El partido de Liga de Campeones disputado en Mestalla entre el Valencia y el Rangers se saldó sin seguidores del equipo escocés detenidos, aunque varios de ellos provocaron algún altercado en la grada y se orinaron desde su posición hacia localidades inferiores, señalaron a EFE fuentes policiales.

Según las mismas fuentes cuatro de esos seguidores fueron expulsados del estadio ya que habían introducido botellas de cerveza en el interior de Mestalla e incluso se pelearon entre ellos.

El partido se disputó con la presencia de 3.600 seguidores escoceses, de los que en torno a 2.500 llegaron con la localidad comprada de antemano y controlados por su club, mientras que los 1.100 restantes lo hicieron por su cuenta y adquirieron las entradas en taquilla.

Según informó la Policía, los cuatro expulsados del estadio se encontraban en el grupo de los aficionados que habían llegado bajo el control del Rangers, cuyos seguidores fueron ubicados todos juntos en la zona alta del 'gol xicotet' (gol pequeño) del estadio valencianista.

El estadio fue desalojado sin ningún problema y aunque parte de los seguidores del Rangers viajaron de vuelta a Escocia tras el encuentro, un grupo numeroso se desplazó a Benidorm, donde muchos de ellos se habían instalado antes del encuentro.

El partido Valencia-Rangers estuvo marcado por el contraste entre la proporción de seguidores del equipo escocés ante la escasa afluencia de valencianistas en el estadio.

En un campo como el de Mestalla, con un aforo próximo a los 50.000 localidades, la UEFA confirmó tras el encuentro la presencia de 26.821 espectadores, lo que supone que en torno a 23.000 fueron los valencianistas que acudieron a ver el encuentro.