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Jagoba Arrasate: "Cuando subes a Primera, te das cuenta de que el fútbol es más puro en regional"

El entrenador de la Real Sociedad dejó el fútbol a los 30 años, cuando ya sabía que "no iba a vivir de ello", y se pasó al banquillo. Pasó de la Preferente vizcaína a ser ayudante de Montanier y hoy comienza en el Camp Nou el reto de eliminar al Barça en Copa

Arrasate, durante el partido del domingo contra el Atlético. EFE/Chema Moya

EDUARDO ORTEGA

Aprendió casi seguramente al mismo tiempo a jugar al fútbol que a ser entrenador. Hasta el punto de que tanto en el principio como en el fin de su carrera su cabeza estaba tan repleta de pizarras y tácticas que lo dejó a los 30 años. "Había jugado en Tercera y en Segunda B, y cuando tenía 29 ya sabía que no iba a vivir de ello", reconoce Jagoba Arrasate (Berriatua, Bizkaia, 1978), el sorprendente entrenador de la Real Sociedad. Pasó de la Regional Preferente vizcaína a ser ayudante del francés Montanier en unos años y hoy comienza en el Camp Nou (22:00 horas, Antena 3) el reto de eliminar al Barcelona en las semifinales de la Copa. 

-¿Cómo se mentaliza a los jugadores para un partido tres días después de caer goleados?

Es una de las ventajas que tiene este año, que jugamos cada tres días. Y cuando vienes de un resultado malo, como el del domingo, sabemos que el fútbol te da la oportunidad de revancha enseguida. Se trata de cambiar el chip.

-¿Es fácil cambiar el chip tan rápido?

Sí, sobre todo después de perder. Ya hemos pasado por una derrota y que después tengamos un parón de una semana, y se hace todo más largo. Cuando tienes un partido tan importante sólo tres días después de perder, cambias el chip rápido.

-¿A veces es más importante en las tareas de un entrenador el trabajo psicológico por encima del físico?

Sí, está claro. Apenas hemos entrenado desde el partido del domingo, así que lo que más hemos trabajado ha sido la táctica y el tema psicológico. Hay que motivar y enchufar otra vez a los jugadores.

-¿Dónde aprende uno a tener mano izquierda en el fútbol?

Haber sido jugador y haber tenido tantos entrenadores me ha ayudado. Luego también es importante el día a día, conocer a cada uno, porque cada jugador es diferente. Al final, estamos para sacar el máximo rendimiento a cada uno.

-¿Qué ha cambiado en toda una vuelta, desde que cayerais goleados en el Camp Nou (4-1) al comienzo de la Liga hasta ahora, que el equipo ha mejorado bastante?

Entonces no hicimos un buen partido, dimos facilidades. Pero después, desde la victoria en Mestalla, el equipo ha ido a más y, aunque hemos tenido algún borrón como el del domingo, el equipo es más fiable y tiene más confianza que aquel día en el Camp Nou. 

-¿No jugar la Champions les ha liberado? ¿Disputarla les penalizó de alguna manera? 

"La Champions nos costó algún punto en Liga, pero nos hizo crecer"

Creo que ha habido de todo. Es una competición muy exigente, la hemos vivido a tope y nos ha pasado factura. Pero también nos ha venido bien, porque hemos crecido y el equipo gracias a ella es mejor. Aunque nos ha exigido mucho e igual nos ha costado algún punto en Liga, no hay mal que por bien no venga.

-Son ahora el tercero de los mortales en España.

No, ahora hay tres equipos por encima del resto y después hay muchos más. Yo creo que tanto el Athletic, el Villarreal, el Sevilla, el Valencia y nosotros estamos en ese paquete de perseguidores, que optamos a la cuarta plaza.

-¿Usted entiende que un jugador como Vela, con 24 años, no quiera ir al Mundial de Brasil con su selección, México?

No se trata de entender, porque al final yo no manejo toda la información al respecto. Yo lo que hago es respetar su decisión. Él nos dijo que no iba a jugar el Mundial, nosotros lo respetamos y poco más podemos decir, porque es un tema muy personal e íntimo.

-¿Le ha explicado esto en persona? ¿Se ha reunido con él?

No. Yo sé lo que ha vivido en los últimos años con México y no me quiero meter, porque es un tema personal, ni quiero influenciarle en nada.

-¿Griezmann va a jugar la próxima temporada en Anoeta?

Es lo que queremos, y de momento tiene contrato. Pero también sabemos que está metiendo goles, haciendo una gran temporada y despertando el interés de otros equipos. Confiamos en que se quede.

-¿La Segunda B y las divisiones inferiores se hacen más duras cómo jugador o como entrenador?

"Vela nos dijo que no iba a jugar el Mundial, nosotros lo respetamos y poco más podemos decir, porque es un tema muy personal"

Como jugador es mucho más difícil. Yo, por ejemplo, como jugador no puede llegar a Primera, pero como entrenador sí. En esas categorías los equipos están bien trabajados, aunque hay menos calidad, ritmo y talento. Cuanto más de esto hay, más difícil es controlar las cosas, como pasa en Primera, como es normal. Por tanto, creo que en Tercera lo tienes todo como más controlado.

-Hay mucha más igualdad en esas divisiones.

Sí, y es más difícil salirte del guión, por decirlo de alguna manera. En Primera, al haber tanto talento, los trabajos de los entrenadores quedan en un segundo plano, lo que más importa son los jugadores.

-¿Qué aprendió fajándose ahí abajo?

Estoy orgulloso de haber pasado por esas categorías, en las que se vive la pureza del fútbol. Te hace mejorar como persona y ser más duro, porque vives situaciones complicadas. Luego te das cuenta que en Primera y en la Champions entran en escena otras cosas que igual tienen menos que ver con el fútbol. 

-¿A qué cosas se refiere?

Pues el negocio, la publicidad, cómo está todo montado. Y, al final, a nosotros lo que nos gusta es jugar al fútbol.

-¿Por qué dejó su carrera de jugador tan pronto? 

Yo había jugado en Tercera y en Segunda B, y cuando tenía 29 años ya sabía que no iba a vivir de ello, porque con 30 no iba a llegar a Primera. A mí siempre me ha apasionado el fútbol y al final de mi carrera me fijaba mucho en el entrenador, pensaba ya como un técnico. Y, al final, opté por seguir ligado al fútbol, pero de otra manera.

-¿Puede pasar que uno, no me refiero a su caso en concreto, se canse antes de tiempo, de lo habitual de jugar al fútbol?

A mí me encantaba el fútbol, y tampoco quería retirarme, pero como me apasionaba tanto estudiar a los rivales al final me decanté por ser técnico. Pero no porque me hubiera aburrido de jugar al fútbol.

-Dicen de usted que ya como jugador tenía mucho peso en el vestuario, que hablaba poco pero que todos le escuchaban. ¿Quizás ese fue el principio de su carrera como técnico?

"Soy de los que piensa que no hay que hablar por hablar ni chillar por chillar; creo que es mejor hablar sólo para decir cosas sensatas"

Sí. Yo tenía muchos entrenadores y siempre coges cosas de todos los que has tenido. Soy de los que piensa que no hay que hablar por hablar ni chillar por chillar. Creo que es mejor hablar sólo para decir cosas sensatas, que lleguen al jugador. Si estás continuamente hablando el jugador no hace caso.

-Comentan los que le conocen que lo de ser entrenador es algo muy vocacional en usted. ¿Por qué?

No lo sé. Cuando era joven, en el pueblo, entrenaba a los más pequeños. Siempre me ha gustado dirigir un partido, corregir cosas y hacer que el equipo esté mejor. También fui profesor y, al final, quieras que no, en la escuela es parecido porque tienes que sacar rendimiento de los chavales.

-¿No se le hizo raro pasar de un lado al otro del césped de un momento a otro?

Sí, pero seguía ligado al fútbol, en el verde durante la semana. Lo que más echaba de menos era no poder jugar los fines de semana y meter algún gol. Desde fuera puedes corregir cosas, pero donde más puedes hacer es dentro del campo.

-Usted dijo que la oferta para dirigir la Real no fue una sorpresa y que se sentía capacitado para asumir tal responsabilidad. ¿De no haber sido así hubiera dejado pasar la oportunidad de su vida?

No sé, tampoco pensé en eso; en qué hubiera pasado si hubiese dicho que no, si no cogía este tren. Fue todo muy natural. Primero me dijeron que estaba entre los candidatos, algo que ya me hizo mucha ilusión. Después, cuando ya me dijeron que el elegido era yo, fui muy feliz. Simplemente he afrontado lo que ha venido, y con eso sigo aquí.

-¿Qué aprendió de Montanier?

Muchas cosas. Era un técnico de otra escuela, la francesa, y otra metodología. A mi me sirvió para formarme y darme cuenta de que había otras formas de hacer las cosas. Además, al estar como ayudante, en un segundo plano, estaba con los cinco sentidos y me fijaba en más cosas. La temporada pasada fue un máster para mí.

-¿En qué se diferencia esa escuela francesa a la que hace mención de la española?

"No pensé en qué hubiera pasado si no cogía el tren de la Real Sociedad"

Aquí somos más de trabajo táctico y allí se le da muchísima importancia a la técnica. Los ejercicios que nosotros hacemos con infantiles o cadetes, ellos los adaptan al fútbol profesional también. En Francia creen que el jugador de Primera División, por muy de Primera que sea, tiene margen de mejora a nivel técnico. Sobre todo me sorprendió que trabajaran mucho los ejercicios técnicos más básicos. En Francia dicen que el fútbol español y el Barça están arriba por su calidad técnica y no por la táctica.

-¿Cuál es su filosofía? ¿De quién bebe aparte de Montanier? ¿En quién se mira o se fija?

Me fijo en todos; no digo que esto me sirve o esto otro no. Hay muchos entrenadores muy buenos y todos tienen algo como para fijarme en ellos. Ahora parece que eres de Guardiola o de Mourinho, y yo creo que no sólo existe blanco o negro. A mi lo que me gusta es llevar la iniciativa, que el equipo tenga equilibrio defensivo, lo que viene siendo un poco el fútbol moderno.

Tiene la intención de mantener la herencia y filosofía de Montanier. ¿Alguna vez hará este equipo suyo, con su propia seña de identidad?

Lo que está claro es que tenemos unos jugadores con unas características muy marcadas. Como tenemos que sacarles el máximo rendimiento, lo que tenemos que hacer es hacer lo que veníamos haciendo: ser verticales, atacar. Y es algo a lo que no podemos renunciar. Sí que es verdad que el equipo necesita también un equilibrio defensivo, y en ello estamos. Tenemos que encajar menos goles y ser menos consistentes contra los equipos de arriba. Y ahora si queremos estar en la final de Copa tenemos que batir a todo un Barcelona.

-El Tata Martino, al que se enfrenta hoy, era el elegido para sustituir a Montanier, por delante de usted. Casualidades de la vida.

Sí, es un nombre que salió y que estaba en mente de todos. Al final, no sé por qué él no vino y yo soy el técnico. Y él ha terminado ni más ni menos que en el Barcelona.

-¿Cuándo le saludó en el Camp Nou en Liga le dijo algo así como "¿dónde me he metido"?

(Risas) No, me saludó como siempre. Es una persona muy educada y correcta, con el que se puede charlar tranquilamente.

-¿Usted ha pensado algo parecido desde que es entrenador de la Real?

Nunca. Cuando las cosas han ido mal siempre he pensado en cómo mejorar y cómo darle la vuelta la situación, más que en dónde te has metido.

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