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Un socio empresarial de Contador quiere presidir la Federación Española de Ciclismo

José Luis López Cerrón está unido a Contador por algo más que los negocios: fue el hombre que le llevó al Tour el solomillo que provocó su positivo

ALFREDO VARONA

Su empresa, Cadalsa Sport, organiza eventos culturales y deportivos, entre ellos la marcha cicloturista de la fundación de Alberto Contador. De hecho, Contador también es socio, 'desde hace dos o tres años', de Caldalsa, una empresa que nació en 1989, que tiene su sede social en Valladolid y que, a juzgar por lo que dice su presidente José Luis López Cerrón, no debe ir mal en estos tiempos de crisis. 'La verdad es que no me quejo'. Otra cosa es que Alberto Contador forme parte de esas ganancias. 'Con él nunca hemos hablado de beneficios'. Y, en cualquier caso, estima que esa alianza empresarial no debe malinterpretarse de cara a su nueva ambición. 'No tiene nada que ver', señala.

El 1 de diciembre, López Cerrón aspira a ser presidente de la Federación Española de Ciclismo si Paco Antequera, el otro candidato y exseleccionador nacional, no lo impide. 'Hace cuatro años no lo logré y me prometí no volver a intentarlo'.

Pero aquí está cuatro años después, porque apareció 'un grupo opositor, que quería cambios en la Federación, y contactó conmigo para liderar el proyecto'. Reconoce que 'hay que tener ganas' y que su mujer le pregunta si todo este jaleo le merece la pena. Cerrón está cómodo en Valladolid, con la vida dominada, pero insiste en que esto no es masoquismo. 'Mi familia me deja hacer y mi vida es el ciclismo. He sido director, corredor y organizador'.

Las malas lenguas, sin embargo, preguntan por la sombra de Alberto Contador, en su candidatura. Sin embargo, Cerrón contesta sin miedo a esa pregunta e insiste que 'no tiene nada que ver'. 'Mi empresa no sólo organiza eventos de ciclismo, también de otros deportes como, por ejemplo, atletismo'.

En cualquier caso, no es esa la única coincidencia entre ambos. Hace dos años, en el Tour de Francia 2010, López Cerrón adquirió un protagonismo inolvidable en el positivo de Contador. Fue el hombre que llevó la prueba del delito, el famoso solomillo de ternera desde Irún hasta un hotel de Pau, que, según la defensa del ciclista, originó el clembuterol en su sangre. Juan Carlos Castaño, el presidente saliente, recuerda aquel episodio como 'el peor momento de su mandato'. En la memoria de Cerrón, 'no es más que una anécdota entre tantas', en la que él no tiene ninguna culpabilidad. 'Yo sólo llevé la carne a Paco Olalla, cocinero y amigo común de Alberto y mío'.

Contador, sin embargo, no se ha declarado públicamente a favor de nadie en estas elecciones, en las que se anuncia que el favorito es Paco Antequera, el otro candidato. Pero López Cerrón es un hombre de fe que hasta el 1 de diciembre nunca se dará por vencido. Sabe que, si llega, se encontrará con una situación cruel económica (dicen que la federación está teniendo, incluso, problemas para pagar las nóminas de los empleados) y mediáticamente.

El juicio por la Operación Puerto sentará en el banquillo, a partir del 28 de enero, a los siete imputados, acusados de un presunto delito contra la salud pública. Sin embargo, nada de eso detiene a Cerrón que, si tuviera que trasladarse a vivir a Madrid, tampoco tendría problema. 'Mi hijo vive y trabaja en la capital', sostiene Cerrón que, independientemente de lo que pase, siempre habrá sido el primer candidato que presentó los avales. Y, además, el triple de los que eran necesarios.

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