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Benzema se aferra a su silla

Un golazo del 9 le basta al Madrid para pintar la cara a un Sevilla más ladrador que mordedor

ENRIQUE MARÍN

 

Será casualidad, pero fue llegar Adebayor a Madrid y Benzema ofreció su mejor versión en el Pizjuán. Al contrario que el dicho, el que fue a Sevilla no perdió su silla, sino que reivindicó su propiedad con un gol en el que resumió su currículum y, por segunda vez en cuatro días, sirvió a su equipo para ganar el partido. El Sevilla, más ladrador que mordedor, no estuvo a la altura de su afición, entregada a una causa que a su equipo le vino grande y que sólo un imbécil empañó con su botellazo a Casillas.

Con el polémico video proyectado justo antes del inicio del partido y al son del himno de El Arrebato y su sevillista seré hasta la muerte, el Pizjuán recreó el ambiente que diseñó Del Nido. El Sevilla también quiso intimidar al Madrid con el balón, pero los de Manzano apenas lograron asustarle en el arranque.

Mourinho planteó el partido desde el músculo, con Lass y Khedira flanqueando a Xabi Alonso. Un trivote para contrarrestar a la pareja Romaric-Zokora. Dejó a Marcelo en el banquillo para confiarle a Arbeloa el marcaje de Navas y reservó a Di María, con lo que Özil, Cristiano y Benzema formaron un tridente. Un pisotón de Lass a Sergio Sánchez, que mandó al sevillista a la caseta, evidenció que el Madrid no salió a ladrar, sino a morder.

Fermín el del banderín no dio un gol fantasma de Luis Fabiano

Una larga posesión no le valió al equipo de Mourinho para provocar nada, salvo evitar que el Sevilla tuviera la pelota. Claro que al Madrid no le hace combinar encontrar el camino del gol. Con el partido invitando al bostezo, apareció Benzema. El galo arrancó con decisión, tiró una pared con Özil, se adentró en el área, regateó a Alexis, dejó sentado a Escudé y aún tuvo tiempo para acomodarse y batir a Palop de tiro raso y colocado con la zurda. Su gol, a la postre el único del partido, bastó y sobró. Fue como sacar petróleo en el desierto.

Con el Madrid por delante en el marcador, el Sevilla empezó a jugar con más ansias que criterio. No es que antes del gol de Benzema anduviera sobrado, pero ahora lo necesitaba más. Si hay algo que sabe hacer Mourinho es jugar en función del resultado, y así lo demostró su equipo, sin perder el sitio en posiciones retrasadas y preparado para salir a la contra a la mínima oportunidad que el Sevilla le concediera.

Mourinho alineó un ‘trivote’ y su equipo siempre tuvo el partido controlado

Al borde del descanso llegó la jugada polémica del partido. Un toque de primera de Kanouté dejó solo a Luis Fabiano ante Casillas. El brasileño regateó a Iker y su tiro lo sacó Albiol en la misma raya de gol. Si el balón entró por completo o no es difícil de asegurar. El Pizjuán lo vio dentro, pero el auxiliar de Undiano, el famoso Fermín el del banderín, no dudó y no dio validez al que hubiera sido el empate del Sevilla.

Si la segunda parte no se hubiera jugado, nadie la habría echado de menos. Cristiano perdonó el 0-2 en una acción rocambolesca con Özil y Negredo pudo empatar. Poco más. El Madrid aún deberá rematar la eliminatoria en el Bernabéu, pero la final de Copa contra el Barça parece cada vez más cerca. Lo previsto, vamos.

0 - Sevilla: Palop; Sergio Sánchez (Martín Cáceres, m. 16), Alexis, Escudé, Fernando Navarro; Jesús Navas, Zokora, Romaric (Renato, m. 51), Perotti; Kanouté y Luis Fabiano (Negredo, m. 75).

1 - Real Madrid: Casillas; Ramos, Albiol, Carvalho, Arbeloa; Khedira, Xabi Alonso, Lass (Marcelo, m. 56); Cristiano, Özil (Granero, m. 85); y Benzema (Di María, m. 68).

Gol: 0-1. M. 17. Benzema, en jugada individual, tras regatear a Alexis, dejar sentado a Escudé y batir a Palop de tiro raso con la izquierda.

Árbitro: Undiano. Amarilla a Lass, Luis Fabiano, Arbeloa, Zokora, Alexis, Khedira, Cristiano, F. Navarro y Ramos.

Sánchez Pizjuán: 45.000 espect.

 

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