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El Barça, sin Liga tampoco, se asoma a una revolución

EDUARDO ORTEGA

El imprevisto y bizarro final de Liga confirma el futuro cercano que le depara al Barça. El presidente Josep Maria Bartomeu confirmó en cuanto terminó el partido los planes de 'profunda remodelación' que tienen previsto acometer los directivos, junto a Zubizarreta. Bartomeu lo dejó claro: 'Algunos jugadores ya saben que no seguirán. La filosofía de tener la pelota seguirá. No es un final de etapa, sino una continuidad, con cambios profundos'. El plan renove se llevará por delante a la mitad de jugadores que han disputado las últimas jornadas -a excepción de la 'final' ante el Atlético - no estarán cuando acabe el Mundial y el equipo vuelva a los entrenamientos. Pero, incluso con eso, se antoja que pueda quedarse corta. Y habrá cambio de técnico: Gerardo Martino anunció también su marcha.

El entrenador argentino compareció nada más terminar el encuentro en la sala de prensa del Camp Nou junto a Andoni Zubizarreta. 'Lo que quería era comunicarles que de común acuerdo con el club hemos dejado de ser los entrenadores del Barcelona', arrancó un discurso sin preguntas. 'Lamento profundamente no haber alcanzado los objetivos que el club había trazado en el inicio de temporada', prosiguió un visiblemente emocionado Martino, quien felicitó al Atlético de Madrid por el título de Liga que 'hemos intentado hasta el final, con mucha dignidad'. Tras él, Zubizarreta solo pudo admitir la 'difícil temporada' que le había tocado vivir al rosarino, que dice adiós a su aventura culé con una Supercopa de España pero devorado por un entorno con demasiados problemas.

Los cambios de cara a la próxima temporada llegarán en todas las líneas y la primera es la portería. Valdés ya anunció hace tiempo que se marchaba y se despidió de los aficionados y la plantilla con una carta el miércoles. No ha querido ningún tipo de homenaje. A Pinto, Zubizarreta le comunicó que no contaban con él, pero las informaciones que han ido surgiendo en los últimos días no aclaran mucho la situación, ni tampoco las declaraciones de los interesados. Lo que parece evidente es que para el Barcelona no es una garantía tener a un cancerbero que en noviembre cumplirá 39 años. El joven alemán Ter Stegen es uno de los recambios pero se necesita otro. Podría venir alguien con experiencia, contrastado o quizás se de la oportunidad a un portero del filial, como Masip.

En la defensa es donde mayor va a ser el lavado de cara. La cantada salida de Alves en los últimos veranos parece que se va a producir en esta ocasión con toda seguridad. El club entiende que necesita un recambio de juventud en la banda derecha y el brasileño es, además, uno de los más criticados. Asimismo, el ex del Sevilla sorprendió hace unos días con unas declaraciones en las que afirmaba: 'Necesito energía. Vivo de ella y, si empiezas a generar energía negativa, las cosas no fluyen. Si no cambia, me iré porque desgasta. Para que me quede tiene que cambiar la energía'.

Los otros retoques van a llegar, se espera, en el centro de la zaga. Hace años que se posterga la contratación de un central y la última vez fue con el desembarco de Martino. El Tata decidió que tenía suficiente con la recuperación de Puyol, pero el capitán ha acabado sufriendo otra vez con las lesiones hasta decir basta. Es por ello que no parece que este verano se vaya a aplazar la llegada de, al menos, un central. La cifra depende de las salidas que se produzcan, porque todos están pendientes del futuro de Mascherano. El argentino tiene ofertas -una del Nápoles de Rafa Benítez, con el que era fijo en Liverpool- y al club no le disgustaría un traspaso si saca un buen pellizco. El problema del Barça es que va a tener que rascarse, y mucho, el bolsillo para traer a alguien. Los Laporte, David Luiz o Kompany de los que se ha hablado en los últimos mercados se van hasta cerca de los 30 o 40 millones de euros. Tampoco se descarta fichar a un lateral izquierdo que compita con Jordi Alba si Adriano se marcha.

Más allá de la retaguardia se esperan, en principio, pocos movimientos. Parece garantizada la marcha de un Song que ha sido un auténtico fiasco. Vino hace dos temporadas del Arsenal por 20 millones para alternar las labores de central y de medio defensivo y no ha cumplido en ninguna posición. Es, sin duda, uno de los peores fichajes del Barça de los últimos años. Se espera venderlo a algún conjunto de la Premier inglesa, donde aún se le ve con buenos ojos, pero está claro que perderá dinero. A cambio, Zubizarreta traerá a un jugador para sustituirle. Se habla de Pogba, jugador de la Juventus codiciado por todos los grandes de Europa.

Por otro lado, se da por hecho que Zubizarreta repescará a Rafinha, el hermano de Thiago, del Celta de Vigo, tras su gran temporada en Galicia. La idea es que se alterne en la medida de lo posible con Xavi, para dar descanso al cerebro del equipo. Parece descartado que con Xavi, Rafinha y Sergi Roberto se apueste por traer a otro jugador de características similares. Hasta hace unas semanas, nadie aseguraba la continuidad de un Cesc muy criticado al final del curso, pero, aunque no le faltarían ofertas, es prácticamente seguro que el de Arenys continuará. 

Sólo Messi y Neymar tienen la continuidad garantizada en la delantera

En la delantera, el Barça cuenta actualmente con cinco delanteros: Messi, Neymar, Pedro, Alexis y Tello. Sólo se garantiza la permanencia de los dos primeros. El argentino renovará después de muchos problemas para volver a ser el mejor pagado del mundo, a razón de entre 20 y 22 millones por temporada. El que tiene todos los números para irse es el chileno, que solo convenció a principios de esta campaña, pero ha acabado yendo de más a menos. Su destino parece ser la Juventus. El club cuenta con Pedro pero depende de él seguir: si quiere más minutos es posible que busque una salida. También es muy probable que salga Tello, y más si se recupera a Deulofeu, cedido en el Everton. Podría ser que fichen a otro delantero, aunque no está claro el perfil que buscan.

Por último, la gran transformación pasa por el banquillo. Martino ha acabado ya su historia en el club y así lo anunció tras el término del encuentro. Ha sido breve y ninguna de las dos partes ha acabado satisfecha. En su lugar llega Luis Enrique, a quien ya trató de contratar Zubizarreta el pasado verano tras la recaída de Tito Vilanova. Es el asturiano un hombre que conoce perfectamente la casa y la cantera, puesto que entrenó al filial hasta 2011, cuando logró la mejor campaña de su historia. De personalidad arrolladora, y todo un ídolo en la ciudad condal, es seguramente el perfil de técnico que requiere el Barça para este cambio de ciclo que viene.

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