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Callejón, el ejemplo de Mourinho

El técnico, deslumbrado ante la actitud del futbolista, recuerda que 'si sólo juega diez minutos' le parece 'fantástico y no un problema'

ALFREDO VARONA

Sí, no lo duden: a Callejón le ha tocado la lotería. Ha encontrado en Mourinho a un fanático con el que comparte planes e ideología. 'Me gusta su mentalidad'. Su nombre apareció al final de una leve rueda de prensa, en la que Mourinho pidió 'salud para todas las personas que comparten el mundo' con él. Y entre ellos está Callejón, que fue un soplo de aire fresco en una tarde que movía a jugadores con el ánimo bajo como Sahin u Özil. Con ellos, Mourinho podría no descansar en paz. O tal vez sí, según se mire. 'Mi intención es la de no regalar minutos a nadie'. Y fue entonces cuando apareció Callejón, una historia distinta que pertenece a niños y padres, a barrios de clase alta y clase baja. 'Hay futbolistas para los que salir diez minutos representa un problema. Sin embargo, para Callejón resulta fantástico'. Su salud laboral refleja a un tipo listo, inteligente. 'Es un chico que ha tenido un par de años fuera del Madrid y valora la diferencia entre lo que es estar aquí y fuera'.

Sin ninguna pena, la historia también diferencia entre ganadores y perdedores. 'Callejón se ha ganado el sitio con humildad. Respeta a la gente y sus compañeros lo respetan, porque saben que pueden confiar en él'. Su discurso llegó al minuto hablando de Callejón él solo, sin interrupciones. Y, claro, el resumen muere de placer. 'Su mentalidad me gusta. Valora cada minuto en el campo y, sin duda, es jugador para el Madrid'. Y tampoco fue una tarde regalada. 'En el Madrid no hay espacio para jugadores que no sean muy buenos', sentenció Mourinho como un acto de fe.

El luso se negó a desvelar quién jugará en la portería, si Adán o Casillas

Así que aprendan de Callejón, no decaigan y no protesten, entre otras razones porque Mourinho descarta los motivos. 'Hay dos, tres, cuatro jugadores, a lo máximo, que no han jugado mucho. Granero, Sahin, Altintop...'. Pero si escucharon este lunes a Mourinho tienen un motivo para no marcharse. 'No quiero que se vaya nadie. Si empezamos juntos, debemos terminar juntos la temporada'. Y uno de ellos será Carvalho, que cada día se parece más al futbolista que fue. 'Cuatro meses fuera es mucho, pero cuando el equipo lo necesite, él va a estar'.

El nombre de Pellegrini, entrenador del Málaga, no existió en una conferencia suave y sin espadas. Y eso que Pellegrini no piensa regalar nada esta vez. Viene 'sin el cero a cero' en la cabeza. Baraja, incluso, algo más valiente. 'Si no logramos pasar la eliminatoria, que sea por méritos del Madrid y no por deficiencias nuestras'. Mourinho coincidió con él. 'Es lógico que el rival tenga esperanza y aspire a discutir el segundo partido'. Fue, en realidad, un hombre paciente, con el suspense en la sangre, incapaz de desvelar si jugará Adán o Casillas en la portería. Y eso que él ya lo sabe. 'Yo tengo ninguna duda'.

A lo máximo, el entrenador resolvió cuestiones simples. Se negó a anticiparse al futuro. '¿El Barça? Aún no tenemos programa para cuartos de final'. Aunque el futuro ya está planeado: 'La intención es que ningún futbolista juegue los seis partidos que, como mínimo, tendremos en enero'. Y el primero es ante el Málaga, que no es un simple asalariado. Sus futbolistas tienen fama y dinero como para que Pellegrini sea un hombre ligeramente optimista. La baja de Joaquín no rompe guiones: 'Queremos hacer el mismo fútbol que en todas partes'. Aunque ni siquiera así asustará a Mourinho, sin Di María ni Sergio Ramos: 'Yo veo a mi equipo jugando, disfrutando y haciendo disfrutar'.

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