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Madrid es colchonera

El Atlético de Madrid gana la Copa al vencer por primera vez en 14 años al Real Madrid en una final con muy poco juego y mucha garra. Los blancos acaban crispados con Mourinho y Cristiano expulsados. El técnico luso finiquita su

EDUARDO ORTEGA

Una final es una final, que diría alguno. No sabe el Atlético ganarle ni un partido al Madrid pero una final es distinta. Lo saben los rojiblancos, que se han hecho especialistas en los últimos años en ganarlas. Lo saben los blancos que, como en 2002 ante el Depor, se vieron probablemente con todo de cara y volvieron a hundirse. Como hace 21 años, en la última Copa que ganaron los colchoneros a los merengues en el Bernabéu. ASÍ TE LO CONTAMOS EN DIRECTO | FOTOGALERÍA  

El duelo, reñido a más no poder, tuvo de casi todo menos juego. El Atlético tiró del oficio del que se apropia el Madrid en cada derbi de los últimos 14 años para ganarles a los blancos por vez primera en casi una década y media. Y qué victoria. El Madrid acaba una de sus peores temporadas de la historia. Un fracaso con ninguno de los dos títulos grandes y también sin una Copa que hubiera cerrado el año de una manera ciertamente digna. El fracaso de Mourinho, que acaba de la peor manera posible el que seguramente será su penúltimo partido como local en el Bernabéu.

Las imprecisiones y la irregularidad reinaron un choque en el que ninguno acertaba a hacer medio despeje decente, a bajar el balón o a conseguir  apenas cuatro pases seguidos. Un partido en el que apenas aparecían Cristiano, Falcao, Özil o Arda. Eso no evitó que el inicio fuera el de siempre. Nada que no hubiéramos visto en la mayoría de los últimos diez o doce derbis. Nervios e inseguridad en el Atlético y puñetazo del Madrid en la mandíbula colchonera en los primeros minutos. Golpe bajo a un Simeone que hasta entonces había contenido a los suyos en su campo. Cristiano se elevaba al cuarto de hora en el área pequeña ante la pasividad rojiblanca en un córner y remataba a placer. El Madrid se pensó seguramente entonces que ya lo tenía hecho y se echó atrás, cometiendo el pecado de siempre desde que Mourinho ordena.

Rojiblancos y merengues se cambiaron los papeles tras el tempranero tanto. Los colchoneros a la ofensiva, con poca precisión y sin rastro de las cabezas pensantes; los blancos a la espera de un contraataque que zanjara el duelo por la vía rápida. Dio el Madrid la gris versión de toda la temporada. Llegando a arreones, con mucha dificultad y pocas ideas para atacar en estático ante la bien colocada defensa colchonera. Con Modric en punta y Özil en una banda, el alemán acabó disipándose como en Dortmund. Y aguantando en defensa, sujetados por Diego López, Ramos y a ratos por un Albiol que, como se presumía, sustituyó a Varane. Mourinho no sólo cumplió lo prometido sino que llevó la humillación a su antiguo protegido -Pepe- hasta el extremo de dejarlo en la grada.

Ante la amenaza de un segundo zarpazo que dejara tocado y casi hundido al Atlético, Falcao tiró de genio donde no le toca. El colombiano dejó a Albiol a los pies de los caballos en la medular y montó un contraataque maravilloso, con un pase al hueco milimétrico para Diego Costa. El pichichi de la Copa no perdonó. Dio dos zancadas y batió por bajo al cancerbero blanco, que rozó el cuero, con un disparo cruzado.

A partir de ahí los colchoneros ya no soltaron el partido. Le echaron más coraje y garra y desquiciaron al Madrid. La crispación acabó apoderándose de los blancos, impotentes tras dos postes y un gol cantado que sacaba Juanfran bajo palos, y de Mourinho, que acabó expulsado. El luso se fue cabreadísimo y bufando al cuarto árbitro. La segunda parte fue bajando en intensidad y calidad conforme avanzaban los minutos y el desgaste físico. Y en los últimos latigazos el Madrid de verdad sintió que perdía la Copa, encerrado por el Atlético.

El Atlético le echó más coraje y garra y desquició al Real Madrid

Los merengues acabaron perdidos en la maraña defensiva colchonera, haciendo cada uno la guerra por su lado. Acabaron los blancos crispados, con un Cristiano más apagado de lo habitual, protestando demasiado al árbitro, y sin apenas peligro más allá del gol y un poste. El Atlético aprovechó la confusión del Madrid para subirse definitivamente a sus barbas en la prórroga y le asestó el golpe mortal. Miranda remató solo en el primer palo en un fallo garrafal en cadena de toda la defensa blanca y los colchoneros cerraron ahí el partido, porque Özil no acertó a marcar en un remate a placer que Courtois sacó de milagro.

Los de Mourinho ya no tuvieron más respuesta porque ya no se jugó más. La final se perdió entre protestas, faltas, simulaciones, melés y barullos varios en las que Cristiano acabó expulsado. Madrid es hoy rojiblanca por primera vez en 14 años. 'Alguna vez tendrá que acabar esto', se había acostumbrado a recitar Enrique Cerezo. El presidente rojiblanco siempre lo supo. La Décima no era del Madrid, era del Atlético.

1 - Real Madrid: Diego López; Essien, Sergio Ramos, Raúl Albiol, Coentrao (Arbeloa, m.91); Khedira, Xabi Alonso; Modric (Di María, m.91), Özil, Cristiano Ronaldo; y Benzema (Higuaín, m.91).

2 - Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe; Arda Turan (Christian Rodriguez, m.110), Mario, Gabi, Koke (Raúl García, m.112); Diego Costa (Adrián, m.106) y Falcao.

Goles: 1-0 m.14: Ronaldo. 1-1, m.35: Diego Costa; 1-2, m.99: Miranda.

Árbitro: Clos Gómez (comité aragonés). Expulsó al entrenador del Real Madrid, Jose Mourniho (m.76). Expulsó a Cristiano Ronaldo con roja directa (m.114) y a Gabi por doble amarilla (m.120). Mostró tarjeta amarilla a Arda Turan (m.37), Coentrao (m.54), Khedira (65), Diego Costa (m.69), Ozil (m,71), Sergio Ramos (m.74), Cristiano Ronaldo (m.91), Mario Suárez (m.100), Essien (m.101), Koke (m.105) y Di María (m.116)

Incidencias: Final de la Copa del rey disputada en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 85.000 espectadores.

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