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El Madrid se desquicia

El Madrid pierde los tres puntos ante el Villarreal tras volver a encajar un gol de falta en los últimos minutos. Los blancos terminan con cinco expulsados: Rui Faria, Mourinho, Ramos, Özil y Pepe en el túnel de vestuarios

PÚBLICO.ES / AGENCIAS

De nada sirve controlar un partido durante 83 minutos si en los últimos diez pierdes los tres puntos de la victoria y, con ellos, los nervios. El Real Madrid ha empatado ante el Villarreal tras recibir un nuevo gol de falta en los últimos instantes, como ya ocurriera ante el Málaga, y que le deja a seis puntos del Barcelona.

Lo peor de todo no es haber sumado un punto en vez de tres, sino la imagen del final. Los blancos acabaron desquiciados y con cinco expulsados: Ramos y Özil sobre el campo y Mourinho y su ayudante Rui Faria desde el banquillo. Además, Pepe también fue expulsado en el túnel de vestuarios por gritar al colegiado: 'Vaya atraco, hijo de puta'.

El enfado del Madrid con el Paradas Romero era tal, que el club tomó una decisión insólita y decidió que nadie saliera ante los medios a hablar sobre el partido, ni siquiera a la habitual rueda de prensa. Sólo Marcelo, todavía a pie de campo, hizo un par de comentarios antes de recibir la orden de silencio total.

En lo futbolístico, ambos equipos se cambiaron los papeles respecto a lo que es su identidad en estas últimas temporadas. Los castellonenses se olvidaban del esférico pero salían con peligro aprovechando la velocidad de Nilmar, mientras que los blancos dominaban la pelota y controlaban el juego pero tan sólo creaban peligro por medio del juego aéreo.

El Madrid rechaza atender a la prensa al finalizar el encuentro

Precisamente con sendas faltas laterales botadas por Xabi Alonso y Özil es cuando más cerca estuvieron los de José Mourinho de perforar la red rival, por medio de cabezazos de Pepe y Sergio Ramos. Si bien, la oportunidad más clara fue la del luso, que tras picar la pelota con la testa y superar a Diego López, vio cómo Zapata sacó el balón sobre la misma línea de gol.

Mientras, los de un debutante Miguel Ángel Lotina como técnico castellonense, hacían añicos los resortes de la retaguardia blanca, con Cani lanzando a Nilmar, que en una de sus intentonas, se plantó solo ante Iker Casillas pero no supo cómo batirle. No obstante, fue Marcos Senna con uno de sus característicos zapatazos desde fuera del área, el que más cerca estuvo de batir al mostoleño.

Los blancos pierden cuatro puntos de ventaja sobre el Barça en dos jornadas

A la media hora de partido, el técnico madridista dio entrada a Callejón, en detrimento de Lass, cargado con una cartulina amarilla desde el principio. En el descanso, el de Motril, inadvertido y debido a una lesión, le dejó su sitio a Altintop en una segunda mitad que arrancó con las tablas iniciales. Las variantes tácticas introducidas por Mourinho primero y por la mala fortuna después, no introdujo cambio alguno en el guión del partido, con un Madrid cómodo en el trato del balón y espeso en ataque. La única noticia positiva para los madridistas fue la baja intensidad con que los de Lotina afrontaron la segunda parte del envite.

Cuando peor estaba jugando el Real Madrid, apareció lo que le distingue del resto de conjuntos y que tan importante es en el fútbol: la calidad y la pegada. La calidad la derrocharon Marcelo, Cristiano y Özil en una combinación cuyo último eslabón fue un taconazo del alemán que dejó solo al portugués para que éste driblase a Diego López y sirviese un pase al interior de las mallas, en lo que supone su gol número 100 en Liga con la zamarra blanca.

El conjunto de Chamartín calentó el partido desde el banquillo

Tras un nuevo córner botado por los de Mourinho que concluyó con un zaguero local sacando el balón sobre la línea de cal, el Madrid encajó un gol con tintes a 'déjà vu'. Si el anterior partido fue Cazorla, un ex del Villarreal el que batió de falta directa a Casillas en los últimos segundos de partido, esta vez fue Marcos Senna el que hizo lo propio a falta de diez minutos para la conclusión.

En un final turbulento, el conjunto de Chamartín calentó el partido desde el banquillo, de donde salieron expulsados el célebremente reincidente Rui Faria y José Mourinho. El calentón se trasladó de la banda al terreno de juego, de donde también se marcharon tras ver la tarjeta roja Ramos, por segunda amarilla por una falta alevosa, y Özil por protestar.

Con el empate, con nueve jugadores sobre el terreno de juego, y con sólo seis de ventaja sobre el Barcelona concluyó el encuentro. La renta de seis puntos sería positiva en otras circunstancias, si los blancos no hubiesen dilapidado cuatro puntos en las dos últimas jornadas, y lo que es peor, si no ofrecieran sensación de vulnerabilidad.

1 - Villarreal: Diego López, Mario, Zapata, Musacchio, Joan Oriol, Bruno Soriano, Ángel (Martinuccio, m.68), Cani (Camuñas, m.61), Marcos Senna, Nilmar y Marco Ruben (De Guzmán, m.61).

1 - Real Madrid: Casillas, Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo, Lass (Callejón, m.29), (Altintop, m.46) Khedira, Xabi Alonso, Özil, Cristiano Ronaldo y Benzema (Higuaín, m.77).

Goles: 0-1, m.62: Cristiano Ronaldo. 1-1, m.83: Marcos Senna.

Árbitro: Paradas Romero (colegio andaluz). Amonestó por el Villarreal a Nilmar, Ruben, Mario, Ángel y De Guzmán y por el Real Madrid a Lass, Xabi Alonso, Pepe (que terminó expulsado) y Khedira. Expulsó al madridista Sergio Ramos por acumulación de amonestaciones (m.83) y a Ozil con roja directa en la misma jugada. También expulsó a Rui Faría, preparador físico del Real Madrid, que estaba en el banquillo (m.49) y al técnico visitante, José Mourinho (m.83) Incidencias: partido disputado ante 20.000 espectadores, Terreno de juego en buenas condiciones.

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