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España se queda sin ciclistas

Contador, Purito, Samuel, Valverde... nuestros mejores corredores han envejecido y no se encuentra recambio por ninguna parte

ALFREDO VARONA

España se queda sin ciclistas. En una época como ésta, en la que cada vez se ven más bicicletas por las calles y en las que las tiendas especializadas mejoran sus ventas, el ciclismo profesional español está más amenazado que nunca y agotando sus últimos cartuchos. Su presente no es malo, como lo demuestra la temporada 2013 que, a falta del Mundial, está a punto de terminar. Ha habido un corredor español en los podios del Tour de Francia y de la Vuelta e incluso se ha registrado el triunfo de Dani Moreno en una clásica tan prestigiosa como la Flecha Valona. Pero el problema no está en el presente, sino en el futuro a muy corto plazo si se analizan las edades de los corredores que sostienen nuestro ciclismo. Todos ellos están por encima de los treinta como el caso del Purito Rodríguez (1979), Alejandro Valverde (1980), Samuel Sánchez (1978), Dani Moreno (1981) o, incluso, el del mismo Alberto Contador, que el próximo mes de noviembre cumplirá 31 años. A esa edad, por cierto, Miguel Indurain ganó su último Tour de Francia.

Se trata, en definitiva, de corredores nacidos entre el 1979 y la 1982 que encuentra un relevo muy lejano en las generaciones posteriores, entre las que sólo Beñat Intxausti (1986), octavo en el Giro, o Mikel Nieve (1984), 12º en el Tour, han logrado acercarse. Son leves esperanzas por ahora como puede ser la de Jesús Herrada (1990) tras una buena Vuelta a España o, tal vez, Jonathan Castroviejo (1987). Pero aun así, a día de hoy, quedan demasiado lejos de los mejores, hasta el punto de que a Óscar Pereiro, vencedor en el Tour 2006 y en la actualidad muy cercano al ciclismo como comentarista en las grandes pruebas, no se le ocurre dar 'ningún nombre' cuando se le pregunta por el relevo. 'No veo a nadie, y es algo que me pone de mal humor, pero no podemos engañarnos: esta es la realidad actual del ciclismo español. Hay una gente que se está marchando poco a poco y no viene nadie para sustituirlos'.

La diferencia es que nuestros mejores ciclistas están compitiendo contra corredores más jóvenes como Chris Froome (1985), Roman Kreuziger o Robert Gesink (1986), Thibaut Pinot o Nairo Quintana (1990), independientemente del caso del norteamericano Chris Horner que ha ganado la Vuelta con casi 42 años. Pero eso es algo tan excepcional que el ciclismo sabe a voz en gritos que se necesita agua fresca como expresó en su propia biografía, El genio del arcoiris, Óscar Freire, publicada hace unos meses, antes de disputarse las tres grandes Vueltas de este año, y en la que expresaba que 'no se ven a jóvenes que puedan tomar el relevo'.

La situación no extraña a Óscar Pereiro, que trabaja con la cantera a través de su equipo, la propia Fundación Óscar Pereiro en Galicia. 'La labor de cantera está dificilísima. Cuesta encontrar cuatro duros para sacar equipos amateur y a veces resulta desesperante. Y como ya llevamos unos años sometidos a esta dinámica no extraña lo que pasa ahora, que no surjan ciclistas'. Pereiro, incluso, pone de ejemplo su caso: 'Cuando yo salí había ocho equipos amateurs, pero no sólo es mi caso, sino el de Valverde que salió del Kelme amateur; el de Contador o Purito, que salieron del ONCE... Sin embargo, ahora sólo hay un equipo en toda España, que serán dos gracias a la iniciativa de Fernando Alonso al recuperar el Euskaltel. Pero aun así no son las 300 licencias de ciclistas profesionales que había en mi época... Ahora hay 30 o 35, y como hay menos donde elegir es más difícil que salgan campeones, eso es así por una cuestión de lógica'.

'Cuesta encontrar cuatro duros para sacar equipos amateur y a veces resulta desesperante'

Aunque el ciclismo es un deporte desprestigiado, no se trata de que los niños no quieran ser ciclistas. 'Yo estoy muy unido a la cantera y puedo asegurar que sí, que si vas a colegios encuentras a niños que les encanta nuestro deporte', insiste Pereiro. 'Pero si no hay equipos amateurs, ¿para qué vas a ir a los colegios?'. Sin embargo, ese es el precio que paga el ciclismo español en el que, pese a todo, siempre se pueden encontrar declaraciones optimistas, como la de José Luis López Cerrón, presidente de la Federación. 'El ciclismo es un buen vehículo promocional y con un gran número de aficionados, pero necesitamos un par de años en los que no haya sobresaltos. Así, sin cometer los errores del pasado, seguro que las empresas volverán. De hecho, este año han aumentado las fichas en la Federación, lo que da muestras de que tenemos un importante potencial que debemos cuidar'.

La realidad es que esto ha ido a peor desde la pasada década, cuando en España había dos equipos más como el Xacobeo o el Andalucía, que ya no existen. Si se compara al número de equipos profesionales que existen en Francia, Bélgica, Italia u Holanda se entiende las diferencias de edad actuales entre sus mejores ciclistas y los nuestros. Sin ir más lejos, Nibali, el segundo de la Vuelta a España, tiene 28 años. Pero, en fin, siempre queda la esperanza de que Fernando Alonso haya abierto la puerta en el ciclismo a las grandes fortunas y de que existan dos años sin sobresaltos, como reivindica el presidente López Cerrón.

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