

Barça, Real Madrid y Valencia, los españoles en liza, no salieron mal parados. El rival más duro de los tres es el del conjunto catalán, el Arsenal inglés, si bien el año pasado los hombres de Guardiola ya aplastaron a los gunners en cuartos de final (2-2 en Londres u 4-1 en el Camp Nou). 'La revancha no está en mi mente. Queremos clasificarnos y vencerlos. ¿Es difícil? Sí. ¿Es posible? También', opina Arsene Wenger, entrenador francés del Arsenal.

Cesc, capitán del club londinense, Puyol, su homólogo en el Barça y Piqué bromearon a través del Twitter enviándose mensajes con un 'ooooooohhhhhhh', código habitual que utilizan entre ellos para resaltar algo.

Para menos bromas esta el Madrid, obligado a deshacerse del Lyon, un conjunto que se le atraganta nunca le ha derrotado y que el año pasado provoco un seísmo en Chamartín al eliminar a los blancos precisamente en octavos. Aún así, Casillas afirma que jugarán frente a los franceses 'sin la idea de revancha'.

Con idéntico espíritu afronta Raúl su primer partido oficial en España con una camiseta diferente a la del Madrid. El delantero del Schalke juega en Valencia, donde ha marcado doce goles. 'Volver a jugar a España siempre es un placer y un aliciente', confesó. Especial será también la reedición, a doble cita, de la última final. Los decadentes Bayern e Inter se ven de nuevo las caras.

Tottenham - Milan

Schalke 04 - Valencia

Manchester United - Olympique de Marsella

Barcelona - Arsenal

Bayern de Múnich - Inter de Milán

Chelsea - Copenhague

Real Madrid - Olympique de Lyon

Shaktar - Roma