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Costa de Marfíl - Camerún y otros seis amaños sonrojantes del mundo del fútbol

DAVID MIRANDA

El partido del pasado miércoles entre Costa de Marfil y Camerún pasará a la lista negra de los duelos futbolísticos, donde los valores del deporte quedan enterrados en el fango. Los marfileños se jugaban su clasificación para la Copa de África que se disputará el próximo año en Guinea Ecuatorial.

Los cameruneses, por su parte, ya tenían sellado su pase al torneo continental africano. A falta de tres minutos para el final del choque, Costa de Marfil decidió dejar de atacar para evitar cualquier resultado adverso, dedicándose únicamente a pasarse el balón entre los defensas y el portero de forma descarada.

Por su parte, Camerún no reaccionó ante la negativa de seguir jugando de sus oponentes y se convirtieron en meros espectadores. Así, el choque acabó con empate sin goles y ambas selecciones, los cameruneses, primeros con 14 puntos y los marfileños, segundos, con diez, firmaron su pase. La gran damnificada fue la República Democrática del Congo, quien acabó tercera con 9 puntos.


Pero este no es el primer, ni desgraciadamente el último, partido en el que el amaño entre dos rivales para conseguir un mismo objetivo se impone al 'fair play' y al respeto hacia el resto de equipos y a los aficionados. 

En nuestro país, cada vez que finaliza la liga en todos los círculos deportivos se escucha la palabra 'maletín', que hace alusión al supuesto dinero en metálico que se da a un equipo que no se juega nada para incentivar su victoria o en el más punible de los casos, dejarse ganar. Hasta ahora no se ha conseguido probar la compra de partidos en España, pero desde el pasado mes de octubre los jugadores del Levante y del Zaragoza han comenzado a declarar ante el fiscal anticorrupción Alejandro Luzón.

El choque bajo sospecha es el que disputaron en la última jornada de la temporada 2010/11 (21 de mayo) en el que el conjunto maño consiguió vencer por 1-2 con goles del hoy atlético Gabi y que permitió que los aragoneses mantuvieran la categoría, propiciando el descenso del Deportivo de La Coruña. El motivo para las sospechas consiste en que los jugadores del Zaragoza registraron en sus cuentas ingresos (hasta 90.000 euros en algunos casos) en fechas próximas al encuentro y que, posteriormente, retiraron. Esto es lo que hace pensar a la LFP y al fiscal que ese dinero pudo servir luego para pagar a los integrantes del Levante para dejarse ganar.

El propio Gabi, actual capitán del Atlético de Madrid, habría confirmado ante el fiscal que 'hice lo que el club me pidió'. El mediocampista habría ratificado que Agapito Iglesias, entonces dueño del club, le comunicó al jugador que se realizaría un ingreso en su cuenta por valor de 85.000 euros que luego el jugador debería devolver al Zaragoza.

En las últimas semanas, precisamente un exfutbolista colchonero puso de nuevo sobre la mesa el tema de los amaños. Paulo Futre aseguró al diario Récord que en la temporada 1990/91, el presidente Jesús Gil pidió a los jugadores del Atlético de Madrid no ganar al Espanyol, que se jugaba el descenso, en la última jornada de la Liga. Según el portugués, Gil habría llegado a un acuerdo con el equipo perico para dejarse ganar y recibir a cambio un jugador la temporada siguiente.

Futre asegura que no quiso jugar ese encuentro alegando dolores en su rodilla. Finalmente el equipo catalán venció 3-1 para salvar la categoría en detrimento del Zaragoza. Futre añade que, ante su negativa, Gil y Gil bajó al vestuario y emplazó a sus jugadores a que no ganasen el partido amenazando con despidos si no seguían sus instrucciones. Sin embargo, su versión no ha sido corroborada aún por ninguno de sus compañeros de equipo de entonces, que niegan todo.

La policía europea Europol destapó en febrero de 2013 una de las mayores redes de corrupción internacional en el fútbol. En una investigación conjunta con la agencia europea contra el crimen y distintas fiscalías nacionales, se lograron identificar prácticas de apuestas ilegales en 680 partidos, incluidos de fases de clasificación de Mundiales (un partido jugado en África y otro en Centroamérica), Eurocopas, dos de Champions League (uno de ellos disputado en Gran Bretaña) y otros pertenecientes a Ligas europeas.

De los encuentros investigados, disputados entre 2008 y 2011, Más de la mitad, 380, se jugaron en Europa y los otros 300 en África, Asia y América del Sur. Los miembros de esta red, que operaba desde Asia pero que extendía sus tentáculos hasta en 15 países de todo el mundo, obtuvieron unos beneficios de unos ocho millones de euros amañando estos partidos a través de las apuestas ilegales.

Entre esos partidos 'se ha probado la práctica de amaños en los resultados en 150 casos, en los que las operaciones fueron dirigidas desde Singapur con sobornos de hasta 100.000 euros por partido', indicó Friedhelm Althans, inspector jefe de la Policía alemana, quien participó en las pesquisas.

Hace unos años, una de las ligas más prestigiosas del Viejo Continente sufrió un severo revés al descubrirse el Calciopoli. Este escándalo del fútbol italiano que en 2005 y 2006 implicó a alguno de los grandes equipos del Scudetto, como la Juventus, el Milan, la Fiorentina, el Lazio, así como a otros más modestos, como el Reggina. Todos ellos fueron acusados de generar fraudes en los partidos del Calcio al designar a árbitros 'favorecedores' a sus intereses.

El director general de la Juventus, Luciano Moggi, fue el principal promotor con la ayuda de directivos, responsables del estamento arbitral e incluso de miembros de la Federación Italiana de fútbol.

Tras el proceso judicial, Juventus, Fiorentina y Lazio fueron descendidos de categoría, mientras que el Milan comenzó la siguiente campaña con 15 puntos menos. Además, los dos títulos de liga de la Vechia Signora obtenidos en 2005 y 2006 pasaron a las vitrinas del Inter de Milán.

Pero el Calciopoli no es el único caso en el fútbol italiano, ya que en 2011 se destapó otro caso de amaño de partidos y fraude en apuestas deportivas en el que se vieron involucrados varios equipos italianos y futbolistas, como a Genaro Gattuso, aunque finalmente quedó libre sin cargos. 

En la Eurocopa de 2004, Italia abandonó el torneo con la sospecha de haber sido víctima de un complot nórdico. Si bien es cierto que no existe ninguna prueba solida, existen varias sospechas sobre el 'fair play' en el Dinamarca-Suecia, que acabó con el 2-2; precisamente el resultado dejaba fuera a los italianos. Pero que se iba a dar ese resultado lo sabían mejor que nadie era la casa de apuestas de William Hill, quien recalcó que nunca antes en un empate con goles se había pagado tan poco (5 a 1, cuando normalmente es de 14 a 1).

Por su parte, los protagonistas del encuentro, como no podía ser de otra forma, aseguraron que todo fue limpio. Tomasson, que juega en el Milán y marcó los dos goles, fue claro: 'Los que han visto nuestro partido saben que no hubo nada, el destino ha querido que el partido acabase así'. Morten Olsen, seleccionador danés, calificó de 'ridículos' los comentarios que calificaban como amañado el empate entre los dos conjuntos nórdicos.

Alemania, la vigente campeona mundial, también tiene una oscura sobra de duda en su historial. Argelia se había convertido en una de las sorpresas del Mundial de España 1982, tras derrotar 2-1 a Alemania Federal, en un grupo en el que también estaban Chile y Austria. En esos años, los partidos de grupo de un Mundial no se jugaban de manera simultánea, por lo que las selecciones podían conocer los resultados de sus rivales antes de empezar su choque. En el último duelo entre los germanos y Austria, un triunfo por 1-0 de los alemanes los favorecía, dejando en la cuneta al combinado africano.

El gol fue marcado en los primeros minutos y a medida que fueron transcurriendo los minutos, el juego se focalizó en su totalidad en el mediocampo y sin apenas peligro en las áreas rivales. El público que se dio cita en El Molinón, indignado ante la falta de competitividad de ambos contendientes, mostró billetes a ambas selecciones mientras les gritaban 'que se besen, que se besen'. Si bien es cierto que nunca se pudo probar el amaño, lo cierto es que Franz Beckenbauer aseguró que lo ocurrido sobre el césped del campo asturiano supuso 'un día triste para el fútbol'.

Argentina, la actual subcampeona mundialista, también se ha visto involucrada en presuntos casos de amaño en algunos de sus partidos. La goleada 6-0 de Argentina ante Perú en el Mundial 1978 es uno de los resultados más polémicos de la historia del fútbol. Estuvo vinculado al Plan Cóndor, la operación en conjunto de las dictaduras latinoamericanas en las décadas de 1970 y 1980, según afirmó ante la Justicia el exsenador peruano Genaro Ledesma Izquieta.

Ledesma Izquieta denunció al juez argentino Norberto Oyarbide en una causa contra el exdictador argentino Jorge Videla que el 6-0 fue una compensación de la dictadura peruana de Francisco Morales Bermúdez (1975-1980) por el envío a Argentina de 13 militantes peruanos presos. Muchas teorías se han elaborado en torno al abultado marcador que le permitió a Argentina jugar la final del Mundial de 1978; desde la participación de la dictadura transandina, el pago de sobornos, e incluso una posible intervención militar.

Lo cierto es que el equipo que dirigía César Luis Menotti necesitaba derrotar por cuatro goles a la escuadra peruana para apartar a Brasil de la final ante Holanda. Los albicelestes ganaron finalmente 6-0. La FIFA analizó en 2011 quitar el título a Argentina, pero eso quedó finalmente en el olvido.

Más reciente en el tiempo, el exseleccionador de Uruguay Juan Ramón Carrasco, afirmó que el empate entre Uruguay y Argentina (1-1) en las eliminatorias de clasifcación del Mundial 2002 que posibilitó el pase del combinado charrúa al torneo intercontinental estuvo pactado, porque con una derrota el equipo de su país hubiera faltado a una Copa del Mundo por tercera vez consecutiva.

'Arreglaron para empatar porque Argentina ya estaba clasificada

'Si no arreglan ese empate con Argentina, porque eso fue un arreglo, era para Uruguay el tercer Mundial sin ir', dijo Carrasco desde Montevideo a Radio Aspen, de Buenos Aires. El encuentro se disputó el 14 de noviembre de 2001 en el estadio Centenario de Montevideo. Con el empate, que eliminó a Colombia, Uruguay pudo jugar la repesca contra Australia y participar en el Mundial de Corea y Japón.

Al ser consultado si se refería a 'un arreglo de partes', Carrasco respondió: 'Sí, es bien sabido. Aquí (en Uruguay) todo el mundo lo sabe, que arreglaron para empatar porque Argentina ya estaba clasificada'. La propia prensa deportiva argentina destacó en aquel momento que ambos equipos habían renunciado a jugar ofensivamente en la segunda parte del encuentro.

 

 

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