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Bale descabalga al Barça

El galés decide la final de Copa con un golazo tras una galopada espectacular. El Madrid se alzó con el trofeo en un partido con poco brillo pero en el que le bastó con tener más ganas que el Barça. Bartra llegó a igualar para los azulgranas, que continuaron con la desidia de los últimos partidos y prácticamente se despiden un mes antes de la temporada

Los jugadores del Madrid celebran el título en Mestalla con la Copa. JAVIER SORIANO / AFP

EDUARDO ORTEGA

Si el Barça había pensado de verdad en ello, si había una forma perfecta de finalizar un ciclo, esa era la que el cuadro azulgrana puso en práctica hoy. Salió a darse una vuelta por Mestalla (1-2), como lo hizo trajeado una hora antes del choque. Jamás dio la cara el equipo, aletargado como en el Calderón y en Los Cármenes, contra un Madrid que no brilló pero al que le bastó con echarle más ganas. Ni con jaula ni sin jaula apareció Messi; no se sabe si porque a Martino hoy tampoco le interesaba o bien porque el argentino dio otra vez un paso atrás; otro que penaliza a un conjunto que se ha quedado sin temporada en una semana ante la desidia general. Hoy Isco, Di María y Bale le dieron toda una lección. Sólo el galés tuvo más hambre que todo el Barça, retratado hoy ante millones de personas. 

La imagen de dos aficionados vestidos de azulgrana en Mestalla con cara de sopor era un perfecto resumen de la primera mitad del cuadro de Martino. Fue una práctica prolongación de los dos últimos encuentros del equipo, más parecido al del Atlético que al de Granada. Un Barça que andaba, que se arrastraba por el césped con una desidia impropia de una final de Copa contra todo un Madrid. Sin apenas profundidad, ni velocidad, ni precisión, el Barça de esta noche no fue ni la sombra de aquel que perdió con mucha dignidad en el mismo escenario en 2011.

La cansinería de los culés, ya habitual desde hace meses, incomodó lo justo y menos al conjunto de Ancelotti, más preocupado por evitar filtraciones en su protegida retaguardia que por atacar. Le bastaron a los blancos con cerrar espacios y poblar el centro del campo con cuatro centrocampistas cuando defendían (Xabi, Modric, Di María e Isco) para desarmar las escasas ideas del Barça y de su técnico. No le dio un ataque de entrenador esta vez al italiano. El plan era el mismo que tumbó a los barcelonistas con facilidad en sus recientes duelos: robar balones para salir al contraataque con gran velocidad. O al menos la suficiente para desbordar a la maltrecha defensa del Barça, que recuperó hoy a Bartra para la ocasión.

Apenas tres toques y diez minutos le bastaron al Madrid para abrir la lata, que en el cuadro de Martino viene con abre fácil esta temporada. Tras un contragolpe de libro, disparó con oposición Di María, con su zurda, flojo, pero suficiente para noquear a un Pinto errante otra vez, como en el tanto que recibió en Granada. Aguantaron el resto de la primera mitad los merengues con la facilidad que se esperaba los ataques de un equipo que se sabe finiquitado a falta de un mes de competición. Lo intentó el Barça liderado por Iniesta, a falta de que quien para algunos es el mejor del mundo apareciera. Ni siquiera supo aprovechar las debilidades del equipo de Ancelotti en las bandas con Carvajal y Coentrao.

Se la jugó no se sabe muy bien por qué Martino por un Cesc ensombrecido y dimitido desde ya hace tiempo.Volvió a tirar otra primera parte el Barça y lo volvió a permitir el entrenador rosarino, que ya sólo aguarda a que llegue el 18 de mayo para dejar el Camp Nou con pena y nada de gloria. Careció de brillantez el Madrid pero le alcanzó con sólo poner más ganas, ante la dejadez e inapetencia azulgrana.  Los blancos, poco exigidos, estuvieron casi perfectos en defensa y en ataque. Isco y Bale trajeron de cabeza una y otra vez a los hombres del Tata. Rapidísimos, con contraataques vertiginosos, se asociaron como no lo hicieron en el encuentro de Liga en el Bernabéu, y sólo la falta de puntería evitó males mayores.

Ganó protagonismo el cuadro culé tras el descanso, aprovechando el leve bajón físico del Madrid. Pero no por ello mejoró en su juego, predecible a más no poder, con Messi y Neymar inoperantes. Mientras Pepe se hacía autopases en campo culé ante la pasividad de los hombres de Martino, Casillas observaba plácidamente como un Barça sin excusas se derrumbaba a cada minuto que pasaba. Sólo ¡Bartra! fue capaz de hacer tambalearse al mostoleño a la hora de partido con un disparo lejano. Los blancos, unas veces por pecar de individualismo y otras por imprecisiones, permitieron al cuadro del Tata seguir vivos y lo pagaron. Anulado un tanto de Bale por fuera de juego, el canterano, duda hasta última hora, igualó el choque minutos después con un espectacular remate de cabeza en un saque de esquina. Así, sostuvo a los suyos de manera injusta en una final en la que apenas hicieron acto de presencia.

Con veinte minutos por delante, había un duelo nuevo en el que el Barça debió haberse beneficiado del desgaste físico madridista, pero en vez de matar al oler la sangre, sesteó como nunca lo hubiera hecho en la última década. Sin apetito, ni cuando más cerca pudo ver la Copa pudo sacar corazón para ganarla. En lugar de ello, permitió los contraataques del Madrid, resurgido y sostenido gracias a unos Di María, Modric y Bale inconmensurables. Envió primero un balón al palo el croata; el galés hizo después la jugada del partido para marcar un gol soberbio. Arrancó en la línea del centro del campo, le sacó diez metros en dos palmos a Bartra y batió por bajo a Pinto. Un tanto para el que el Madrid le fichó por cien millones y que hoy ha demostrado de sobra que al menos vale una buena parte. Mientras Bale cabalgaba, el Barça se arrastraba. Neymar pudo volver a igualar todo y mandar el choque a la prórroga, como hace tres años, pero lo evitó el poste. El epitafio de Martino a un mes de su marcha no puede pasar más desapercibido. Igual que el del ciclo de un equipo del que la mitad que jugó hoy no estará probablemente pasado el verano. Se llena de moral, mientras, el cuadro de Ancelotti para la guerra que le espera ante el Bayern de un Guardiola que hoy mirará con tristeza el final de lo que construyó.

Ficha técnica

1 - Barcelona: Pinto, Dani Alves, Bartra (Alexis, m.85), Mascherano, Jordi Alba (Adriano, m.46), Sergio Busquets, Xavi, Neymar, Cesc (Pedro, m.60), Iniesta y Messi.

2 - Real Madrid: Casillas, Carvajal, Sergio Ramos, Pepe, Coentrao, Xavi Alonso, Di María (Illarramendi, m.85), Modric, Isco (Casemiro, m. 87), Bale y Benzema (Varane, m.89).

Goles: 0-1, m.11: Di María. 1-1, m.68: Bartra. 1-2, m.84: Bale.

Árbitro: Mateu Lahoz (colegio valenciano). Amonestó por el Barcelona a Neymar (m.16), Mascherano (m.53) y por el Real Madrid a Isco (m.2) y Pepe (m.16) y Xabi Alonso (m.87).

Incidencias: Partido final de la Copa del Rey disputado en el campo de Mestalla ante 50.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.

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