El delantero Adriano, ficha del Inter de Milán y quien juega en calidad de préstamo para el Sao Paulo, fue denunciado hoy por 'agresión física' ante el Tribunal de Justicia Deportiva del estado de Sao Paulo y podría recibir una sanción de hasta 540 días, informaron medios locales.

La esperada denuncia fue presentada por el fiscal Antonio Carlos Meccia, quien afirmó haber basado su demanda en el informe del árbitro y no sólo en imágenes de televisión. El juicio ha sido pautado por el tribunal para el próximo lunes 18 de febrero. Meccia es el encargado de iniciar los trámites de sanciones contra jugadores en partidos organizados por la Federación Paulista de Fútbol.

En esta oportunidad 'encuadró' a Adriano en el artículo 253 del Código de Justicia Deportiva, el cual establece que 'practicar agresión física contra el árbitro o sus auxiliares, o contra cualquier otro participante del evento' recibirá una 'pena de suspensión de 120 a 540 días'.

El cabezazo le puede costar caro al 'Emperador' 

En el minuto 89 del clásico paulista del pasado domingo, entre el Sao Paulo y el Santos, Adriano se encaró con el defensa rival Domingos tras la disputa de un balón. Ambos jugadores juntaron sus cabezas y Adriano embistió a Domingos, que no sufrió daños, pero el encontronazo fue registrado en el informe del árbitro Antonio Batista do Prado.

Según Meccia, Adriano le propinó un cabezazo a Domingos. 'La infracción fue muy violenta y no había como dejarla pasar. Espero que él (Adriano) sea condenado, pero su abogado debe intentar por lo menos desclasificar la infracción'', dijo el fiscal en una entrevista con el portal 'Justicadesportiva'.

'En mi opinión Adriano no puede ser absuelto, pero eso no depende de mi', agregó. Si prospera la sanción Adriano podría perderse el resto del campeonato del estado de Sao Paulo. El contrato de préstamo entre el Milan y el Sao Paulo vence en junio próximo.

El delantero de 25 años fue cedido en enero pasado por seis meses, con la esperanza de que complete su recuperación física y sicológica en Brasil, después de varias lesiones que lo mantuvieron apartado de las canchas durante varios meses y un cuadro de depresión crónica.